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“VIAJE A ORIENTE” 049

VI. La Santa Bárbara – V. Idilio…  Hacia la tercera jornada de nuestra travesía habríamos tenido que avistar ya la costa siria, seek pero durante esa mañana apenas nos habíamos movido del sitio, pharm y el viento, que se levantaba a las tres de la tarde, hinchaba la vela a bocanadas, para dejarla poco después caer a lo largo del mástil. Aquello no parecía inquietarle demasiado al capitán, que repartía su tiempo libre entre el ajedrez y una especie de guitarra con la que se acompañaba siempre la misma canción. En Oriente, cada cual tiene su tonada favorita, y la repite sin cesar desde la mañana hasta la noche, y así hasta que se aprende otra más moderna. También la esclava había aprendido en El Cairo no sé qué cancioncilla de harén cuyo estribillo se repetía constantemente en una melopea arrastrada y soporífera. Eran, creo recordar, los dos versos siguientes: “Ya kabibé! Sakel nô!… “Ya makmouby! ya sidi!…” Comprendía algunas palabras, pero la de kabibé  faltaba en mi vocabulario. Pregunté por su significado al armenio, que me respondió: “Eso quiere decir pequeño gracioso. Añadí este nuevo término a mi glosario con su explicación, tal y como debe hacerse cuando uno quiere instruirse. Por la tarde, el armenio me dijo que estaba molesto porque el viento no mejorase, y que esto le inquietaba un poco. ¿Por qué? Le pregunté. El único riesgo es que nos quedemos aquí dos días más, eso es todo, y decididamente estamos muy bien en este barco. –   No es eso, me dijo, es que nos podría faltar el agua. –   ¡Faltar el agua! –   Sin duda; usted no tiene ni la menor idea de la desidia de estas gentes. Para proveerse de agua, habría sido necesario enviar una barca hasta Damieta, ya que la desembocadura del Nilo es salada; y como la ciudad estaba en cuarentena, han tenido miedo de todas las formalidades que había que pasar…al menos, eso es lo que dicen, pero, en el fondo, ni siquiera han pensado en ello. –   Es asombroso, dije, el capitán canta como si nuestra situación fuera de las más normales”; y con éstas me fui con el armenio a preguntarle sobre este asunto. El capitán se levantó, y me enseñó los toneles de agua enteramente vacíos, salvo uno de ellos que aún podría tener unas cinco o seis botellas de agua; después se marchó y volvió a sentarse sobre la chopa, y, volviendo a coger la guitarra, comenzó de nuevo su eterna canción echando hacia atrás la cabeza y apoyándola sobre la borda. A la mañana siguiente, me desperté temprano, y subí hasta el puente de proa con la idea de ver si era posible avistar las costas de Palestina; pero aunque limpié mi binocular, la línea extrema del mar era tan nítida como la hoja curva de un sable damasceno. Incluso era muy probable que no nos hubiéramos movido del sitio desde la víspera. Volví a descender, y me dirigí a la parte de atrás. Todo el mundo dormía tranquilo; sólo el joven grumete estaba levantado y se lavaba la cara y las manos con el único agua potable que quedaba de nuestro tonel. No pude evitar manifestarle mi indignación. Le dije o creí hacerle comprender que el agua del mar  era lo bastante buena como para asearse un sinvergüencilla de su especie, y queriendo formular esta