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Avisos de Argel del genovés Luis Brevez Fresco del verano de 1581

UNA ESPLÉNDIDA RELACIÓN DE AVISOS La presentación de la biografía de Antonio de Sosa por María Antonia Garcés, pharmacy en su edición americana de la Topografía de Argel, es de una gran riqueza de fuentes documentales primarias, tanto de los grandes archivos españoles de Simancas, de Asuntos Exteriores o del Instituto Valencia de don Juan, como italianos, particularmente sicilianos, como el catedralicio de Agrigento. De esa riqueza documental, por cortesía de la autora, pudimos actualizar y versicular para el AdF un documento en italiano de gran clasicismo en ese momento, una relación de avisos de un mercader genovés, Luis Brevez Fresco, del verano de 1581, y en cuyo texto salta la noticia de la fuga de Antonio de Sosa de Argel. La relación de avisos procede del Instituto Valencia de Don Juan, Envío 62, Caja 2, fols. 25-26, según nota 198 del texto comentado de M.A. Garcés sobre Antonio de Sosa. Sobre la transcripción, hicimos una traducción del italiano, sin duda muy perfectible, y fue actualizado y versiculado el resultado, añadiéndole titulillos marginales para cada párrafo o materia de interés. ENSAYO DE TRADUCCIÓN: Conservamos Ochali, en honor de Sosa, y no Uchalí, como le decía Cervantes. – Simplificamos Giafer Bajá, Rey de Argel titular, podría decirse, en ese momento. – Conservamos el Ochali de Sosa como mejor manera de traducir Lochiali o Lochali o similares. – Mazul es el cesante, el que ha salido de un cargo y aún no ha obtenido otro; Mazul Aga tendría ese sentido de ex-aga o cesante. Los personajes que aparecen en la relación de avisos son indicativos de la amplitud de la narración resultante, comenzando por el autor, el mercder residente en Argel Luis Brevez Fresco: ? Los reyes de Cuco y La Abés, y sus hijos, señores de la Cabilia. ? Giafer Bajá, gobernador de Argel, o rey de Argel en la vox-pop del momento. ? Miguel de Moncada, noble valenciano. ? Caito Mamet, que era el patrón del doctor Sosa, un judío muladí de Argel. ? Mujer de un “Baluco Bassi” multada por adulterio. ? Isuf Ogia, arráez enviado de Bicerta por el Ochali. ? Alí Bajá o Uluch Alí, el Ochali, el Capitán o General del Mar otomano. ? Morato Aga, muladí de la casa de Ochali, enviado a Trípoli. ? Hasán Bajá o Hasán Veneciano, exrey de Argel, de la casa de Ochali. ? Antonio Senchio, enviado por Ochali a Francia. ? Joven francés relojero que se ha hecho turco. ? Dioniosio Spinola, gobernador de Tabarca. ? Marco Antonio Colonna, virrey de Sicilia. ? Cautivos franceses en Tabarca. ? Fray Alphio Capuchino, rescatador de cautivos. ? Oratio Donagio, patrón de nave para Génova. ? Cautivos “Canagheri”, a la espera de rescate. ? Los genízaros de Argel y los de Estambul con conflictos en Argel. ? Caito « Alí Pichenino », con problemas de deudas. ? Mami Gancho, arráez de galeota. ? Embajadores del rey de Fez, de paso a Estambul. ? El cónsul de Francia. ? Morato Arráez. ? El Aga de les genízaros y otro, Cartagiali, que vino con él de Estambul. ? Ramadan Bajá, exrey de Túnez y de Argel, de la casa de Ochali. ? El nuevo Aga elegido por los genízaros. ? El « Odabassi » (Bash Odas) y « Mesno Bassi » y Aza Bajá, enviados de los genízaros a Ochali. ? Bernicheloru Mazul Aga, uno de los genízaros principales, « una cabeza bizarra y bravo hombre ». ? Ochali (o Escandeliza), antiguo arráez de Argel. ? « Catramosa » (Caito Musa ?), genízaro principal en las reclamaciones. ? Morato “Gantio” (Mami Gancho?) y Sanico, dos arráeces de Ochali. ? Hasán Corso, chiaya de Ochali. ? Un turco enfermo que hiere a su patrón. ? Roldán, mercader valenciano. ? Bartolomé Pessette, mercader corso. ? Una mujer que dicho Roldán había comprado con una hija suya. ? « Giaches Ferra », francés, con una nave de Marsella, con aviso de peste en Lion. ? Cigala, sin cargos en Estambul, rumores. ? Alí Pachá, nombrado « Nes Pachá ». ? Arráeces « Sup. Ogia », Hasán Bajá de Cantali y « Giacer Montale », que se dirigieron al Estrecho. ? Patrón de nave « Ant. Talss », que va al Colo y después a Marsella. ? Marcello Doria, de corso por el mar. ? El « Mufti » (Mofeti) de Estambul, que es como el papa. ? Dos cristianos que matan a su patrón en los Monasterios. ? El capitán Perarchi, apresado por Ochali por problemas de cuentas. ? Bajá, exrey de Trípoli y Túnez, eunuco del serrallo del Gran Turco. ? El hijo de « Cara » Mostafa, Maltrapigli (Maltrapillo), Giafer Genovés y « Cuchuich » Morato, corsarios. ? Chaia Chilibi que piensan que se quedará en Argel como rey. ? Juan Andrea Doria prepara sus galeras para transportar a la Emperatriz de España. ? Bartolomé Somma, patrón de nave que viene de Barcelona. ? Stefano Boero, fraile rescatador de cautivos que estaba de partida para Mallorca. ? Amisa Rais (o Arráez) y Hasán del Morabuto, arráeces corsarios. ? Antonio Borlas, que tiene cuentas con Hasán Veneciano. ? Tiberio Imperato, rescatador de cautivos del reino de Nápoles. ? Andrea Becarello, rescatador de dos cautivos, Cipriano Andora y Estefanino. ? Las mujeres de Bendelli Alí, que piden justicia por su muerte. ? Sabam Veneciano, antiguo cómitre de Hasán Veneciano, encarcelado en Bona. ? Corsarios ingleses que se abastecen en Argel. ? Morato Arraez el Grande. ? Patrón de nave “Stave” Bertone, apresado por Morato con rica presa. ? Sebastián Doi catalán, patrón de nave apresada. ? Se citan el Gran Turco, el rey de Francia, el de España, el de Fez, un embajador a Fez de Felipe II y a Juan de Margliani, aún en Estambul.   Relación de las cosas sucedidas en Argel desde el 10 de julio hasta este día 27 de agosto (de 1581). Paz entre los reyes cabiles, el de Cuco y el de Labés El mismo día se supo que el rey de Cuco y el rey del Abés han hecho la paz, y los hijos del uno y del otro se han encontrado para celebrarlo. Y, así, tanto en un reino como en el otro se han hecho grandísimas fiestas y banquetes, a su usanza, con muy finas mieles y similares manjares; por lo que se sospecha que no van a mantener la paz con este Rey. Por lo que Giafer Bajá, al presente rey de Argel, se prepara para ir en campaña. Y cuando el hijo del rey de Cuco fue a visitar al rey de Abés, llevó consigo 1500 arcabuceros; y cuando el de Abés fue a visitar al de Cuco, llevó 1500 arcabuceros, y a todos se les dio un banquete. Presa de una fragata corsaria El 11 (de julio) llegó una fragata que había ido en corso, y cerca de “Abcantera”, en un lugar de don Miguel de Moncada, embarcó a 46 “Zagariti”, a diez ducados por cabeza, y entre ellos cuatro mujeres y seis niños. Y el Arraez les ha tomado ropa (o bienes) por valor de otros 500 ducados. Huída del doctor Sosa y gestiones de su amo, Caito Mamet, judío muladí El 13 (de julio) el Caito Mamet, que era el patrón del doctor Sosa, organizó un grandísimo escándalo por la huida del dicho doctor Sosa; no sólo envió llave (o consignas o contraseña) por tierra sino también hizo toda diligencia posible por mar, mas no ha recibido noticia alguna, por lo que se juzga que haya llegado a España a salvo. E hizo pregonar bando de que a quien se lo trajera le había de dar el doble por ciento. Multa o composición – tal la ley del encaje cervantina – a una adúltera El mismo día el “Mezuaro” sorprendió en adulterio a una mujer de un “Baluco Bassi” y la multó (composición o acuerdo o ajuste económico) con 500 doblas; y después corrió la voz de que se había huido de la cárcel, y se desató una gran borrasca (jaleo o discusión) con Giafer Bajá al enterarse de tal composición (económica). Yufu Ogia trae noticias de Ochali en Bona (Annaba, Hipona) El 16 (de junio), a las 23 horas, llegó aquí Isuf Ogia con su (galeota?) enviado de Bicerta por el Ochali. Y trae la noticia de que dicho Ochali había llegado a Bona con 55 galeras; y salió de Estambul con 80, pero algunas las dejó antes de llegar a Navarino porque no eran aptas para navegar, y dos las hizo volver a Estambul con el presente del rey de Fez, habiendo hecho volverse atrás al capitán de Argel… y la galeota del rey de Fez, que llevaban el presente; y lo envió con dichas dos galeras; de modo que se quedó con 60 galeras, de las cuales 33 son de (“Janare”, jenízaros?), y se dirá su nombre luego. Hasán Veneciano tiene dominio sobre Ochali Tras llegar Ochali a Bicerta, envió a Morato Aga, su renegado, a Trípoli con cinco galeras para hacer que el ejército de ese lugar viniese a Argel