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Numero de la revista electronica ILCEA sobre Fronteras en el mundo hispanico

Textos de 40 000 caracteres espacios incluidos, see en español o en francés, sovaldi sale a enviar para el 10 de agosto fecha limite. Ponerse en contacto con Almudena Delgado previamente. La revista ILCEA -en formato electronico- figura en el sitio revues.org y es la revista del equipo ILCEA. Los articulos son sometidos a una doble relectura a ciegas antes de ser publicados. “À l’ère de la mondialisation, unhealthy alors que les informations, les biens ou les personnes circulent de plus en plus librement à une échelle globale, on pourrait croire que le concept de frontière a perdu beaucoup de sa pertinence. S’il est vrai que les frontières des Etats-nations ont été durablement tracées tout au long du XIXème siècle et que l’on s’attache désormais davantage à les brouiller dans des cadres économiques, politiques ou stratégiques supranationaux qu’à essayer de les questionner, un certain nombre de conflits territoriaux persiste néanmoins dans le monde hispanique (Chili-Bolivie, Venezuela-République de Guyana, Chili-Pérou, Malouines, Guatemala-Belice). Par ailleurs, alors que les grandes frontières globales liées à des clivages de type idéologique (Est-Ouest) ou économique (Nord-Sud) qui présidèrent aux analyses géostratégiques du monde contemporain ont désormais perdu de leur mordant, de nouveaux conflits civilisationnels ont émergé impliquant un questionnement nouveau du concept de frontière.  Nous nous proposons, dans ce numéro des Cahiers de l’ILCEA  d’interroger l’idée de frontière dans le monde hispanique du Moyen Âge à nos jours. Des frontières territoriales, aux politico-idéologiques, en passant par les frontières culturelles ou purement linguistiques, il s’agira tout d’abord de définir et décliner le concept dans toute sa richesse pour illustrer ensuite les différentes dynamiques créées autour de ces lignes de démarcation physiques, identitaires ou mentales. Dans la dialectique de la construction / abolition des frontières, quels sont les enjeux, les procédés et les forces mis en œuvre dans les cas analysés ? Comment les idées et les savoirs traversent-ils les frontières et sont-ils transformés ou réinventés lors de leur transfert? Pourquoi la frontière a-t-elle pu apparaître pour certains comme hermétique, une solution de continuité entre les pays? Et de quelle manière les idéologies créent-elles de véritables bastions territoriaux face à des ennemis extérieurs?  Ainsi, dans le monde hispanique toujours marqué par les enjeux de la frontière, comment a-t-on conceptualisé et représenté la frontière, les conflits nationaux ou les identités des territoires frontaliers ? Si la frontière n’est qu’une ligne imaginaire séparant deux territoires, quelles sont en fin de compte les raisons de les tracer et les effets de les traverser ?”

Almudena Delgado 14 febrero, 2012 14 febrero, 2012 fronteras en el mundo hispanico, revista ILCEA
Nota de lectura: EL ANTONIO DE SOSA DE MARÍA ANTONIA GARCÉS, UN MAESTRO DE LA LITERATURA DE AVISOS.

Descripción/Resumen: EL ANTONIO DE SOSA DE MARÍA ANTONIA GARCÉS An Early Modern Dialogue with Islam. Antonio de Sosa’s Topography of Algiers (1612), stuff edit. María Antonio Garcés, traduc. Diana de Armas Wilson, Notre Dame, Indiana, 2011, Univ. Notre Dame. ISBN-13: 978-0-268-02978-4 La traducción y edición inglesa de la Topografía de Argel de Antonio de Sosa va precedida por un riguroso estudio histórico de María Antonia Garcés que desvela por fin la personalidad literaria que se escondía detrás de tan extraordinario y complejo texto. He aquí el texto de la nota de lectura: http://www.archivodelafrontera.com/wp-content/uploads/2012/02/Garcés-y-Sosa-1-para-Ankara-2011-compatible.doc  

Emilio Sola 25 febrero, 2012 25 febrero, 2012 Antonio de Sosa, cervantismo, edición inglesa, María Antonia Garcés, Topografía de Argel
NADANDO CON LA ESPADA ENTRE LOS DIENTES

Descripción / Resumen: Un trabajo de un estudiante de Humanidades, Ángel Rodríguez, recoge unos textos estupendos sobre soldados nadadores; con una anécdota que debió convertirse en una historia de época, vox-pop, muy conocida. He aquí el texto: NADANDO CON LA ESPADA ENTRE LOS DIENTES  

Emilio Sola 12 marzo, 2012 26 agosto, 2016 Carlos V, nadadores, soldados, valentía
N. Zemon Davis, El retorno de Martín Guerre

Para citarlo: Natalie Zemon Davis, search El retorno de Martin Guerre, Madrid 1983.