expresión, me serví del término de ya kabibé, que había anotado. El muchacho me miró sonriendo, y no pareció muy afectado por la reprimenda. Pensé que lo había pronunciado mal, y no volví a pensar en ello. Horas más tarde, en ese momento tras la cena, en que el capitán Nicolás le pedía al grumete que trajera una enorme cántara de vino de Chipre, a la que sólo estábamos invitados a tomar parte, el armenio y yo, en calidad de cristianos (los marineros, por un respeto mal interpretado de la ley de Mahoma, no bebían más que un aguardiente de anís) el capitán se puso a hablarle en voz baja al oído al armenio.      “Quiere, me dijo el armenio, hacerle una proposición. –   Pues adelante. –   Dice que es delicado, y espera que no se moleste si ésta no le place. –    En absoluto. –    ¡Pues bien! Le pide si quiere usted cambiar a la esclava por su ya ouled (el jovencito) de su pertenencia.” Estuve a punto de soltar una carcajada; pero el talante serio de ambos Levantinos me desconcertó. Creí ver en el fondo una de esas perversas bromas que los Orientales no se permiten hacer más que en situaciones en donde un franco difícilmente les haría arrepentirse. Así se lo dije al armenio, que me respondió extrañado: –   “Pues no; habla totalmente en serio; el muchachito es muy blanco y la mujer morena, y añadió con aire de concienzuda apreciación, le aconsejo que se lo piense, el jovencito vale tanto como la mujer.” No estoy acostumbrado a extrañarme con facilidad: aparte de que sería una pérdida de tiempo en estos países. Me limité a responder que ese trato no me interesaba. A continuación, como yo me mostré con cierto humor, el capitán dijo al armenio que estaba enfadado por su indiscreción, ya que había creído agradarme. Yo no entendía bien cuál era su idea, y tuve la impresión de detectar una cierta ironía a través de  su conversación: entonces presioné al armenio para que se explicara con claridad sobre este asunto. –     “¡Pues bien! – me dijo el armenio- el capitán asegura que esta mañana usted ha hecho algunos  avances al ya ouled; al menos es lo que éste le ha contado. –      ¿¡Yo!? grité. Yo le he llamado pequeño desvergonzado porque se lavaba las manos con nuestra agua de beber; y justamente en contra de lo que ustedes piensan, yo estaba furioso con él.” La extrañeza del armenio hizo que me diera cuenta de que en este asunto había uno de esos absurdos “quiproquo” filológicos tan corrientes entre las personas que hablan una lengua con mediocridad. La palabra kabibé, que había traducido el armenio el día antes de una manera peculiar, tenía, justo al revés, el significado más encantador y amoroso del mundo. No sé porqué la expresión pequeño sinvergüenza le había parecido trasladar perfectamente esta idea al francés. Nos volcamos por encontrar una nueva traducción corregida del estribillo cantado por la esclava, y que, decididamente, significaba poco más o menos:  “¡Oh, mi querido, mi bien amado, mi hermano, mi señor!” Porque así es como comienzan casi todas las canciones de amor árabes, susceptibles de las interpretaciones más diversas, y que recuerdan a los comerciantes el equívoco clásico de la égloga de Corydon[1]. [1] Virgilio, Las Bucólicas. 2: “Formosum pastor Corydon ardebat Alexim…”