por tierra junto con el de “Tamisi” (Túnez?). Dicho Ochali viene para ir a Fez, y es todavía General del Mar; pero Hasán Bajá lo manda y lo hace todo sin que ninguno lo contradiga, ni el mismo Ochali se atreve a contradecirle. Y ha sucedido que, habiento ordenado Ochali alguna cosa, y no gustándole a Hasán Bajá, no se ha hecho; y queriendo dicho Hasán Bajá alguna cosa y no queriéndola Ochali, no se ha hecho sino la voluntad de Hasán Bajá; y parece que lo teme y que tiene miedo de él. En suma, tiene dominio sobre él. El mercader Antonio Senchio y Ochali en Bona Desde Bona, dicho Ochali mandó muchos hombres por el país para ordenar que fuesen enviadas todo tipo de vituallas a Argel (o Argelia?) y se ha dicho que dicho Ochali quiere enviar dos galeras a Francia y que quiere que vaya con ellas Antonio Senchio; el cual Senchio en Bona hizo un bellísimo presente al Ochali, y entre otras cosas un reloj hecho como una galeras que voga con catorce remos y personajes, y cuando están todos se pone en movimiento y la galera voga; y ha costado en Francia 3000 ducados; y con ello, le ha dado a un jovenzuelo francés que gobierna (o maneja) dicho reloj, y se ha sabido que se ha hecho turco. De Tabarca le enviaron un presente, pero fue poco apreciado por ser pequeña cosa; y mientras remolcaban a la fragata que lo trajo, embarrancó dicha fragata y mostró tenerlo como augurio, pues se turbó mucho; pero hizo levar los remos y recuperar a los hombres, y con otra galera, después, lo envió a “Habarea” (Tabarca?). Todas las galeras de fanal han remolcado a las otras, y con estas 60 galeras ha venido toda la potencia del Turco, y con gran esfuerzo se ha conseguido armar (“portato armare”?) Conflicto con franceses de Hasán Veneciano en Tabarca Hasán Bajá fue a “Habarea” (Tabarca?) porque había sabido que en ese lugar estaban 8000 ducados de la talla (o tasa o rescate) de los (fr., franceses o frailes) para procurar apropiárselos, como hizo, a pesar de que se opusiese el señor Dioniosio Spinola, gobernador de ese lugar, que tenía orden del señor Marco Antonio Colonna de no pagar cosa alguna si antes dichos (franceses o frailes) no eran puestos en libertad. Pero este Hasán Bajá pensó de inmediato la manera de engañar o estafar a uno y a los otros, como hizo; y, así, puso en libertad a dichos (franceseso o frailes), que se embarcaron en una nave que se encontraba en este lugar, y entonces dicho señor Dionisio no pudo evitar hacer el pago. Una vez recibido los dineros, por la noche, estando dichos (franceses o frailes) embarcados, dicho Hasán Bajá se arrimó con su galera y volvió a tomar a estos (franceses o frailes), amenazando incluso con tomar la nave; y, así, se la ha traído consigo aquí, a Argel. Es verdad que ha prometido dejar ir a fray Alphio Capuchino a procurar lo que resta de dicha talla (o rescate); el cual pensaba pasar a España, pero después le ha parecido mejor ir a Génova para después pasar a Milán, Venecia y toda la Lombardía; y se embarcará con Oratio Donagio que partirá para dicho lugar de Génova en tres días. El tal Hasán Bajá ha traído también aquí a todos los “Canagheri”, y hasta el momento no ha venido el rescata de ninguno de ellos. Llegada de Ochali a Argel el 17 de junio a mediodía El 17 (de junio) a mediodía llegó aquí Ochali con 55 galeras y se le hizo una bellísima entrada (o recepción), a pesar de que los genízaros murmuraban que no le quería recibir; no obstante se tranquilizaron y no les quiso aumentar la paga como es lo acostumbrado por los otros reyes, por lo que quedaron muy mal satisfechos (o contentos). Verdad es que cuando lo acompañaron les hizo dar un saquito de sultaninos, que eran 3000, y surgió una disputa entre los genízaros de Argel y los de Estambul porque ninguno de ellos quería acompañar solo a dicho Ochali; sin embargo, se arreglaron y fue acompañado por los de aquí, y entre ellos estaban el “Odabassi” y el “Balucobassi” de Estambul. (Parece que hay un salto, comienza PICT 04…) (Pero la gente) se salvó. Caito « Alí Pichenino » ha recuperado cien doblas, que le tomó Giasco (Giafer ?) Bajá, por orden de Ochali. Embajada a Marruecos con arraez Mami Gancho A las dos de la noche han salido para « Tutavano » (Tetuán) dos galeotas, una del « Rey de Fez », la que iba con el presente y Ochali la hizo volver atrás, y otra de Mami Gancho; y llevan a los embajadores que iban al Turco; esto es, uno de los dos. Y manda Ochali pedir 5000 escudos para los gastos de la armada, el diezmo de los 800 cristianos de la Rota (o derrota) del rey de Portugal, y (« motigali ») 2000 (escudos) al año de tributo, amenazándole con quitarle el estado (el poder) si no le da todo, y si se lo da que lo dejará en el estado (en el poder) sin molestarle. Ochali, Morato Arraez y los franceses El cónsul de Francia procuraba recuperar todos los franceses que son esclavos. Y, así, se ha quejado a Ochali sobre cómo la presa de los (arraeces o rais?) son naves francesas. Y, así, este Ochali ha mandado llamar a Morato Rais y a los otros cuatro, y les ha dicho que quiere que dicha presa se meta en el depósito hasta tanto se aclare si es de franceses; y que a los leventes les daría el diez por ciento. Sabido esto, los Arraeces han liberado algunos franceses y han hecho un presente a Ochali de no sé cuántos miles de escudos, y todo queda arreglado. Y para mostrar Ochali que quiere seguir lo que han dicho (o acordado), ha quedado en avisar al cónsul de que se toman todos los franceses, aunque no ha conseguido más que de cuatro a cinco. Junta, Divan o Duana de jenízaros y conflicto por pagas El 28 (de junio) los genízaros han reunido Junta (Divano, Duana) ante el Ochali para hacerle escribir (o registrar) las pagas que son de los chacales que están forzados en galera, y no solo no se los ha querido registrar sino que también ha amenazado a los genízaros, si querían hacerse colgar del cuello (o ahorcar). Conflicto sangriento entre genízaros y con Ochali El 29 (de junio) los genízaros ya se habían puesto descontentos por lo sucedido; y, así, tomaron ocasión de quejarse porque el Ochali había dado pólvora y balas a los genízaros de Estambul; y, así, se amotinaron y dijeron que no querían ir al ejército (o en campaña) con Hasán Bajá si no iban tantos de Estambul como de ellos, dando a entender a las claras que si solamente ellos iban en campaña, Ochali se quería adueñar de la tierra y poner en la guardia de ésta a dichos genízaros de Estambul, para después expulsarlos a ellos y asesinarlos a todos. Y, así, cuando se salieron del Duano (Junta, Duana), fueron a Ochali y le dijeron que querían saber quién era el rey de esta tierra, y que querían ver el comandamento (la orden) del Turco. Y no se la ha querido mostrar, por lo que han entrado en grandísima sospecha, teniendo dudas sobre si entre ellos no tendría partidarios; porque ya tenían por sospechoso al Aga y a otro Cartagiali que vino con él de Estambul, y otros tres que en el tiempo de la tormenta (jaleo o discusión) de Hasán Bajá fueron apartados de allí; y eran « Baluco Bassi », y habían ido a Estambul con ese Hasán Bajá, y les había hecho dar (en blanco) a cada uno, que son de ingresos al menos 500 escudos al año ; y eran aquellos que llevaban el dinero y los presentes por parte de Ochali a los genízaros para atraerlos a la parte de dicho Ochali. Y vueltos al los mataron. Mataron al Aga y al Cartagiali, y hubieran matado incluso a los otros si los hubieran encontrado; el cual se llamaba « Giaser » (Giafer?) Aga. Los grupos de genízaros que cobran la garrama Visto esto, el Ochali tuvo a bien ir a embarcarse porque pusieron guardias en las puertas y… dichos genízaros no quisieron que se embarcase. Había un « campamento » (cuerpo o grupo militar) fuera para entrar y el Ochali no quería que entrase, pero lo hicieron entrar, y mandaron llamar de inmediato al otro; estos son grupos militares que los bajaes mandan a las « garramas », esto es a recoger los diezmos. Los cuales genízaros dejaban entender que querían que « Giafer » Bajá volviese al primer lugar, puesto que el Ochali no les ha mostrado los comandamentos (órdenes del Turco), diciendo que no querían aquí tantos reyes ni tantos bajaes, que causan mucha confusión los « Ogobassi », que son los que están para ser Aga, y los « Bassodas », que son aquellos sin los que el Duano no puede concluir (o decidir) cosa alguna. Sigue el conflicto entre Ochali y los genízaros Tras matar al