Gennaro Varriale 25 febrero, 2016 25 febrero, 2016
Materiales “navales” de Red Sash, traducidos por Fernando Latorre

Fernando Latorre, un activo veterano del mundo del wargame, nos ha dado permiso expreso para enlazar a sus trabajos. ¡Muchas gracias por todo! Hay que valorar muy positivamente su trabajo por acercar la serie Sea Lords de Red Sahs Games al público castellanoparlante. Con este material disponible, las campañas navales en el Mediterraneo Occidental durante la Guerra de Sucesión Austríaca quedan en nuestras manos para ser simuladas y estudiadas en profundidad. Aunque estos eventos no cubren la época de referencia de Archivo de la Frontera, sirvan como contrapunto y referencia de lo sucedido posteriormente en el mismo ámbito geopolítico. Para comprobar la profundidad y seriedad de la propuesta original, enlazo al comentario histórico que da contexto a este material, creado por los autores del mismo. (ENG) El trabajo de Fernado Latorre, está disponible para descarga aquí: Mistral y Sea Lords, Reglamentos. El documento adjunto es una muestra significativa de ese pack. En breve traduciré el comentario histórico, para completar en lo posible el esfuerzo de Fernando. Seguimos. Archivos Adjuntos 02_Mistral_Reglas Exclusivas_Actualizado a 2.0_ES (2 MB)

Aitor Saiz Lasheras 16 febrero, 2022 16 febrero, 2022
Luis de Camoens y Los Lusiadas: Neptuno desnudo nadador

LUIS DE CAMOENS: Los Lusiadas. Edición de Nicolás Extremera y José Antonio Sabio. Traducción de Benito Caldera. Madrid, 1986: Cátedra.   Una ficha biográfica básica: Luis de Camoens, nacido probablemente en Lisboa hacia 1524, de familia de origen gallego; estudió en Coimbra; su tío el canciller de la Universidad le inició en estudios clásicos y modernos muy amplios, lo que se reflejó en su obra. Entre 1545 y 1548, fue soldado en Ceuta, donde perdió un ojo. Preso por una riña del verano de 1552 hasta primavera de 1553, se embarcó y en septiembre de ese año llegó a Goa. Participó en expediciones por el sudeste asiático, con un naufragio en el Mecón en el que a punto estuvo de perder su poema. Vuelve a Lisboa en 1570 y publica el poema en 1572. Murió en 1580.   La primera edición portuguesa es de 1572 y la segunda de 1584 (de Manuel de Lyra, conocida como “de los Piscos”). Entre ellas, aparecen dos versiones españolas, patrocinadas por las Universidades de Alcalá y de Salamanca, que aparecen las dos en 1580. La de Alcalá, impresa por Juan Gracián, es traducción de Benito Caldera, un joven agustino al parecer, tal vez de origen portugués. La de Salamanca, impresa por Juan Perier, es traducción de Luis Gómez de Tapia, capellán andaluz posiblemente; es el primer anotador del poema en su edición. Una tercera traducción española apareció en 1591, la de Henrique Garcés, noble de Oporto que pasó a América y se enriqueció con un método nuevo de beneficiar la plata, antes de volver a Madrid y editar su traducción. Ya no habrá más traducciones hasta el siglo XIX. Tras 1580, con Felipe II, tuvo gran difusión en España y América.   Editamos los versos emparejados de dos en dos pues parece que se ordenan mejor como unidades de sentido y facilita la comprensión del contenido. Es una prueba más… Queda un tono versicular muy sugestivo para el recitado.   Curiosidad por el otro: “¿Qué costumbres, qué ley, que rey tendrían?”(I,45).   Canto I… “Las armas, los varones señalados que, de la occidental y lusitana playa, por mares antes no sulcados, pasaron más allá de Trapobana…” I,1.   Ese es el arranque con el objetivo principal del poema, el canto a las acciones de los nuevos héroes de la modernidad… Trapobana, una isla mítica y móvil hasta que parece fijarse en Ceilán, era el símbolo de la nueva frontera que se abría a las naves, a la “portátil Europa”, que diría más tarde Baltasar Gracián. El promontorio Praso, las puertas del océano Índico.   “Los vientos mansamente los llevaban como a quien tiene el cielo por amigo; sereno al aire y tiempo se mostraban sin temor de suceso ya enemigo. El promontorio Praso, en fin, pasaban en la etíope costa, nombre antiguo, cuando el mar, descubriendo, les mostraba nuevas islas que en torno cerca y lava. “ I,43.   Y es ahí en donde presenta a Vasco de Gama:   “Vasco de Gama, el fuerte y valeroso capitán, que a una empresa tal se ofrece, de altivo corazón presumptuoso, a quien fortuna siempre favorece…” I,44.   La incertidumbre del encuentro de los primeros naturales de las nuevas islas y costa africana del Índico se expresa con sobriedad:   “’¿Qué gente esta será?’ (entre sí decían) ¿Qué costumbres, que ley, que rey tendrían?’”. I,45.   En “pequeños bateles”, con “vela larga y bella”, aparece la gente de Mozambique, y su descripción abre las puertas a las estampas orientalistas clásicas para los europeos:   “De paños de algodón vienen vestidos, que son de mil colores variados; unos alderredor de sí ceñidos, otros so el brazo con donaire echados; desde la cinta arriba sin vestidos; de venablos y dagas bien armados; con toca en la cabeza; y, navegando, añafiles sonoros van tocando”. I,47.   Se sucede el encuentro en un banquete con vino (“el licor de Lieo” o Baco) en la nave portuguesa, en donde los mozambiqueños negros – “los que abrasó Phaetón”, el auriga del carro de Apolo que por aproximarse tanto a tierra convirtió en negros a los hombres de las regiones tropicales – conversan con los recién llegados sobre sus objetivos y pretensiones.   “Aún no bien ancorados, ya la gente extranjera a las naves se subía. Al rostro alegres van, y humanamente el nuestro capitán los recebía. Mesas manda poner en continente; del licor que Lieo plantado había hinchen vasos de vidrio; y de lo que echan los que abrasó Phaetón nada desechan.   “Comiendo alegremente preguntaban, en arábiga lengua, de do vienen, quién son y de qué tierra y qué buscaban, o qué partes del mar corrido tienen. Los fuertes lusitanos les tornaban las discretas respuestas que convienen: ‘Los portugueses somos de Occidente, venimos buscando tierras del Oriente…” I,49-50.     Primeros desencuentros: un nadador tras la batalla   Van buscando, en fin, para su rey, “la tierra oriental que el Indo riega”. Los naturales se presentan como de Mozambique, y en principio les ofrecen abastecimientos y un piloto. En nuevos encuentros, se interesan por los libros de su ley y las armas que poseen, pero pronto surgieron suspicacias clásicas – moros y cristianos – y sospechas de unos y otros. Camoens lo simboliza con maniobras de dioses olímpicos, Baco que quiere perjudicar a los portugueses y Venus que los protege, a la manera clásica greco-romana. El “odio injusto” y “mala voluntad” del moro, el “odio contra nuestra gente”, basado en noticias alarmantes que se difunden sobre los portugueses, por boca de un “sabio y viejo, conocido por hombre de consejo” que se lo comunica al rey de la ciudad:   “Y sabrás más, le dice, que entendido tengo destos cristianos tan sangrientos que casi todo el mar han destruido con robos, con incendios mil violentos; y traen ya de atrás engaño urdido contra nos, porque todos sus intentos son para nos matar y por robarnos y mujeres e hijos cautivarnos”. I,79.   El encuentro termina en enfrentamiento bélico, en donde los portugueses se imponen con su “furiosa y dura artillería”:   “ya la pelota mata, el grito espanta, y al aire herido retumbar hacía”. I,89.   Una batalla que Camoens compara con una corrida de toros, en una octava (I,88) memorable para taurinos:   Cual en sangriento corro alegre amante viendo la hermosa dama deseada al toro busca y pónese delante, salta, silba corriendo la estacada, mas el crudo animal en el instante que con la armada frente va inclinada, duro, bramando corre, el ojo cierra, derriba, hiere, mata y pone en tierra”.   