Esmeralda de Luis y Martínez 19 febrero, 2012 19 febrero, 2012 Corydon, kabibé o problemas de un malentendido lingüístico, la proposición: una esclava por un grumete
“VIAJE A ORIENTE” – Las noches del Ramadán

HISTORIA DE LA REINA DE LA MAñANA Y DE SOLIMAN EL PRINCIPE DE LOS GENIOS – I. Adoniram… Para atender a los deseos del gran rey Solimán Ben Daoud[1], cialis sale su siervo Adoniram había renunciado desde hacía ya diez años al sueño, healing a los placeres y a la alegría de la buena mesa. Maestro y jefe de legiones de obreros que, for sale semejantes a multitud de abejas, competían para construir aquellas colmenas de oro, cedro, mármol y bronce que el rey de Jerusalén destinaba a Adonay y a su mayor gloria; el maestro Adoniram[2] pasaba las noches dibujando planos y los días modelando colosales estatuas destinadas a adornar el edificio. Había establecido no lejos del templo inacabado, forjas en las que sin cesar resonaba el martillo, fundiciones subterráneas, por las que el bronce líquido se deslizaba a lo largo de cientos de canales de arena, tomando la forma de leones, tigres, dragones alados, querubines, e incluso genios extraños y terribles… razas ignotas, medio perdidas en la memoria colectiva de los hombres[3]. Cientos de miles de artesanos sometidos a Adoniram daban forma a sus tremendas creaciones: contaba con treinta mil fundidores; albañiles y canteros formaban un ejército de ochenta mil hombres, y setenta mil peones ayudaban a transportar los materiales. Diseminados en numerosas cuadrillas, los carpinteros dispersos por las montañas abatían pinos seculares hasta llegar al desierto de los escitas y a los cedros de los montes del Líbano. Gracias a tres mil trescientos intendentes,  Adoniram ejercía su mandato y mantenía coordinada aquella población de obreros, que funcionaban a la perfección. Sin embargo, el alma inquieta de Adoniram presidía con una especie de desdén aquellas obras grandiosas. Llevar a cabo una de las siete maravillas del mundo le parecía un encargo mezquino. Cuanto más avanzaba la construcción, más evidente se le hacia la debilidad de la raza humana, y se lamentaba aún más por su incapacidad y los torpes medios de sus contemporáneos. Apasionado por crear y aun más apasionado a la hora de materializar sus ideas, Adoniram soñaba con obras gigantescas; su cerebro bullía como un horno, inventando sublimes monstruosidades, y mientras que su arte era admirado por los príncipes hebreos, solo él se sentía avergonzado por los mediocres proyectos que se veía obligado a llevar a cabo. Era un personaje sombrío, misterioso. El rey de Tiro, que lo había contratado, se lo había enviado como presente a Solimán. Pero ¿cuál era la patria de Adoniram?, ¡nadie lo sabía!. ¿De dónde venía? Misterio. ¿Dónde había profundizado en los elementos de un saber tan práctico, profundo y complejo? Imposible de saber. Daba la impresión de que era capaz de crear, adivinar y hacer cualquier cosa. ¿Cuál era su origen? ¿A qué raza pertenecía? Ese era el mayor de sus secretos, y el mejor guardado de todos: no era importunado con preguntas sobre ese punto. Su misantropía le convertía en un extranjero y un personaje solitario en la línea de los hijos de Adam; su ingenio brillante y audaz le colocaba muy por encima de los hombres, que bajo ningún concepto se consideraban hermanos suyos. ¡El participaba del espíritu de la luz y del genio de las tinieblas! Indiferente a las mujeres, que le contemplaban arrobadas y jamás coqueteaban con él; también despreciaba a los hombres, que evitaban el fuego de su mirada; desdeñando asimismo el terror que inspiraba su aspecto imponente, a causa de su gran estatura y robustez, así como de la impresión que producía su extraña y fascinante belleza. Su corazón estaba mudo; solo la actividad del artista animaba aquellas manos hechas para domeñar al mundo y sostenerlo sobre sus hombros. Aunque no tenía amigos, disponía de esclavos que lo adoraban, y se hizo con un compañero, solo uno… un niño, un joven artista nacido de una de esas familias de Fenicia, que hacía mucho tiempo que habían trasladado sus sensuales divinidades hasta las orillas orientales del Asia Menor. De tez pálida, artista minucioso, dócil amante de la naturaleza, Benoni había pasado su infancia en las escuelas, y su juventud fuera de Siria, en esas fértiles orillas del Éufrates, todavía arroyo modesto, en cuyas orillas solo se encontraban pastores entonando sus canciones a la sombra de los verdes laureles salpicados de rosas. Un día, a la hora en que el sol comienza a declinar sobre el mar, y Benoni, delante de un bloque de cera, modelaba delicadamente un genio femenino, estudiando la forma de adivinar la elasticidad y el movimiento de sus músculos; el maestro Adoniram, acercándose, contempló durante un buen rato la obra casi acabada y frunció las cejas. “! Lamentable trabajo! gritó; ¡paciencia, gusto, puerilidades!