Aga, fueron al Ochali y le dijeron que habían sabido que él los quedría hacer pedazos (o matar), y que querían saber la causa, puesto que así les había sido referido por aquellos que también le decían a él lo que no era, y que esta era la causa por la que habían matado a los dos; y que así había que hacer con quienes iban (informaban o intrigaban?) de una parte y de otra; y, así, bajaron la cabeza en señal de reverencia, diciéndole que si merecían castigo por esto que se lo diese. A lo que respondió que no era verdad, que él jamás tuviera tal ánimo (o intención), y que él no ha venido aquí para quitarles nada de lo que se les solía dar; y esto porque ya le había hecho quitar la comida del día, y muchas otras cosas como carne, miel, manteca y arroz, que se suele dar al Aga y a muchos otros; y que si tomaban Fez, que si a los otros les aumentaba una dobla en la paga, que no les quería acrecentar dos; y que si los genízaros de Estambul lo habían referido (o vuelto a hacer?) mal, que al saberlo les habría castigado muy bien, y si eran como ellos que los castigara, porque así era justo, porque su intención era sólo el deseo de castigar a los bellacos. Los genízaros más enfadados con Hasán Veneciano que con Ochali Dichos genízaros están más airados (o enfadados) con Hasán Bajá que contra el Ochali, porque dicen que él ha causado todo este mal. Y que ha hecho venir aquí al Ochali sólo para vengarse de ellos. Y están enfadados incluso con Ramadan Bajá, al cual solían venerar mucho y tenerlo por padre. Y esto dice que es porque él, junto con Hasán Bajá, ha traído aquí a la armada. Los « Solachi » que suelen estar en la guardia del bajá, se fueron al « Dacino » y lo dejaron, cuando mataron a Cortogiali, habiéndose ajustado (« legato ») que si lo ponían en su lugar que les contaría bastantes cosas; y de la misma manera los « Odobassi » mostraron quererlo salvar; pero los « oldas » lo mataron porque así lo habían acordado entre ellos. Estando en este motín, los genízaros no hacían saber nada al bajá, como era habitual informar de todo al rey, ni el rey a ellos ; y, así, eligieron un nuevo Aga, estando en estos tumultos, y nada más elegirlo fueron los genízaros a casa del Ochali, como es costumbre ir al bajá para que sea confirmado por él. Y fue allí con muchos « Balucobassi », y se volvió sin hablar con el Ochali; pero hablaron con Hasán Bajá, general por parte del Ochali, que aceptó el nuevo Aga. Visto esto, los genízaros ordenaron que todos los cristianos debían embarcarse, porque temían que en caso de refriega fueran ellos el mayor enemigo que tenían, y particularmente los venidos de Estambul; también dispusieron que Alí Bajá y todos los venidos de Estambul deberían volver a Estambul; y esta resolución se tomó con el nuevo Aga. Y, en suma, se permitieron decir que no querían aquí más de un bajá, y que querían que fuera « Giafer » Bajá puesto que el Ochali no ha mostrado las órdenes (o comandamento) del Turco. Dichos genízaros hablaron con el Ochali de este modo: que se contentaban con ir a Fez con ellos, puesto que habían venido para aquella empresa, pero que no querían que se impidiera hacer castigar a los bellacos. Y esto lo han dicho porque él no quería que mataran al Aga y a los otros dos. Y también le han dicho que si él quiere quedarse aquí, ellos estarán muy contentos. En este tumulto los genízaros amenazaban con matar a Ramadán Bajá porque había consentido que viniera la armada acá; y que debía haber venido él solamente porque de inmediato hubieran tomado Fez, como ya antes habían hecho dos veces. Volvieron después a decir al Ochali que si venía por rey de aquí, o para andar a Fez, que mostrase la carta del Gran Señor; y que de inmediato se irían con él. Y no se la quiso mostrar. Mientras tanto se hizo de noche, y el Ochali hizo dormir en su casa y en el contorno vecino a 800 genízaros de Estambul, armados, porque se temía que por la noche podía surgir alguna revuelta. Noticias de Tetuán y alarmas corsarias El 30 (de junio) llegó aquí de Tetuán (Tutuano) la galeota del « Caxes » y se supo que en Fez ya tenían noticia de la armada y que se preparaban para combatir. Y ha pasado (o viajado) en seis días. Se ha dicho que las galeras de Malta han apresado a Morato Aga, que fue enviado por el Ochali a Trípoli con cinco galeras, pero no se tiene por cierto. Sigue el conflicto de Ochali y los genízaros Todos los genízaros fueron a donde Ochali porque quieren ver las órdenes escritas (o comandamento) del Gran Señor, si son para ir a Fez o para quedarse aquí. Y no se las quiere mostrar. Y también enviaron a decir a « Giafer » Bajá que volviese a su puesto, el cual ha respondido que no quiere. Y el Ochali, entonces, ordenó que de nuevo fuesen echadas al mar las galeras que había hecho sacar a tierra. Poco después de sucedido esto, el Ochali aceptó al nuevo Aga. Y cuando lo fue a visitar, le dio un caftán de brocado. Y, así, le dijeron los genízaros que querían saber lo que había venido a hacer aquí, a lo que les respondió que para ir a tomar Fez. Le dijeron que para hacer esto no era conveniente sacar las galeras a tierra, y así hizo embarcar los « vasi » (o bucos ?) y los « palati » (palamento o remos ?). Le dijeron también que para tomar Fez no les era necesario él, y que podían tomarla otra vez como lo habían hecho otras dos veces. Y que se lleve de aquí a tanta gente y galeras, porque podría quemarlas algún moro, estando las galeras en tierra, o incluso suceder alguna fuga de cristianos y hacerlo ellos. Y que ya se avecinaba el invierno y al estar aquí tanta gente se morirían de hambre. Y que lo habían de hacer puesto que no eran necesarios. Cuando supo de todo esto, el Ochali dijo querer volver a Estambul porque veía que ellos estaban buscando revueltas. Sabido esto, los genízaros le dijeron que se habrían contentado con que se quedase aquí, con diez galeras, no ya como bajá, salvo con comandamento (o orden) del Gran Señor; y sin concluir nada los genízaros se fueron y todo quedó así, en suspenso, y medio tranquilizados, aún fiándose poco unos y otros ; verdad es que los « Bassodas » volvieron a la guardia del Ochali, « como » bajá, como es lo acostumbrado. La principal causa que hizo morir al genízaro Aga fue que en el Duano (Junta o Duana) dijo a los genízaros que no estaban en el buen camino; a lo que respondieron : ‘Entonces, ¿somos rebeldes ?’ También les dijo: ‘Si vosotros sois rebeldes, entonces yo quiero ser rebelde, pero no estáis en el buen camino’. Y entre ellos dijeron: ‘Este es del bando del Ochali’. Y se fueron los Mazul Aga; y una vez idos, lo mataron y lo hicieron cuartos (o descuartizaron). El Ochali hizo decir a dichos genízaros que se fuesen a Fez con Hasán Bajá y Ramadán Bajá, pensando así tranquilizarlos, pero consiguió lo contrario; y que el tenía a bien el irse. Y por tal causa tomaron odio también contra dichos Hasán y Ramadán Bajá, pues se temían que en esto podía haber algún tipo de traición. De nuevo envió a llamar el Ochali a los genízaros y les dijo que ellos, con su Aga, se dirigieran a Fez; y que él iría a Porto Novo y, mejor dicho, pondría su acampada con la gente de las galeras, y después, todos juntos, se dirigirían a Fez. No quisieron decidirse, sino que le dijeron que iban a ir a decidirlo al Duano porque faltaban muchos, y que ellos sin los otros no podían tomar la decisión. Vueltos al Duano decidieron que no querían ir, diciendo que una vez que ellos se hubieran ido, él volvería aquí con las galeras y se apoderaría de la tierra. No supo el Ochali que respuesta darles; hasta que, de repente, se fue a embarcar, temiéndose lo peor, e hizo embarcar toda su ropa (o bienes) y gente, con determinación de irse de inmediato a Estambul. A mediodía todos habían embarcado, así como la mayor parte de la ropa, y metido dentro el palamento (o los remos). Y una vez embarcado, fueron a él de parte de los genízaros el « Odabassi » (Bash Odas) y « Mesno Bassi » y Aza Bajá para saber quién les dejaba por Rey; con orden de que, si les decía que les dejaba a « Giafer » Bajá, que lo aceptasen; pero si les decía que quería dejar a otro, que no lo aceptasen si no les mostraba el comandamento (u orden escrita) del Gran Señor. Y que aún si tenía tal comandamento, que no lo aceptasen si no se obligaba a darles sus pagas y partes, y mantenerles todos sus privilegios. Entre estos « bisbigli » (o toma y daca) no faltaron personas que procuraban