En la desbandada de la derrota, aparecen nadadores; y ahogados. No es extraño en un texto de fronteras del mar como éste: lo extraño podría ser que no apareciesen. Aparecen en el momento en que intentan ganar la tierra firme después de la batalla artillera.   Unos en las barquillas van, cargadas; otro el mar corta y nada diligente; quién se ahoga en las ondas encorvadas, quién bebe el mar y echa juntamente. De espesos tiros son arruinadas las caserías de la bruta gente. Desta arte, en fin, el portugués castiga la vil malicia, pérfida, enemiga. I,92.   Toda la operación había sido para poder hacer aguada, esa acción importantísima en las navegaciones marinas, que en el Mediterráneo llenaban cartulanos e islarios de indicaciones de pozos o ensenadas donde encontrar agua. Después de algunos contactos pacificadores con los naturales, seguirán viaje los portugueses con un piloto que les facilitan, aunque aún no saben que con malas intenciones hacia ellos. El piloto es “moro instruido en los engaños que el malévolo Baco le enseñara” (I,97), pero desconfiando de él al fin pasan a la altura de Quiloá y Mombasa sin desembarcar, y termina el canto I con una última octava que enfatiza los peligros del viaje, viendo, ante tan gran aventura global, al hombre como pobre gusano de la tierra:   ¡Oh de graves peligros siempre lleno camino de la vida nunca cierto, que do la gente su esperanza tenga estar tan mal segura allí le venga! I,105.   ¡En la mar tal tormenta y tanto daño, tantas veces la muerte apercibida! ¡En tierra tanta guerra y tanto engaño, tanta necesidad aborrecida! ¿Dónde se acogerá con desengaño el hombre, y dó segura la vida, que no se indigne ya el sereno cielo contra un chico gusano deste suelo? I,106.     Viajes de conocimiento y de contactos, con un dios Neptuno, desnudo nadador  El viaje continúa en el canto II con la llegada a Melinde; allí Vasco de Gama encontrará el piloto que le ayude a llegar a la India, pero no antes de narrar al rey de la ciudad la historia de Portugal, de sus reyes y guerras… Son los cantos III y IV. El canto V retoma, por boca de Vasco de Gama al rey de Melinde, su navegación desde Portugal, con el paso del cabo de Buena Esperanza o cabo Tormentorio… El rey de Malinde trata bien a los portugueses:   “…este famoso rey todos los días hace fiesta a la gente lusitana con banquetes, manjares desusados, con frutas, aves, carnes y pescados”. VI,2.   Y, sobre todo, les proporciona un piloto sin “doblez”, pues les “va mostrando la cierta vía”, la navegación a la India. El rey de Melinde, “moro benigno”, les pide además “que aquel su puerto sea de sus flotas contino visitado”: encuentro pacífico y colaboración, una nueva posible modernidad…   La navegación por el Índico hacia la India, en el canto VI, tiene dos motivos literarios de interés; uno es el mitológico, con el palacio de Neptuno y un espléndido retrato del dios del mar como desnudo nadador. Diana o la luna, se creía entonces que influía en el crecimiento de los mariscos, y de ahí su cita al mostrar a Neptuno como una suntuosa mariscada…:   La barba y los cabellos que baxaban de la cabeza hasta los hombros eran ovas preñadas de agua, y bien mostraban que nunca blanco peine conocieran; de las puntas colgados no faltaban mariscos que en aquella mar nacieran. Por gorra, en la cabeza, de gran costa, una cáscara grande de langosta. Desnudo el cuerpo y partes genitales por no haber al nadar impedimento, mas con todo pequeños animales del mar todas las cubren ciento a ciento; camarones, cangrejos y otros tales a quien Diana da su crecimiento, ostrias y camarujos pequeñuelos, cosas en que no prenden los anzuelos”. VI,18-19.   