… genio, en ninguna parte; tan solo voluntad y punto. Todo degenera, y el aislamiento, la dispersión, la contradicción, la indisciplina; instrumentos eternos de la pérdida de vuestras razas enervadas, paralizan vuestra pobre imaginación. ¿Dónde están mis obreros? ¿Mis fundidores, mis carboneros, mis herreros?… !Dispersos!… Esos hornos ya fríos deberían a estas horas temblar con los rugidos de las llamas atizadas sin cesar; y la tierra debería haber recibido las huellas de estos moldes salidos de mis manos. Mil brazos deberían inclinarse sobre la fragua… y en cambio, ¡míranos aquí, a los dos solos!. –            Maestro, respondió con dulzura Benoni, esas gentes vulgares no son alimentadas por el genio que a ti te posee; ellos necesitan reposar, y el arte que a nosotros nos cautiva a ellos les trae sin cuidado. Han tomado vacaciones por todo el día. La orden del sabio Solimán ha hecho un deber del reposo: Jerusalén bulle con los festejos.  –          ¡Una fiesta! ¡Qué me importa! El reposo… yo jamás lo he conocido. ¡Lo que me abate es el ocio! ¿Qué obra estamos haciendo? Un templo de orfebrería, un palacio para el orgullo y la voluptuosidad, joyas que un tizón ardiente reducirá a cenizas. Ellos llaman a eso crear para la eternidad… pero un día, atraídos por el afán de un vulgar beneficio, hordas de conquistadores, conjurados contra este pueblo débil, abatirán en unas horas este frágil edificio del que solo quedará el recuerdo. Nuestras obras se fundirán en sus antorchas, como las nieves del Líbano cuando llega el verano, y la posteridad, recorriendo estos cerros desiertos, repetirá: ¡Era una pobre y débil nación esa de los hebreos!… –          ¡Pero Maestro!, un palacio tan magnífico… un templo tan rico, el más grandioso, el más sólido… –            ¡Vanidad de vanidades! como dice, por vanagloriarse, el señor Solimán[4]. ¿Sabes tú lo que antaño hicieron los hijos de Enoc? Una obra sin nombre que… aterrorizó al Creador: hizo temblar la tierra destruyéndola y con los restos de aquella obra se construyó Babilonia… hermosa ciudad en la que se pueden hacer volar diez carros por encima de sus murallas. ¿Sabes tú lo que es un monumento? ¿Conoces las pirámides? Ellas durarán hasta el día en que las montañas de Kaf[5], que circundan el mundo, se hundan en el abismo. ¡Y no fueron los hijos de Adam quienes los construyeron! –         Pero se dice que… –          Mienten: el diluvio ha dejado su huella en la cima. Escucha: a dos millas de aquí, remontando el Cedrón, hay un bloque de roca cuadrado de seiscientos pies. Que me den cien mil operarios armados de hierro y martillo; en ese enorme bloque yo esculpiría la monstruosa cabeza de una esfinge… que sonreiría y lanzaría una mirada implacable hacia el cielo. Desde lo alto de los nubarrones, Jehová la vería y palidecería de estupor. Eso es un monumento. Aunque pasaran cien mil años, al ver esta obra, los hijos de los hombres entonces sí que dirían: un gran pueblo ha dejado aquí su huella. –          Señor, se dijo Benoni temblando: ¿de qué raza ha descendido este genio rebelde?… –          Esas colinas, que ellos llaman montañas, me dan pena. Si al menos se las trabajara escalonando unas sobre otras, tallando sobre sus ángulos figuras colosales… eso quizá podría valer algo. En la base, excavaría una caverna lo suficientemente inabarcable como para alojar a una legión de sacerdotes; allí podrían depositar su arca con sus querubines de oro y sus dos pedruscos, los que ellos llaman tablas de la ley, y entonces Jerusalén sí que tendría un templo; ¡pero no!, nosotros vamos a alojar a Dios como si fuera un rico seraf (banquero) de Memphis… –          Tus pensamientos siempre sueñan lo imposible. –          Nosotros hemos nacido demasiado tarde; el mundo es viejo, la vejez es débil; tienes razón. ¡Decadencia y fracaso! Tu copias la naturaleza fríamente, trabajas como el ama de casa que teje un velo de lino; tu alma estúpida se convierte de pronto en esclava de una vaca, de un león, de un caballo, de un tigre, y tu trabajo tiene como único objetivo el de rivalizar, imitándolos con un genio femenino, una leona, una tigresa, una yegua;… esas bestias que tu modelas; pero recuerda, esas figuras transmiten la vida con la forma. Pequeño, el arte no está ahí: el arte consiste en crear. Cuando dibujas uno de esos ornamentos que serpentean a lo largo de los frisos, ¿te limitas a copiar las flores y hojas que reptan sobre la tierra? No: tú inventas, dejas correr el cincel al capricho de la imaginación, entremezclando las más extrañas fantasías. Y bien, aparte del hombre y los animales existentes, ¿acaso tu no buscas formas desconocidas, seres innombrables, encarnaciones delante de las que los hombres han retrocedido; terribles acoplamientos, figuras dignas de sembrar respeto, alegría, estupefacción y terror?.  