acomodar las cosas; y, así, a las 22 horas se hizo la paz. Y el Ochali desembarcó con toda la gente, tras prometer no derogar ni un punto de los privilegios de estos genízaros, sino aumentarlos. Bernicheloru Mazul Aga, uno de los principales y una cabeza bizarra y bravo hombre, que en otra ocasión dio un bofetón al Ochali (o Escandeliza), estuvo dos días en el Dua(no), porque éste era uno de los que el Ochali quería hacer morir, y no quiso ir a la galera cuando se hizo la paz, a pesar de que fuese como principal Mazul Aga. A pesar de que a él le tocaba ir como uno de los principales Aga. Y dijo… ‘Yo he hecho cuatro cosas por cada una de las cuales merecería cuatro muertes, pero todas las he hecho para el mantenimiento y no por privilegios’. Al cual le respondieron que no pusiese en duda que todos estaban dispuestos a morir antes que dejarse quitar un cabello. Y con él fue « Catramosa » (Caito Musa ?), hombre principal cercano a él. Habían decidido con firmeza dichos genízaros que si el Ochali se iba, que antes dejase restituído a « Giafer » Bajá todo aquello que le había tomado a todos los otros; y de esta revuelta había sido inculpado dicho Giafer Bajá, y no merece tal culpa. El Ochali, después de hecha la paz, les (reprochó) mucho que hubiesen matado a los dos. Le respondieron que se lo merecían. Y, además, cómo eran de aquellos de la tierra que le decían a él mal de ellos, como eran también los dos que les confirmaban cómo él los quería matar a todos. A los que les respondió que no se fiaba de ellos, e incluso les dijo que si querían los haría reenviar a Constantinopla. También les dijo el Ochali que no tenían que pensar en absoluto que él hubiera venido aquí sin comandamento, a pesar de que no lo hubiese mostrado, y que sabían bien que él mandaba en toda Turquía; con lo que se había resuelto a venir a dejar (su hacienda ?), y que había traído consigo todos sus bienes para dejárselos a ellos, puesto que aquí comenzó su grandeza; y muchas otras dulcísimas palabras. Con todo esto, dichos genízaros no desconfiaron y tenían sus dudas sobre si no serían engañados con tales palabras. Argel en los primeros días de agosto El 2 de agosto, el Ochali ordenó leer el comandamento del Gran Señor a los genízaros. A la hora de comer el dicho Ochali fue a la “amà” (Yema o Junta o Duana?) con todos los bajaes y fueron allí para plantar su pabellón y para decidir enviar el campo (o ejército) fuera; y fue allá acompañado por los genízaros de Estambul… y Cartagiali de aquí (?). El Bajá ha echado bando de que ningún turco ose tener problemas con otro porque no está bien que creen querellas si no es con los cristianos, y que ninguno hable mal del otro; y se les procurará rehacer lo que sea de paga al aumentarla dos veces, y si no va con paga, le dará cinco veces; y no denunciándolo y sabiéndose, se castigará a los dos. El 9 (de agosto) llegron aquí dos galeotas que Alí Bajá dejó en los Monasterios, una de Morato “Gantio” (Mami Gancho?) y la otra de Sanico. Se ha sabido que estaban galeras de cristianos en la Goleta, unos decía diez, otros doce, cosa muy disconforme, pero cosa cierta es que había alguna. Un turco enfermo hizo llamar a su patrón y con un cuchillo le dió en el pecho, y depués le dio a él tres heridas y murió; y el patrón, de aquella herida, estuvo a la muerte. Y esto pasó sobre la galera de Hasán Corso, chiaya de Ali Bajá. Y dicho turco hizo esto por desdén (ofendido) pues había estado su patrón tres días sin ir a visitarlo. El 4 (de agosto) salió la nave inglesa (?), la gruesa, porque la otra, por la gente perdida, no se pudo armar para ir en corso (+/-?). Hasán Bajá hizo encadenar a Roldán, mercader valenciano, y a Bartolomé Pessette, mercader corso, porque le tomó una mujer que dicho Roldán había comprado con una hija suya; y temiendose que fuese a quejarse al Ochali, le hizo encadenar. Verdad es que le ha hecho restituir el dinero del patrón de quien la compró. A mediodía ha llegado la naveta de « Giaches Ferra », francés, venida de Marsella, hecho el viaje en cuatro días desde Marsella (+/-), y se ha sabido que en Lion hay peste. Se ha sabido que el Cigala, en Estambul, no tenía ya ningún cargo, por haber sido encarcelado pues quería huir a la cristiandad; pero ha vuelto con los suyos; le han dicho también… de Alí Pachá, lo han nombrado « Nes Pachá ». Salida de naves de Argel El 6 (de agosto) se fueron veinte galeras, diez para Estambul y las otras para ir a Bona a por trigo, aunque otras se cree que han ido de escolta de « Monte Aga », que fue para Trípoli. Sobre la galera de Ochali duermen 50 genízaros de la tierra cada noche porque no quieren que se pueda embarcar sin su conocimiento. Hasán Pachá (o Bajá) me ha hecho encadenar diciendo que había rescatado a tres de sus cristianos que habían huido cuando se fue de aquí; y si bien fueron rescatados por « Amda Sueasetto », ha sido necesario para liberarme pagar 200 escudos de oro en oro. El 9 (de agosto) partieron tres galeras para ir en corso, a saber, « Sup. Ogia », Hasán Bajá de Cantali y « Giacer Montale », y se dirigieron al Estrecho. El 10 (de agosto) salió « a la sala » (o la oración ?) la barca de « Ant. Talss » para el Colo y después pasar a Marsella. Se ha sabido que el Ochali ha venido aquí bajo el pretesto de que muchos navíos cristianos andaban en corso, y entre ellos Marcello Doria ; y ha salido fuera para procurar extirpar a los corsarios cristianos. El « Mufti » (Mofeti) de Estambul, que es como el papa, ha hecho una súplica al Gran Turco diciéndole que no puede ser buen turco quien levanta la espada contra otro turco, y por esto Ochali procura hacer tributaria a Fez sin guerra, porque esa es la voluntad del Turco. « Iles » (Ilias o Elías, o Alí?) Bajá ha (¿ofrecido?) un millón de oro al Turco, « gran » capitán del Mar, y todos los del Serrallo le favorecen por ser también él del Serrallo. Se tiene por cosa cierta que si Hasán Bajá no se hubiese ido con el Ochali, habría tenido toda cortesía; y todo el mal que hace Hasán Bajá viene de que Ochali dice no haber venido aquí para ganar dinero, sino sólo para gastarlo y ganarse un buen nombre con todos. El Ochali, en los Monasterios, hizo justicia de dos cristianos porque habían matado a su patrón; porque, habiendose concertado en llevarle la galera, volviéndose dichos dos cristianos al jardín con dicho su patrón, y habiendo los otros cristianos tomado la galera, viendo perdida la libertad, resolvieron matarlo. Y después, como desesperados, se embarcaron en una barquita sin remos ni vela; y, así, fueron por ello condenados. El 12 (de agosto) el Ochali envió a llamar a todos los mercaderes y les ha dicho que los ha mandado llamar para hacerles saber cómo el capitán Perarchi era el mayor bellaco y el mayor traidor que se puediera imaginar; y a esto estaba presente el dicho Perarchi; y lo replicó por tres veces, y le dio 700 bastonazos, y después lo mandó a galera, amenazándolo con hacerle morir; y esto porque, aunque ponga como excusa que un hermano del dicho envió los dichos 500 escudos con una nave inglesa, la cual le los llevó, y quejándose el Petrachi del hermano, el Ochali le mandó decir que no quería su dinero y que no era justo que el dinero de uno tan mentiroso tocase lo suyo; y que de todas formas lo quería hacer morir con una muerte jamás oída; y si el hermano cumplía, lo habría dejado también a él bajo su palabra. Llegada de naves y banquete de Ochali con los arráeces El 13 (de agosto) llegaron aquí cinco bajeles, a saber, una bastarda deBajá, que era rey de Trípoli y fue nombrado rey de Túnez, y es eunuco del serrallo del Gran Turco. Los otros bajeles son el hijo de « Cara » Mostafa, Maltrapigli (Maltrapillo), Giafer Genovés y « Cuchuich » Morato; y el dicho « Cuchucs » Morato y Giafer Genovés vienen de corso desde el golfo de Venecia, y han tenido bonanza, y han tenido caza de las galeras de Venecia, de las galeras de Sicilia, Malta y del Gran Duque, a pesar de perder once fragatas entre aquí y Túnez. Los genízaros han convidado al Ochali « ali Ama » y fueron hasta allí todos los beis y sangiacos; y después de haber comido lo genízaros le han pedido que les aumente la paga, como es acostumbrado hacer por todos los otros reyes. El cual les dijo cuánto querían que se la aumentase. Le dijeron: ‘media dobla’. Y él les dijo que le registrasen (o escirbiesen) una; y les añadió: ‘Vosotros bien sabéis que yo soy vuestro y que vosostros sois