El otro motivo del canto, para entretener la navegación, es la historia que narra a sus compañeros marinos uno de ellos, Veloso, la historia de los doce caballeros portugueses que van a Inglaterra a defender ante caballeros ingleses a doce damas; una historia de caballeros andantes, historias de caballerías, en la base de la nueva búsqueda de aventuras que mueve a los navegantes lusitanos; como dice un caballero Magricio a sus compañeros de aventura inglesa:   “Fuertes guerreros, yo deseo y muero por ver ha mucho ya tierras extrañas, por ver más aguas que del Tajo y Duero, varias gentes y leyes, varias mañas”. VI,54.   De nuevo, la modernidad, los viajes. El descubrimiento y los contactos. El encuentro con nuevas gentes, con diferentes leyes y maneras de enfrentarse al mundo. Las tormentas causadas por el dios Neptuno, de las que la constelación de Orión es mensajera, serán neutralizadas por Venus, “la amorosa estrella”, que con sus ninfas consigue calmar a los vientos…   “Mas delante del sol ya se mostraba al horizonte la amorosa estrella mensajera del día, y visitaba la tierra, el mar con frente alegre y bella”. VI,85.   Superadas las tempestades, con ayuda de Venus, avistan tierra que el piloto identifica: “¡Tierra es de Calecú si no me engaño!” (VI,92). Y es entonces cuando Gama, alegre y arrodillado, agradece “la grande alta merced a Dios del Cielo” (VI,93), que en un relato en clave de épica antigua lo mismo puede ser Júpiter que el Dios de los cristianos y mahometanos, el Dios del Cielo.   En la crítica barroca del poema se destacó el contradictorio empleo de la mitología pagana por un autor cristiano, tan caro a los humanistas y tan sospechoso ya para las ortodoxias barrocas exacerbadas; el editor Manuel de Faria e Sosa, en una amplia y comentada traducción en prosa al español del poema, aparecida en 1693, quiso justificar el empleo de la mitología pagana como una alegoría cristiana, pero fue denunciada la edición a la Inquisición española y portuguesa al año siguiente, y la Inquisición de Coimbra llegó a prohibirla. Las fuerzas divinas que mueven los hilos de las vidas de los hombres se identifican demasiado con las fuerzas de la naturaleza y con las conductas de los hombres, fueran de la ley que fueran, y un aire de racionalismo y modernidad parece dar mayor aliento al poema de Camoens.   El final del canto VI es una incitación a la vida de acción de los emprendedores, una invitación a dejar la vida blanda urbana y cortesana para alcanzar la virtud y alumbrar el entendimiento: es la forja de un hombre de mando, despreciador de  honras y de dinero, merecedor de los grados mayores de la honra inmortal. Un discurso moral, como todo discurso clásico, de abrumadora actualidad. La licencia formal en la presentación de las octavas de Camoens quiere subrayar, precisamente, ese perfil moral deseado en el mensaje del canto.   Por los peligros fieros enemigos, por los graves trabajos y temores alcanzan los que son de fama amigos de la honra inmortal grados mayores; no recostados siempre en los antiguos troncos nobles de sus antecesores; no en los dorados lechos entre finos de Moscovia animales cebelinos; no con manjares nuevos, exquisitos, ni con blandos paseos ociosos, no con varios deleites infinitos que afeminan los pechos generosos, no con nunca vencidos apetitos que la Fortuna hace poderosos, y luego al pie para mover escasos a grandes obras de virtud el paso; mas con el fuerte brazo bien buscando honras que propias puedan ser llamadas, tempestades del crudo mar pasando, vigilando y vistiendo armas pesadas, del sul los torpes fríos superando y de regiones mil desabrigadas, donde corrupto ya el mantenimiento se temple con un arduo sufrimiento; y con forzar al rostro temeroso a mostrarse seguro, alegre, entero al tiro ardiente y fiero que espantoso llevó el brazo o la pierna al compañero. Desta arte el pecho cría un callo honroso, de honras despreciador y de dinero, de honras y de dinero que ventura forjó, y no la virtud que es justa y dura; recibe lumbre así el entendimiento que experiencias hacen reposado, y queda viendo, como de alto asiento, el baxo suelo humano embarazado; éste, do gobernare el regimiento derecho y no de afectos ocupado, subirá (como debe) a ilustre mando contra su voluntad y no rogando. VI, 95-99.   