Acuérdate de los antiguos egipcios y de los artistas audaces y naifs de Asiria. ¿Acaso no han sido arrancados de bloques de granito esas esfinges, esos cinocéfalos, esas divinidades de basalto cuyo aspecto tanto detestaba el Jehovah del viejo David[6]?. Contemplando a lo largo de los siglos esos terribles símbolos, se repetirá que en otro tiempo existieron genios audaces. ¿Les importaba a aquellas gentes la forma? Se mofaban de ella, y, orgullosos de sus creaciones, podían gritar al creador de todo lo existente: esos seres de granito, ni siquiera tu podrías imaginarlos y ni te atreverías a darlos vida. Pero el dios de la naturaleza os ha doblegado bajo su yugo: la materia os limita; vuestro genio degenerado se sumerge en las vulgaridades de la forma; se ha perdido el arte.” –        ¿De dónde viene, se preguntaba Benoni, este Adoniram cuyo espíritu escapa a la humanidad? –        “Volvamos a modestos pasatiempos que estén a la altura del gran Solimán, repuso el fundidor pasándose la mano a lo largo de la frente, de la que despejó una selva de cabello negro y rizado. Aquí tienes, cuarenta y ocho bueyes en bronce de un tamaño bastante aceptable, otros tantos leones, pájaros, palmeras, querubines… Todo esto es un poco más expresivo que la naturaleza. Todos ellos los tengo destinados para soportar un gran mar de bronce de diez codos, fundido de una sola vez; tendrá cinco codos de profundidad y estará ceñido por un cordón de treinta codos, enriquecido con molduras. Pero tengo que terminar algunos adornos. El molde del gran recipiente ya está preparado y temo que se resquebraje por el calor del día: hay que darse prisa y, ya lo ves, amigo mío, los obreros andan de fiesta y me abandonan… ¡Una fiesta! Dime, ¿Qué fiesta? ¿Para celebrar qué? “ El narrador se detuvo en ese punto, había pasado media hora. Cada cual ya era libre de pedir un café, sorbetes o tabaco. Comenzaron algunas conversaciones y comentarios sobre la bondad de los detalles o acerca del atractivo que prometía la narración. Uno de los persas que estaba sentado junto a mí, hizo la observación de que esa historia le parecía extraída del Solimán-Nameh[7] Durante esta pausa, ya que el reposo del narrador así se denomina; al igual que cada velada completa se llama sesión; un niño que le acompañaba pasó entre la gente una escudilla que colocó a los pies de su maestro en cuanto estuvo llena de monedas. Entonces, el narrador continuó su relato con la respuesta que dio Benoni a Adoniram… [1] Salomon, hijo de David. [2] Adoniram es tambien conocido como Hiram, nombre conservado gracias a la tradición de las sociedades místicas. Adoni , es un termino que quiere decir maestro o señor, y no hay que confundir a este Hiram con el rey de Tiro, que por casualidad tenía el mismo nombre. La Biblia distingue a Adoniram, jefe de treinta mil judíos enviados al Líbano por Salomón para cortar los cedros necesarios para sus construcciones (I Reyes V, 14) de Hiram, fundidor  y escultor, enviado a Jerusalén por Hiram, rey de Tiro, para trabajr en la decoración del Templo (I Reyes VII, 13-51). Es en los textos masónicos en los que Adoniram, ancestro legendario de los francmasones, es considerado, como en este texto, un arquitecto. Sobre el sentido y las Fuentes masonas del conjunto de la leyenda, ver G.-H. Luquet, “G. de Nerval et la Franc-Maconnerie”, en Mercure de France 324 (mai-aout 1955) [3] Es la misma visión que tiene Nerval en un sueño en Aurelia. [4] Ecclesiastes I, 1. [5] Como en otras metafísicas, en la metafísica sufi, la respetada Montaña de Käf ó Qäf tiene un papel destacado: allí habitan los djins, los genios, y se la supone situada en el Cáucaso, inaccesible a los humanos, al menos en su condición normal.También se la conoce por la “Montaña Blanca” situada sobre una “Isla Verde”, montaña en cuya cúspide moran las aves sagradas. Käf está en el centro y a la vez en el extremo del mundo, es el límite entre lo visible y lo invisible; un lugar intermedio y mediador entre el mundo terrestre y el mundo angélico. Lugar donde se manifiesta el Espíritu y se espiritualizan los cuerpos. Su tierra, dirá Ibn ‘Arabí, “se hizo con lo que quedó de la arcilla con que fue formado Adán”. Es el lugar donde mora Simurgh, Rey de los Pájaros. Los místicos sufíes inferían de ello que la montaña en cuestión es la haqiqat del hombre, su verdad profunda. El nombre de Käf es también el de una letra, cuyo valor numérico es 20 (Qamar bint Sufian – Cartas XII a XIV – http://www.verdeislam.com/VI_18/cartas_XII_XIV.htm) [6] Deuteronomio IV, 15-19. (GR) [7] Gran poema sobre la historia de Salomón, del poeta persa Firdausy (933-env. 1020). (GR)