mis hijos’. Y, así, cada uno quedó contento, e hicieron muchas manifestaciones de alegría. Y llegado que fue a casa, dio un saquito de aspros a los genízaros de aquí y otro a los de Estambul. Y todo el mundo quedó contento y tranquilo. Se piensa que Chaia Chilibi se quedará aquí como rey. Avisos por nave de Barcelona El 18 (de agosto) llegó aquí una barca de Barcelona; viajó en ocho días, de los que cinco estuvo a la cadena. Y se ha sabido que Juan Andrea Doria había hecho despalmar sus galeras para transportar a la emperatriz de España, que iba al gobierno de Portugal; y la chusma de su capitana iba toda vestida de damasco cremesí. Y que en Barcelona habían puesto en agua doce galeras nuevas; y se rumoreaba de guerra entre España y Francia; pero esto es lo que confirmadamente suelen referir los franceses, así como que el fruto del rey de Francia es Flandes, lo cual no se cree. El 16 (de agosto), habiendo sabido el Ochali que la noche anterior había llegado aqui una barca de Barcelona, que era de Bartolomé Somma, y que no había traído sino cuarenta botas de vino, la hizo expulsar con mandarle hacerse de inmediato a la vela ; pero por intercesión de amigos, la hizo volver al puerto a la noche siguiente. A media hora de la noche llegó aquí el jefe y hombre principal de esta tierra, que se había marchado por las « avanías » que le fueron hechas por Giafer Bajá, y bien le costaron 18 escudos; y de inmediato fue a visitar a Hasán Bajá, que a su partida lo había dejado aquí como su (« me hil » ?), y le hizo muchas cortesías. Hasán Veneciano y Hasán Corso, chaia de Ochali. Entre Hasán Bajá y Hasán Corso, chiaia del Ochali, se ha seguido (disputa ?), y esto porque habiendo enviado los judíos sesenta (escudos ?) de « levito » (deuda ?), dicho Hasán Bajá tomó veinte y dicho Hasán Corso no lo quiso aceptar, diciendo que le bastaban cuarenta (escudos ?) y no el tercio para hacer que él no reclamara al Bajá, y sugirió que le quería quitar de chaia aunque hubiera sabido ganar cien escudos, porque él tomaba todo el beneficio y todo el deshonor era para él. El 19 (de agosto) entró un hijo del rey de Cuco y fueron a su encuentro todos los genízaros, y el Ochali le ha dado un bellísimo caftán de brocado. Se sabe que el Ochali está muy melancólico por haber venido aquí y haber encontrado el país muy estropeado y muy diferente a cuando estuvo aquí la otra vez, y porque se teme que el Turco nombre a otro Capitán del Mar, lo que significaría que debía volver a Estambul sin ir a Fez. El Ochali ha mandado llamar a (padre ?) Stefano Boero, que estaba de partida para Mallorca, y le ha dicho que diga al virrey de aquella isla que se ha enterado de que de aquella isla envían socorro, y no lo deberían hacer porque es contra la tregua hecha entre el Gran Señor y el rey Felipe; y que si fueran así, que él tiene también bajeles para enviarle, queriéndose servir… tanto de aquellos que ha dejado ir como de aquellos que aún irán, porque se preparan otros seis. Hasán Bajá le ha dicho incluso que los tres mallorquines que tiene y fueron tasados en 3000 escudos, puesto que no lo han cumplido (o satisfecho) a su tiempo, que no los quiere dar ya por esa tasa; y lo ha hecho para que tengan más cuidado de enviárselo de inmediato, aunque no se cree que pueda faltar a su palabra. Incidentes a causa del vino El Ochali también le ha dicho que dijese en la cristiandad a los mercaderes que no traigan vino, puesto que no les dejará entrar ninguna (nave ?), como no dejó entrar la de Barcelona. Se ha dicho también que no hay ninguna orden para ir en campaña, y que el Ochali ha ordenado a las veinte galeras que ha enviado a Estambul que si encuentran (quien se mueva lo hundan ?) si no sigue la orden conforme a su voluntad, de manera que no haya causa de mayor revuelta, y (está todo) muy confuso (+/-). El 20 (de agosto) algunos genízaros borrachos en el baño de los cristianos del Ochali montaron un escándalo con los taberneros; y queriendo el guardián bajá (o Bassi ?) mantener la parte de los cristianos, lo amenzaron con quererlo matar; de entre los cristianos hirieron malamente a un genízaro, y el baño ha sido clausurado durante tres días porque temían que el Ochali no tomase ocasión de revuelta; la cosa se tranquilizó, no obstante, y queriendo saber el Ochali qué cristiano había herido al genízaro, hicieron jaleo diciendo: ‘Todos lo hemos herido’. Y, así, no se habló más de ello porque en verdad él los trata muy bien. Corsarios con presa de Ayamonte y avisos El 22 (de agosto) a mediodía llegaron aquí dos galeotas de corso, una de Amisa Rais (o Arraez), la otra de Hasán del Morabuto, los cuales han apresado cuarenta cristianos en Ayamonte; y se supo que en el « Faro » despalmaban dos galeras y que el duque de Medina pasaba con treinta galeras a la « Sarchia » para llevar a Fez embajador enviado por el rey Felipe; el cual rey de Fez se ha hecho tributario de ese rey Felipe, y le ha dado Larache; y esto porque dicho rey (de Fez ?) se había dolido de que causa molestias a sus tributarios contra los capítulos de la tregua, y que tiene justa causa para romperla, puesto que se dice que no ha sido hecha sino para sacar de Constantinopla al señor « Juan de Margliani ». A prima de la noche ha salido el capitán (« Arnaut Mamní » ?) para ir a buscar una fragata mallorquina de corso que ha sido descubierta entre aquí y Bugía, y se ha emboscado con la galeota de Morato Francés, su renegado. Fiesta con Ochali en casa de Ramadán Bajá. El 24 (de agosto) Ramadán Bajá convidó a Ochali con todos los beis y sanjacos a su alquería y estuvieron todo el día de fiesta. Hasán Bajá ha cumplido con Antonio Borlas por 2000 doblas; no le faltarán trabajos. Se ha sabido que, antes de que pasen pocos días, habrá nuevas revueltas porque los genízaros no están satisfechos y no esperan sino que se haya terminado de dar las pagas. Tiberio Imperato en Argel de nuevo El 25 (de agosto) poco después de atardecer, llegó aquí una barca francesa venida de Bicerta cargada de trigo del Bajá, y con ella ha venido Tiberio Imperato, que fue aquí el limosnero del reino de Nápoles, el cual había pasado a Túnez para hacer… rescates, pero visto que las galeotas habían venido acá se ha resuelto a venir aquí no como limosnero sino para ver a los amigos. El 26 (de agosto) el Ochali dio veinte aspros a los marineros de la armada, que no han sido más de trescientos, para que fuesen a hacer un descanso, y han ido por jefes suyos “limp.? Denti” y Hasán Rais Genovés, y han ido armados. Nombre de los beis, que no son más de veintisiete: 1 El Capitán Bajá 2 Ramadán Bajá 3 Hasán Bajá 4 Giaser Bajá (Giafer o Jaffer?) 5 Chiara Chilibi (Kara Celebi?) 6 Amato Chilibi (Amad Celebi o Ahmed Celebi?) 7 Regrese Bey (Regeppe Bei?) 8 Morato Bey 9 Graim de Cortoauli (?) 10 Agi Isufe (Hadj Yusuf?) 11 Mostato de Ziglio (Mustafa de Ziglio?) 12 Mamuz Bey (Mahmud Bei) 13 Isufe Bey, Calavrese [Calabrese, de Calabria] (Yusuf Bei Calabrés) 14 Mani Bey de Caragiali [debe ser Mami Bey o Mami Ra’is] 15 Marise Chiaia (?) 16 Asan Corso, Chiaia de Lochiali (Hasán Corso, Chaia del Ochali) 17 Manu Chiaia de Asan Bassa (Manu, Chaia de Hasán Bajá) 18 Solimam de Catarea 19 Carto Mam et Pamengo (?) 20 Asam Genovese (Hasán Genovés) 21 Capitan Pichiemti (?) 22 San Giachetar (?) 23 Cochiuche Asam (?) 24 Il figlio de Regrepe Bey (El hijo de Regeppe Bey?) 25 Borreschiglie (Borrasquilla) 26 Il figlio de Froco (El hijo de Froco?) 