Debió ser un lugar común  del pensamiento del hombre de acción del momento, de los hombres de las nuevas fronteras coloniales modernas. En ellas debían forjarse los hombres de mando, los que ascendían, aunque no lo deseasen, por sus propios merecimientos y no por ruegos cortesanos. Un capitán de permiso, Baltasar Gago, poco tiempo después de la publicación del poema de Camoens, tras un ataque corsario a la galera en la que viajaba, terminaba la relación de aquel dramático suceso con una reflexión moral y admonitoria en todo paralela a estos versos finales del canto VI de Los Lusiadas:   “que es necesario que acaezcan cosas como éstas para que los hombres se conozcan y muestren por lo que son. Que en ellas,  y no en la Corte y entre damas, se muestra el valor y ánimo de cada uno”.     “Una mano la pluma, otra la espada” (VII,79)  El canto VII se inicia con un lamento por las guerras internas de la cristiandad; si no se animan los cristianos a emplear esas fuerzas en guerra de cruzada contra los turcos, al menos podrían emplearlas en conquistar tierras y riquezas, como el oro de los ríos libios Pactolo y Hermo:   Si codicia de mando y de tesoro os mueve a conquistar tierras ajenas, ¿no miráis que Pactolo y Hermo al moro sirven con sus auríferas arenas? En Lidia, Asyria, texen hilos de oro; África esconde en sí lucientes venas: ¡Siquiera muévaos ya riqueza tanta, pues no os puede mover la Casa Santa! VII,11.   A la búsqueda de riqueza, se puede añadir el deseo de encontrar nuevas tierras “donde a sembrar de Christo van la ley y a dar nueva costumbre y nuevo rey” (VII,15). Nuevas tierras para enriquecerse, sí, pero también para cristianizar y someter a su rey. Entre el Indo y el Ganges hay un “terreno grande asaz famoso”, y en él gobiernan tanto musulmanes, como idólatras y adoradores de animales, que pudieran tildarse de tiránicos o bárbaros, que el territorio poseen por fuerza:   “Fuérzanle varios reyes a la usanza de varias leyes: unos al vicioso Mahoma, otros los ídolos adoran, otros los animales que allí moran”. (VII,17).   Hay incluso alguno en que “la ley fábulas son” (VII,37). De todas esas tierras y gentes que enumera, terminarán los portugueses fijándose en Calicut, en donde encontraron un magrebí, Monçayde, que les sirvió de intérprete. En la embajada de contacto destaca la modernidad mercantilista en la propuesta de relación entre los dos reyes, el de Calicut y el de Portugal:   “Y si quieres con pactos y alianza de paz y de amistad sacra y desnuda consentir que la gente en confianza de tu reino y del suyo al trato acuda, porque la hacienda crezca en abastanza, por quien la gente más trabaja y suda, de entrambas partes, será ciertamente a ti provecho, a él gloria excelente” VII,62.   También el rey de Calicut se interesa “de saber de los nuestros de do vienen, qué costumbres, qué ley, qué tierra tienen” (VII,66). El intérprete magrebí Monçayde se lo explicará y el encuentro se da al final, aunque Camoens cierra el canto con una petición de descanso para tomar aliento y poder seguir con el poema. Es aquí en donde, citando a Horacio, se ve a sí mismo forzado a tener “una mano la pluma, otra la espada”, y se queja de su pobreza y sus penurias, a la vez que se afirma en su objetivo de terminar su canto “para poner las cosas en memoria que merezcan tener eterna gloria” (VII,82). En esa queja, no falta el enojo del poeta contra los malos oficiales regios que para contentar al rey, gobiernan “al pueblo, que es pobre, desnudando” (VII,85),   “ni a quien halla que es justo y que es derecho guardar la ley del rey severamente, y no halla que es justo y que es bien hecho que se pague el sudor de servil gente; ni al que aprende con poco experto pecho razones, y imagina que es prudente para tasar con mano injusta, escasa, los trabajos ajenos que él no pasa.   