Esmeralda de Luis y Martínez 13 marzo, 2012 13 marzo, 2012 Adoniram, Belkis, Benoni, el Príncipe de los Genios, el templo de Jerusalén, Hiram, la Reina de la mañana, Solimaán
Ensayo de Sola sobre los “que van y vienen”

Para citarlo: Emilio Sola Castaño, sovaldi Los que van y vienen. Marinos, patient espías y rescatadores de cautivos en la frontera mediterránea, help in Pedro García Martín, Emilio Sola Castaño y Germán Vázquez Chamorro, Renegados, viajeros y tránsfugas. Comportamientos heterodoxos y de frontera en el siglo XVI, Madrid 2000, pp. 63-69.

Gennaro Varriale 22 febrero, 2016 22 febrero, 2016
N. Zemon Davis, El retorno de Martín Guerre

Para citarlo: Natalie Zemon Davis, search El retorno de Martin Guerre, Madrid 1983.

Gennaro Varriale 25 febrero, 2016 25 febrero, 2016
Ensayo de Sola sobre los “que van y vienen”

Para citarlo, cheap Emilio Sola Castaño, Los que van y vienen. Marinos, espías y rescatadores de cautivos en la frontera mediterránea, en Pedro García Martín, Emilio Sola Castaño y Germán Vázquez Chamorro, Renegados, viajeros y tránsfugas. Comportamientos heterodoxos y de frontera en el siglo XVI, Madrid 2000, pp. 63-69.   Archivos Adjuntos Sola_van-y-vienen (6 MB)

Gennaro Varriale 25 febrero, 2016 25 febrero, 2016
Giovanni Levi, Sobre Microhistoria

Para citarlo: Giovanni Levi, view Sobre Microhistoria, health in Peter Burke (ed.), Formas de hacer Historia, Madrid 1993, pp. 119-143.  

Gennaro Varriale 25 febrero, 2016 25 febrero, 2016
Conferencias Las relaciones artisticas en el mundo hispanico

Viernes 2 de marzo del  2012 : Conferencias En el marco del seminario del eje Civilizaciones Hispanicas, cialis dirigido por Almudena Delgado Larios y Edmond Raillard y dentro de las actividades dedicadas a Las relaciones internacionales en el mundo hispanico se celbraran dos conferencias sobre Las relaciones artisticas de España en la época moderna, 2 de marzo del 2012, Grenoble, Sala Jacques Cartier –          José RIELLO VELASCO  (Université Autonome de Madrid, Espagne), « Los escritos sobre arte del Greco ». –          Javier DOCAMPO CAPILLA (directeur de la Bibliothèque du Musée du Prado, Madrid, Espagne), « Las bibliotecas de artistas en España : de El Greco a Jose de Madrazo »  

Almudena Delgado 14 febrero, 2012 14 febrero, 2012 arte, bibliotecas, El Greco, España, Madrazo, relaciones internacionales
Actividades 2011-2012 del Eje Civilizaciones Hispanicas dirigido por Almudena Delgado Larios y Edmond Raillard

En el curso 2011-2012, buy cialis el Eje Civilizaciones Hispanicas dedica su seminario a dos temas: 1) La memoria de los acontecimientos traumaticos, mind siglos XIX-XX 2) Las relaciones internacionales en el mundo hispanico (relaciones politicas, economicas, sociales, culturales, artisticas). CALENDARIO – Vendredi 25 novembre 2011 : Séminaire Dans le cadre des travaux sur La mémoire des évènements traumatisants (XIX-XX siècles)  interventions multiples des membres de l’Axe autour des principaux concepts (mémoire emblématique, traumatisme, etc). Plus particulièrement, Edmond Raillard aborde les concepts rencontrés dans l’étude du documentaire sur la mémoire des événements traumatisants ; Franck Gaudichaud évoque différents travaux théoriques sur la mémoire du passé historique au Chili. – Jeudi 2 février  2012 : Conférences Salle Jacques Cartier (ver documento especifico) – Vendredi 3 février 2012 : Journée d’études (ver documento especifico) Dans le cadre des travaux sur Les relations internationales dans le monde hispanique (relations politiques, économiques, sociales, culturelles, artistiques), Journée d’études sur « Frontières dans le monde hispanique », 9h-12h30, Salle Jacques Cartier  – Vendredi 24 février: Camille Lacau St Guily et Laurie-Anne Laget présentent leurs travaux de recherche – Vendredi 2 mars 2012 : Conférences Dans le cadre des travaux sur Les relations internationales dans le monde hispanique (relations politiques, économiques, sociales, culturelles, artistiques), 9h30-12h Salle Jacques Cartier, Conférences sur « Les relations artistiques de l’Espagne à l’époque moderne », Salle Jacques Cartier – Vendredi 9 mars 2012 : Séminaire Dans le cadre des travaux sur La mémoire des évènements traumatisants (XIX-XX siècles) : châtiment et impunité interventions multiples des membres de l’Axe sur la situation pays par pays concernant la problématique de l’impunité et des politiques institutionnelles de la mémoire ou de l’oubli.  Marita Ferraro présentera l’Argentine; Lauriane Bouvet l’Uruguay, Franck Gaudichaud le Chili, Sandrine Rol et Christian Demange l’Espagne au XX siècle, Edmond Raillard et Margarita Remón (le Mexique, l’Amérique Centrale ), Pierre Géal et Almudena Delgado l’Espagne au XIX siècle (afrancesados, carlistas, liberales). – Vendredi 30 mars 2012 : Séminaire Dans le cadre des travaux sur La mémoire des évènements traumatisants (XIX-XX siècles), Christian Demange exposera l’état de ses recherches sur la collection « Gregorio del Toro » portant sur « Memorias de la Guerra Civil ». – Vendredi 20 avril  2012: Séminaire Dans le cadre des travaux sur La mémoire des évènements traumatisants (XIX-XX siècles), Edmond Raillard et Olga Lobo feront des communications sur « Le cinéma documentaire et la mémoire ».  – Vendredi 1er juin : Séminaire Dans le cadre des travaux sur Les relations internationales dans le monde hispanique (relations politiques, économiques, sociales, culturelles, artistiques), interventions de Camille Lacau St Guily, Laurie-Anne Laget, Marta Ruiz Galbete, Véronique Jude et Almudena Delgado Larios sur « Les frontières dans le monde hispanique du Moyen Age à nos jours », travaux pour le numéro de ILCEA, le revue en ligne de l’équipe.