27 Il figlio de Permis Bey (El hijo de Permis Bei) Los capitanes son todos de fanal. No se siguió nada digno de referirse nasta el 27 de agosto. Los días finales de agosto en Argel El cual Ochali ha venido para estar aquí tres años, mientras dura la tregua, aunque se entiende que no durará sino lo que tarden en tomar Fez; y es rey de Argel y siempre que salga tiene potestad para dejar aquí a quien le venga bien, e incluso en toda la (“Basteria” o Berbería?). Con el presente de Fez solamente fueron cuatro hombres de Fez con uno de los embajadores, y el otro se volvió atrás cuando se embarcó con la galera de “Hasán” Bajá, quien le ha hecho de continuo grandísimas caricias (o atenciones), y se sabe que es el más rico hombre de Marruecos. El 28 (de agosto) desembarcó el Ochali y se alojó en la casa de la marina, y se hizo grandísima salva de artillería; y estaba acompañado por Hasán Bajá y Ramadán Bajá; y en la salva de la arcabucería fueron muertos tres turcos por soldados bisoños (o inhábiles o poco prácticos) y, así, se suspendió en el momento mejor. El cual Ochali hizo quemar por la costa todas las fragatas de corso, y no quiere que se vaya en corso; y ha dicho que quiere mandar llamar a Morato Bei. Se entiende que si toma el reino de Fez por las armas dejará a Hasán Bajá en Marruecos (Marraquech) y a Ramadá Bajá en Fez. Hasán Bajá está en el colmo de la Buena Fortuna, lo que parece una gran cosa habiéndose ido de aquí más procesado que nunca antes otro Bajá había estado; y se temía que el Turco lo iba a hacer morir, y a él le ordena y no al Ochali, el cual no puede estar una hora sin él, y navegando, muchas veces, con una fragatina enviaba a la galera de Hasán Bajá a tomar de su comida y sus sorbetes, diciendo que tenían mejor sabor que las demás. El cual Hasán Bajá ha ido tres veces a besar el pie del Turco, cosa no vista nunca de otros bajaes, porque con gran dificultad pueden ir una vez, y muchos no pueden ir; y le dio un caftán de tal manera que fue envidiado por todo Estambul. El Ochali, en los secaños de los Gelbes (“Gerbi”?), tomó una fragata con treinta hombres. El 20 (de agosto) Giafer Bajá envió un presente al Ochali: diez piezas de paños, dos saquitos de dinero, tres caballos y otras gentilezazs; y a la noche, cuando se lo llevaron, se lo devolvió todo; y se cree que es por querer más y que quiere tomarle todo lo que ha tomado (a los otros Caitos?). Se ha sabido que el Capitán Bajá quiere enviar dos galeras a Fez para saber si ese rey quiere enviar un presente, y que si lo envía no irá con ejército; no solo se piensa que es para sacarle dinero sino también para ir allá con el ejército, aunque se tiene por cierto que no va a ir antes de que venga respuesta de Estambul. Conflicto del autor con Hasán Veneciano Hasán Bajá me ha mandado llamar por Mami Chaia, y se quejó de mi este Hasán Bajá con decir que he rescatado dos de sus cristianos… cuando partí de aquí, y no es verdad, porque fueron rescatados por Andrea Becarello; y uno se llama Cipriano Andora y el otro Estefanino; y me ha amenazado con darme 2000 bastonazos y meterme a la cadena a bogar en el remo a cambio de ellos. El 21 (de agosto) las mujeres de Bendelli Alí, al que le cortó la cabeza Giafer Bajá, con muchas otras mujeres, fueron a la puerta de Giafer Bajá a pedir a gritos justicia; y sabido por el Ochali, lo mandó tomar y le amenzó mucho diciéndole que quiere saber cómo lo había matado, y que le venían ganas de hacerlo (emparedar o aplastar en mortero?); y que si había matado a Bendeli Alí, el genízaro Aga y el Califa, para tomarle su haber, que lo castigará muy bien ; y se volvió muy asustado a casa, y poco le faltó para que no le metiera en la cárcel; y que no debía tomar su ropa o haber sin que la registrara por escrito el Caito de los muertos. E hizo dar mil bastonazos al Odobassi (de aquellos « Rumelios »?) que le cortó la cabeza a Bendeli Alí, y después hizo encadenar al que se llama tal (en blanco); y venido el que le cortó la cabeza, tomará su parte el que se llama Deli Daimar. El 22 (de agosto) los genízaros estaban con gran jaleo y no reunieron Duano por miedo de que el Ochali no les hiciese alguna burla, y estaban con gran tumulto. El Ochali ha ordenado a « Giafer » Bajá que restituya los 15000 escudos y los 800 remos que le tomó cuando vino aquí. Otros conflictos en Argel Hasán Bajá hizo meter a la cadena en Bona a Sabam Veneciano, aquel que ya había sido su cómitre (« comito » o comisionado?), y cuando dicho Hasán fue a Estambul se fugó y permaneció aquí; y lo quería hacer colgar del cuello, pero el Sabam, con sus trapacerías (« trilegnarie »?) está más en su favor que nunca antes, y es cómitre (comisionado?) como antes, y el menor bajá incluso está a su « lico ? » con haberle hecho un regalo… : no solo dicho Sabam ha prometido a Hasán Bajá descubrirle algo que le hará embolsarse 30000 doblas, sino también ha acusado a los Arraeces que hicieron la presa del aceite que no han declarado toda la presa. Corsarios ingleses en Argel El 22 (de agosto) a mediodía llegaron aquí las dos naves inglesas que los días pasados salieron de aquí para ir en corso, y combatieron a dos naves, que le mataron unos quince hombres y les hicieron muchos, y no las pudieron tomar. Y después fueron a Mallorca, en donde ya habían sido avisados por una barca francesa; y habiendo enviado a hacer aguada, les apresaron 16 hombres, con lo que volvieron aquí con pérdida de 32 hombres y muchos heridos. Nada más llegar aquí, pidieron a Alí Bajá pólvora, municiones y vituallas, y se lo hizo dar a su gusto; y bravuconeaban que querían ir a tierra de cristianos. Esta es cosa que merece remediarse porque ellos van con algunas mercancías y al encontrarse con galeras de cristianos pasan por mercaderes, y bajo este nombre asesinan a todo el mundo, y de los turcos no tienen miedo porque mantienen el secreto. Llegada de Morato el Grande a Argel El 24 (de agosto) llegó aquí Morato Arraez el Grande con otros cuatro bajeles, los cuales tomaron a “Stave” Bertone con 200.000 escudos; y ya le habían dejado ir porque eraban cargados de sal, pero dos marineros dijeron a dicho Morato Arraez que si tenía a bien darles libertad que lo harían rico; y, así, se lo prometió y se la dio; ellos le mostraron donde estaban dichos dineros. Y se ha sabido que todavía han quedado 16 saquitos que se habrían perdido de seguro porque los dejaron en poder de la fortuna del mar; y estaban allí diez mercaderes, que en Larache se rescataron con 10.000 escudos, y han tomado a 150 hombres, y no han apresado a más porque no han querido, incluso la barca de Sebastián Doi catalán. FIN

Emilio Sola 27 febrero, 2012 27 febrero, 2012 Antonio de Sosa, ARGEL, cautivos, corsarios, Fez, mercaderes, Uchalí
Corsarios o reyes 4-4: historias trágicas de moriscos y papaces

4.4.- Moriscos españoles en Argel, su odio a los “papaces” o eclesiásticos católicos y a la Inquisición, como culpables de su desdicha; con la trágica historia del corsario morisco Alicax y la venganza de su hermano Caxetta, valencianos de Oliva, en la persona del fraile Miguel de Aranda, también valenciano, narrado por el “papaz” Sosa en el tiempo de cautiverio de Cervantes y del reinado de Ramadán Bajá. Son 1.017 los documentos reseñados por Cabrillana, para un corto periodo de tiempo y un área geográfica restringida, de los que hemos extraído, casi al azar, unos pocos. En Argel el número de cautivos, “ordinariamente cerca de 25.000 cristianos” (11), era elevado. En la España del momento no lo era menos. La propia palabra ahorro, sentido recogido por Corominas, procede de aquella lamentable realidad; “con la `carta de horro o de libertad’ finaliza el largo proceso del rescate”, en ocasiones después de que el esclavo haya pasado años reuniendo el dinero para el pago de su rescate, ahorrando (12). De la palabra árabe que significa libertad, es palabra de importancia cotidiana y popular fuera de toda duda. Las fuentes –y Antonio de Sosa es fuente privilegiada– resaltan la estrecha unión entre el problema morisco y la realidad de Berbería (13). Aunque Sosa opine que “hace mal el que aquella esclavitud de tierra de cristianos llama y la nombra esclavitud; esta nuestra (la de Argel), sí; éste es cautiverio, y cautiverio muy de veras y no de burlas” (14), es afirmación inserta en discurso polémico y apasionado, propagandístico en fin. Cuando pone algún ejemplo ilustrativo de esta afirmación –muy pocos en texto tan prolijo–, se capta también el otro gran telón de fondo: el hambre o la necesidad. “Viéndose los moros y turcos tan bien tratados allá y con tanto regalo, cuando para acá se huyen –de no poder conseguir aquel vicio–, y se ven aquí hambrientos, desnudos, descalzos y sin bien o remedio alguno, suspiran tanto y se quejan, y aún maldicen el día en que determinaron huirse, como yo mismo oí decir a muchos que de Nápoles, Sicilia y de España han huido” (15). No dejarían de ser anecdóticos aquellos casos al lado de la migración morisca hacia Berbería, aunque luego muchos volvieran a España como el morisco cervantino Ricote, personaje literario, o el renegado navarro que cita Torres, personaje real, todos ellos sin duda múltiples veces renegados con toda la carga de desarraigo físico y psíquico que ello podía significar. Para los moriscos instalados en Berbería los verdaderos culpables de las desdichas de su pueblo –de su “nación”, que diría Cervantes– eran