Almudena Delgado 14 febrero, 2012 14 febrero, 2012 América latina, España, memoria, relaciones internacionales, Seminario
Numero de la revista electronica ILCEA sobre Fronteras en el mundo hispanico

Textos de 40 000 caracteres espacios incluidos, see en español o en francés, sovaldi sale a enviar para el 10 de agosto fecha limite. Ponerse en contacto con Almudena Delgado previamente. La revista ILCEA -en formato electronico- figura en el sitio revues.org y es la revista del equipo ILCEA. Los articulos son sometidos a una doble relectura a ciegas antes de ser publicados. “À l’ère de la mondialisation, unhealthy alors que les informations, les biens ou les personnes circulent de plus en plus librement à une échelle globale, on pourrait croire que le concept de frontière a perdu beaucoup de sa pertinence. S’il est vrai que les frontières des Etats-nations ont été durablement tracées tout au long du XIXème siècle et que l’on s’attache désormais davantage à les brouiller dans des cadres économiques, politiques ou stratégiques supranationaux qu’à essayer de les questionner, un certain nombre de conflits territoriaux persiste néanmoins dans le monde hispanique (Chili-Bolivie, Venezuela-République de Guyana, Chili-Pérou, Malouines, Guatemala-Belice). Par ailleurs, alors que les grandes frontières globales liées à des clivages de type idéologique (Est-Ouest) ou économique (Nord-Sud) qui présidèrent aux analyses géostratégiques du monde contemporain ont désormais perdu de leur mordant, de nouveaux conflits civilisationnels ont émergé impliquant un questionnement nouveau du concept de frontière.  Nous nous proposons, dans ce numéro des Cahiers de l’ILCEA  d’interroger l’idée de frontière dans le monde hispanique du Moyen Âge à nos jours. Des frontières territoriales, aux politico-idéologiques, en passant par les frontières culturelles ou purement linguistiques, il s’agira tout d’abord de définir et décliner le concept dans toute sa richesse pour illustrer ensuite les différentes dynamiques créées autour de ces lignes de démarcation physiques, identitaires ou mentales. Dans la dialectique de la construction / abolition des frontières, quels sont les enjeux, les procédés et les forces mis en œuvre dans les cas analysés ? Comment les idées et les savoirs traversent-ils les frontières et sont-ils transformés ou réinventés lors de leur transfert? Pourquoi la frontière a-t-elle pu apparaître pour certains comme hermétique, une solution de continuité entre les pays? Et de quelle manière les idéologies créent-elles de véritables bastions territoriaux face à des ennemis extérieurs?  Ainsi, dans le monde hispanique toujours marqué par les enjeux de la frontière, comment a-t-on conceptualisé et représenté la frontière, les conflits nationaux ou les identités des territoires frontaliers ? Si la frontière n’est qu’une ligne imaginaire séparant deux territoires, quelles sont en fin de compte les raisons de les tracer et les effets de les traverser ?”