los religiosos o eclesiásticos en general y la Inquisición; el odio a los “papaces”, como llamaban en Argel a curas y frailes, es una constante con automáticas manifestaciones agresivas. En Argel se podía decir misa y atender a los cristianos espiritualmente con relativa facilidad, de manera que se podía hablar de un ambiente de “libertad religiosa” impensable en la España de la época. Era algo que había sucedido en España hasta 1500 –la posibilidad de un estatuto de mudéjar, imposible ya tras el viaje a Granada de Cisneros de ese año—y que Jean Bodin recoge como una característica del mundo otomano frente a la intransigente política religiosa europea de su época: “El rey de los turcos, cuyo dominio se extiende a gran parte de Europa, observa tan bien como cualquiera otro su religión, pero no ejerce violencia sobre nadie; al contrario, permite que todos vivan de acuerdo con su conciencia y hasta mantiene cerca de su palacio, en Pera, cuatro religiones diversas: la judía, la romana, la griega y la mahometana; y envía limosna a los calógeros, es decir, a los buenos padres o monjes cristianos del monte Athos, para que rueguen por él” (16). Entre los rescatadores de cautivos que iban a Argel había muchos “papaces” y a su llegada a la ciudad eran bien recibidos por lo que su misión suponía de movimiento económico favorable o “entrada de divisas”, que se diría hoy. Pero en la menor oportunidad que se ofreciese, la violencia popular estallaba incontrolable contra ellos, a los que culpaban de las desdichas de sus correligionarios españoles, los moriscos. Para comprender mejor a Antonio de Sosa hay que tener en cuenta que era un “papaz” cautivo, en Argel, con toda la agresividad hacia su persona que ello traía consigo. Precisamente eran los moriscos de origen español los que manifestaban mayor odio. En Argel, con turcos, árabes, cabiles y suawa (azuagos), los moriscos españoles constituían una minoría apreciable: “La cuarta manera de moros son los que de los reinos de Granada, Aragón, Valencia y Cataluña se pasaron a aquellas partes y de continuo se pasan con sus hijos y mujeres por la vía de Marsella y de otros lugares de Francia, do se embarcan a placer, a los cuales llevan los franceses de muy buena gana en sus bajeles. Todos ellos se dividen, pues, entre sí de dos castas o maneras, en diferentes partes, porque unos se llaman mudéjares (“Modexares”) –y éstos son solamente los de Granada y Andalucía–, otros tagarinos, en los cuales se comprenden los de Aragón, Valencia y Cataluña. Son todos éstos blancos y bien proporcionados, como aquellos que nacieron en España o proceden de allá. Ejercitan éstos muchos y diversos oficios, porque todos saben alguna arte. Unos hacen arcabuces, otros pólvora, otros salitre, otros son herreros, otros carpinteros, otros albañiles, otros sastres y otros zapateros, otros olleros y de otros semejantes oficios y artes. Y muchos crían seda, y otros tienen boticas en que venden toda suerte de mercería. Y todos en general son los mayores y más crueles enemigos que los cristianos en Berbería tenemos, porque nunca jamás se hartan o se les quita el hambre grande y sed que tienen entrañable de la sangre cristiana. Visten todos éstos al modo y manera que comúnmente visten los turcos… Habrá de todos éstos en Argel hasta mil casas” (17). Uno de los relatos de martirios de Sosa puede servir para ilustrar aquella realidad. Es el más largo, casi una “novela” corta, de los que evoca en su diálogo de los mártires; en él se barajan todos los elementos necesarios para comprender aquella situación: moriscos valencianos de Oliva instalados en Cherchell (Sargel), con parientes en Valencia y uno de los suyos, corsario, en poder de la Inquisición; “papaz” cautivo comprado por los familiares del reo con intención de cangearlo por su pariente preso, “papaz” redentor que intenta interceder y final terrible. Todo ello pocos años después de la guerra de las Alpujarras y de la batalla de Lepanto, en 1576, recién llegado Antonio de Sosa a Argel y algunos meses después de la llegada del cautivo Miguel de Cervantes. “En tiempo de… Rabadán Bajá, renegado sardo, en el año de 1576, un lunes, dos del mes de junio (sic, por julio), hasta veinte turcos y moros de una fragata –que así llaman a los bergantines–, que era de once bancos”, desembarcaron en la costa catalana e hicieron cautivos a “nueve cristianos que iban hacia Tarragona y otras partes”, entre ellos a un religioso valenciano de la orden de Montesa llamado fray Miguel de Aranda; al día siguiente cautivaron “cuatro cristianos que pescaban en una barca más adelante…, en un lugar que se dice el Torno; y satisfechos de esta presa de trece cristianos, se volvieron a Berbería en dos días. Y a los cinco del mismo mes llegaron con su presa a Sargel, un lugar de razonable puerto que está, para poniente, distante de Argel sesenta millas, que será de hasta mil casas y todas de moriscos que de Granada, Aragón y Valencia han huido y pasado a Berbería para vivir en la ley de Mahoma libres a su placer”. Uno de aquellos moriscos, Caxetta, originario de Oliva en Valencia, acudió al puerto a ver la nave corsaria y al enterarse que todos los cautivos eran valencianos y catalanes, “entró luego al bajel y llegándose a los cristianos de Valencia que le fueron mostrados comenzó a rogarles que le diesen nuevas de un hermano suyo que le dijeron estar en Valencia preso”. “Y fue el caso desta manera: “Al tiempo que este moro se vino del reino de Valencia huido a Berbería, vino con él otro su hermano mayor, el cual se llamaba Alicax. Y ambos trujeron sus hijos y mujeres y algunos parientes. Después que ya estaban de asiento en aquel lugar de Sargel, como el Alicax, hermano mayor, era hombre animoso y muy plático en la mar, y particularmente en la costa del reino de Valencia en que naciera y se criara, haciendo muchos años él oficio de pescador, armó, en compañía de otros moros de Sargel –y también pláticos en España y que de allá habían huido–, un bergantín de doce bancos; con el cual robaba por toda aquella costa muy gran número de cristianos que vendía en Argel. Y también traía otros muchos de los moriscos de aquel reino, pasándolos a Berbería. “Con el próspero suceso de estas cosas andaba el Alicax tan ufano que, para mostrar a todos cuánto era venturoso, pintaba todo de verde su bergantín y le traía con muchas banderas y gallardetes, que era cosa de ver. “Pero al cabo de algunos tiempos sucedióle lo contrario; porque encontrando con él en la costa del reino de Valencia ciertas galeras de España, le cautivaron con el bergantín. Tomado de esta manera y puesto luego al remo, como suelen a tales hacer, el señor conde de Oliva, cuyo vasallo fuera, que eso supo, procuró de traerle a sus manos para castigarle porque en sus tierras más que en otras, como en ellas era nacido y plático, había hecho notables daños; y particularmente llevado a Berbería gran número de moriscos sus vasallos. Mas los inquisidores de aquel reino de Valencia, informados de lo mismo y siendo los delitos de este moro tan enormes y el castigo de ellos tocante al Santo Oficio, le hicieron llevar a Valencia a las cárceles de la Inquisición; donde estaba este tiempo que el hermano preguntaba a los cristianos cautivos si habían nuevas de él”. Fue uno de los cautivos, “Antonio Esteban, casado en Valencia en la parroquia de San Andrés a la Morera –de quien yo supe todo este cuento– y que conocía muy bien a ambos los hermanos moros porque cuando ellos estaban en España pescara algunas veces juntamente con ellos”, quien dijo a Caxetta “que muy bien conocía a su hermano Alicax, que vivo era y que estaba en Valencia preso, y que placiendo a Dios presto habría libertad, no osando decir que estaba en las cárceles del Santo Oficio”. La razón era sencilla: la prisión en la Inquisición hacía improbable el rescate de Alicax, mientras que si estaba cautivo de un particular bien podía ser que el rescate fuera posible. Fue grande la “cólera y furia” del hermano del corsario y poco después, tras consultar con la mujer e hijos de su hermano y con otros parientes, decidieron “comprar alguno de aquellos cristianos que fuese de Valencia natural para que éste se obligase y les prometiese de dar en trueque y cambio de su persona a su pariente” preso en Valencia. Y se decidieron por el fraile Miguel de Aranda, “el más principal” de los cautivos como “persona honrada y religioso sacerdote”. El