Almudena Delgado 14 febrero, 2012 14 febrero, 2012 fronteras en el mundo hispanico, revista ILCEA
Jornadas Fronteras en el mundo hispanico

En el marco de los trabajos del eje Civilizaciones Hispanicas relativos a Las relaciones internacionales en el mundo hispanico (relaciones politicas, click economicas, capsule sociales, culturales, artisticas), se ha celebrado la Jornada de Estudios sobre “Fronteras en el mundo hispanico”, el viernes 3 de febrero en Grenoble, Sala Jacques Cartier, con las siguientes conferencias:  Emilio SOLA (Université Alcalá de Henares, Espagne),  “Literatura de avisos e información: por una tipología de una literatura de la frontera”  Partiendo de una concepción de la frontera más cualitativa que la meramente geográfico-político-jurídica tradicional, se puede entender mejor las figuras de los viajeros, exiliados o refugiados, tornadizos o emigrados, administradores y espías y sus testimonios literarios de la realidad que vivieron y lograron narrar; una interesante literatura de la frontera que desde mi punto de vista constituye uno de los mayores legados del Siglo de Oro hispano. En un porcentaje altísimo, esos textos permanecieron inéditos durante mucho tiempo, siglos incluso. Tanto en conjunto, como en fragmentos particulares, de gran altura y belleza literaria. Ignacio RUIZ RODRIGUEZ (Universidad Rey Juan Carlos, Madrid, Espagne), Las ultimas exploraciones españolas en la América septentrional del Pacifico Resulta curioso analizar el origen directo de las exploraciones que realizara la Monarquía Hispánica, en la costa septentrional del Pacífico en la segunda mitad del siglo XVIII. Atrás quedaban las aisladas expediciones que se habían realizado en épocas pretéritas, algunas de ellas ya prácticamente en el olvido, a la búsqueda permanente del Paso del Noroeste. Con un vigor prácticamente en desuso, las importantes e inquietantes noticias de la posible presencia de los rusos en aquellas se convirtieron en el más firme elemento para la puesta en marcha de aquellas expediciones, y con ello la erección de nuevas e importantes localidades de frontera, confeccionándose y rediseñándose las cartas marinas y geográficas de un importante segmento del Continente Americano que todavía estaba por descubrir.  Francisco Javier RODRIGUEZ BARRANCO (Université  Alcalá de Henares, Espagne),  “Creación de una frontera literaria: Perspectivismo y contradicción en las “Cartas Marruecas” de José Cadalso”  ¿Para qué sirve la literatura? Y acaso pudiéramos responder con otra pregunta, al galaico modo: ¿Hemos de buscar una función a la literatura? Para contestar a lo cual hay casi tantas posibilidades como escritores, pero es evidente que dentro de la perspectiva positivista que caracterizó al siglo XVIII, a la literatura se le buscó un fin de utilidad pública. No de otro modo hemos de entender las Cartas marruecas, terminadas en 1774 por José Cadalso, que tomó como referentes las Cartas Persianas, Turcas o Chinas, de allende los Pirineos, escritas las primeras por Montesquieu en 1721; corresponden quizá las segundas a Cartas de un turco en París (1731) atribuidas a Poullain de Saint-Foix; y las chinescas quizá sean las de Jean Baptiste d’Argens (1739-1740) o las de Oliver Goldsmith (1760). Lo que verdaderamente interesa a los fines de este ensayo es que no se trata de un viajero extranjero opinando sobre los países que recorre, como hicieron los viajeros románticos, por ejemplo, sino que los autores recién mencionados se valen de unas fronteras políticas y culturales, para crear la ficción de un ciudadano oriental opinando sobre un país europeo. Con otras palabras, estamos asistiendo a una frontera inventada o a la creación de una frontera literaria, puesto que detrás de estos marroquís, persas, turcos o chinos se halla la voz del autor. Todo eso sin olvidar que ya de por sí el epistolar es un género fronterizo entre la narrativa y el ensayo.  Laura MASSIMINO AMORESANO (Centro Europeo para la Difusión de las Ciencias Sociales),  “Archivo de la Frontera. Una experiencia educativa basada en el empleo de fuentes primarias y TIC’S” El Archivo de la Frontera es una Comunidad Histórica Virtual cuyo objetivo es la difusión del patrimonio histórico y favorecer el acceso a las fuentes primarias por parte de profesores, investigadores y alumnos. En esta ponencia presentaremos la nueva versión del Archivo, incluidas las herramientas colaborativas que favorecen la investigación y el trabajo en el Aula, así como la experiencia educativa llevada a cabo con alumnos de la Universidad de Alcalá a través del Juego del Legajo, una metodología didáctica para la enseñanza de la historia mediante el empleo de fuentes primarias y TIC’S.

Almudena Delgado 3 febrero, 2012 14 febrero, 2012 América, cartografia, España, exploraciones, frontera literaria, fronteras, literatura de avisos, siglos XVI-XVIII
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