domingo 15 de julio, en Argel, y después de los tres días preceptivos –“que por costumbre y usanza de la tierra tantos ha de andar en pregón el cautivo antes que su precio y compra se remate”–, Caxetta recibió al esclavo Aranda después de pagar “650 doblas, que hacen 260 escudos de oro de España”. Y comenzó el calvario del fraile valenciano; dos días de camino hasta Cherchell, las cadenas, el trabajo “noches y días cavando la tierra’ y otros trabajos domésticos para forzarle “a darles lo que pedían”, seguridades en el cange con el pariente preso. “Y como estos moros tornadizos y huídos de España sean los mayores y crueles enemigos que los cristianos tenemos, y principalmente siendo como son una viva llama de odio entrañable contra todo español, no se hartaban sus amos, como los demás moros de aquel lugar, de maltratarle y decirle infinitas desvergüenzas, vituperios e injurias”. Pocos meses después la familia de Alicax tuvo noticias de su muerte por boca de “algunos moros que de Valencia huyeron –como hacen cada día–” y cómo “Alicax, después de estar preso en el Santo Oficio algún tiempo, al último fuera condenado por sus grandes culpas y delitos, por haber estado siempre pertinaz en todas las audiencias que le dieron, sin jamás reconocer sus culpas, antes muy obstinadamente diciendo que era moro y que moro quería morir; y, finalmente, que relajado a la justicia seglar fuera, en principio de noviembre del año de 1576, públicamente quemado en la ciudad de Valencia. No se puede declarar el dolor, llanto y pesar que esta nueva causó en aquellos moros, y la rabia y furia con que al momento se embravecieron contra el inocente padre fray Miguel”. El desenlace se anunciaba dramático, aunque no llegaría hasta seis meses después. Miguel de Aranda había escrito a Valencia relatando su situación y la llegada a Argel del mercedario fray Jorge Olivar (Geoge Oliver, escribe Sosa), comendador de la Merced de Valencia, como redentor de los cautivos de la corona de Aragón, hizo albergar esperanzas de la posibilidad de rescate del fraile cautivo ya que sus amos eran “más pobres que ricos”. La reacción de Caxetta y sus parientes fue muy otra a la que pensaran, sin embargo, y deseosos de que su venganza fuera más ostentosa decidieron quemar al fraile Aranda en Argel, “donde tanto número de cristianos había de todas las tierras de la cristiandad, para que en todas partes fuese el caso más sabido y sonado”. Una vez en Argel, Caxetta se puso en contacto con la colonia morisca de aquella ciudad y comenzaron la negociación oficial para lleva a cabo su intento. “Y primero de todo, señalaron allí cuatro de los más graves y de más reputación para que acompañasen al moro Caxetta cuando fuese a hablar al rey (Rabadán Bajá) y pedir aquella licencia” para quemar al fraile cautivo. Las razones de los moriscos eran de peso en aquellas circunstancias: “que era servicio de Dios poner freno y miedo a los inquisidores de España para que no maltratasen a los moriscos que a Berbería se fuesen y volviesen al servicio y ley de Mahoma; importaría, y aún era necesario, quemar dos o tres, o más, y aún cuantos pudiesen de los más principales cristianos que hallasen; y que si fuesen sacerdotes –a los cuales llaman ellos papaces– sería tan mejor y más agradable a Dios. Porque éstos, decían ellos, son los que aconsejan en España y predican que los nuestros sean perseguidos y maltratados”. La colonia morisca en Argel estaba tan decidida a llevar a cabo aquel proyecto que entró en tratos con Morat Raez Maltrapillo, un renegado español natural de Murcia, para que le vendiese un cautivo suyo, también sacerdote y valenciano, con el fin de quemarle a la vez que al fraile Aranda; este eclesiástico había sido capturado hacía poco en la galera San Pablo, de la orden de Malta, precisamente en la que había llegado cautivo a Argel Antonio de Sosa, a principios de 1576. “Pero como el renegado tenía ya tallado y casi que rescatado al cristiano, no se movió a hacer lo que le pedían, y principalmente porque el padre fray George Olivar, redentor, le rogó no permitiese cosa de tanta crueldad”. Finalmente, el 17 de mayo, después de una entrevista con el rey de Argel en la que volvieron a insistir en la conveniencia de “dar alguna muestra de cuánto sentían el mal tratamiento y persecución que a los moros de España se hacía”, Ramadán Bajá permitió a los moriscos argelinos que hiciesen “como mejor les pareciese… Ya tenían licencia para quemar vivo a un papaz cristiano”. “Tras esto se desmandaron luego de tal modo contra los cautivos cristianos que, no contentos con decirles mil afrentas de perros, canes, cornudos, traidores y otras, como suelen, los amenazaban que presto los habían de quemar todos como al papaz que luego verían tostar; y, tras esto, les daban mil bofetones y puños, y trataban de tal suerte que ningún cristiano osaba pasar por donde vía estar moro, tagarino o mudéjar (“modexar”), porque ansí llaman a los moros que de España se huyeron”. En aquel ambiente de “la ciudad muy revuelta”, el redentor Olivar –que acababa de rescatar al hermano de Miguel de Cervantes, Rodrigo, por trescientos ducados (18)–, hizo un nuevo intento de intercesión ante el rey Rabadán Bajá, aunque sin éxito, y obtuvo de él una contundente respuesta: “que él no se podía oponer a la furia popular y peticiones de tantos moros que aquello demandaban y querían”. En algún sector de los medios corsarios de la ciudad debió manifestarse también cierto malestar frente a la pretensión de los moriscos de origen español. Un corsario, “Yza Raez, que era venido de Nápoles no había muchos meses –donde con salvoconducto había ido a tratar un pleito sobre una fragata y ciertos cautivos cristianos que pretendía habérselos tomado injustamente en la isla de Cerdeña, por estar haciendo rescate con la bandera alzada, y acuérdome yo haberle visto en Nápoles el enero de 1579 (sic, por 1576, sin duda)–, cómo allá el señor don Juan de Austria le hizo muchas mercedes y, generalmente, en todos había hallado mucha cortesía y justicia, oyendo decir que los moros querían quemar vivo a un papaz cristiano…, escandalizóse extrañamente” y manifestó en público muchas veces ese rechazo. Los moriscos, enterados de ello, quisieron castigarle igualmente y Ramadán Bajá hubo de prometerles, para calmar su enojo, “que él mandaría castigar” al dicho arráez Iza. Y, así, el 18 de mayo comenzó la gran catarsis, el suplicio del desventurado fraile cautivo. Durante todo el día prepararon en el muelle el lugar donde había de ser apedreado y quemado, atado al asta de un áncora de galera. “Concurrió allí un gran número de turcos y moros de toda suerte, alarbe, cabayles, azuagos y, principalmente, muchachos, que de grande contento y alegría de aquella fiesta daban voces y alaridos tan grandes que rompían el aire… Andaban muchos de ellos, quien con platos y quien con pañizuelos en las manos, demandando entre los turcos, renegados y moros limosna para ayuda de pagar al moro que comprara al siervo de Dios lo que costara”. A las cinco de la tarde fue llevado el fraile Aranda al suplicio y, maltratado por todos a su paso, en especial por el morisco Caxetta, “porque todos mirasen y viesen cómo vengaba a su hermano”, fue apedreado y luego quemado. Antonio de Sosa narra con todo pormenor de detalles el suplicio, a la manera de los martirologios clásicos, y termina con un breve retrato –“de cincuenta años, poco más o menos, tenía en la barba y cabeza muchas canas; era más que de mediana estatura, un poquito grande, carilargo, ojos grandes y nariz longa”–, como en todos los relatos restantes de su Diálogo de los mártires (19). —————— NOTAS: (11).- Haedo, II, p. 176. (12).- Cabrillana, art. cit. en nota (9), p. 312. (13).- Saben a poco los estudios sobre la cuestión, como el de S. García Martínez Bandolerismo, piratería y control de moriscos en Valencia durante el reinado de Felipe II, Valencia 1977, Universidad de Valencia. (14).- Haedo, II, p. 29. (15).- Ib., p. 27. (16).- Bodin, IV, VII, pp. 208-209. (17).- Haedo, I, pp. 50-51. (18).- Ver Canavaggio, op. cit., c. 2, pp. 76 ss. (19).- Haedo, III, pp. 137 a 155. Este es el relato 23 de la edición de este diálogo de la ed. Hiperión, preparada por E. Sola y J.M. Parreño.

Emilio Sola 15 febrero, 2012 15 febrero, 2012 ARGEL, cautiverio, corsarios, frailes, inquisición, moriscos, muertes crueles
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