Sólo aquellos diré que aventuraron por su Dios, por su rey, la amada vida, do, perdiéndola, en fama la aumentaron, tan bien de tales obras merecida. Phebo y las Musas, que me acompañaron, me doblarán la furia concedida en cuanto tome aliento, descansando, por tornar al trabajo más holgado” . (VII,86-87).   En aquellos tiempos de polémicas religiosas que enfrentaban a mártires contra mártires en Europa, martirologios protestantes de los Centuriadores, Fox o Crispin contra los martirologios católicos de Baronio, aparecen estos aventureros, nuevos héroes modernos, que si pierden la vida aumentan su fama hasta la eterna gloria… Otro perfil de la modernidad. El poeta pretende ser el cantor de esos nuevos héroes, con ayuda de Apolo y las Musas.     “Quien comercio huye busca guerra” (VIII, 92) y “La enemiga sed de oro que a todo nos obliga” (VIII,96)  Tras la pausa para el descanso del poeta del final del canto VII, el VIII se inicia con una narración de Gama, ilustrada por las imágenes de las banderas portuguesas, de los  hechos famosos de los portugueses en la historia, pero en el entorno del rey de Calicut conspiran contra los portugueses malos consejeros que el poeta relaciona con Baco y con Mahoma como fuerzas adversas. Esos enemigos, vagamente mercaderes musulmanes tradicionales, impondrán una visión negativa de los viajeros:   “Con oro y otras dádivas secretas el voto ganan de los principales, con razones notables y discretas muestran que perderán los naturales, diciendo que son gentes inquietas que, los mares corriendo occidentales, viven de robo público y contino, sin rey, sin fuero humano ni divino” (VIII,53).    Gente sin fe ni ley, en fin, es gente bárbara. Gente sin rey, aventurera. Así se lo dice a Gama el rey de Calicut:   “Bien informado soy que la embaxada que de tu rey me diste, que es fingida, porque ni tienes rey ni patria amada, mas vagando pasando vas la vida. ¿Que cuál rey de la España allá apartada o señor de locura sin medida a acometer vendrá con naos y flotas tan inciertas carreras y remotas?” (VIII,61)   El rey de Calicut, no obstante, les ofrece acogida como hombres de fortuna:   “Si venís por ventura desterrados como ya fueron hombres de alta suerte, en mis reinos seréis agasajados, que toda tierra es patria para el fuerte; o si piratas sois, al mar usados, decildo sin temor de infamia o muerte, que para sustentar la vida humana a todo en todo tiempo hombre se allana” (VIII,63).   Nuevamente, la modernidad; tanto de los altos negocios como de la lucha por la supervivencia, que traspasa las fronteras de las leyes concurrentes o enfrentadas. Gama defiende que su viaje es de conocimiento y de contactos, pues ningún otro interés lo hubiera llevado tan lejos, a las tierras tórridas que están bajo la constelación de Aries o el Carnero:   “Que si de robos sólo yo viviese, pirata o de la patria desterrado, ¿cómo crees que tan lexos me viniese a un nunca visto asiento y apartado? ¿Por qué esperanzas o por qué interese experimentaría el mar airado, los antárticos fríos, los ardores que del Carnero ven los moradores? VIII,67.   A la vez que le promete un rico regalo de embajada para un próximo viaje, Gama explica al rey de Calicut el móvil del viaje de descubrimiento como viaje de conocimiento y de primeros contactos:   “Ha muchos años ya que firmemente nuestros antiguos reyes propusieron de vencer los trabajos fuertemente que siempre a grandes cosas se opusieron; y descubriendo el mar impaciente, del descanso enemigos, pretendieron saber qué fin tenía y dónde estaba la última ribera que bañaba”. VIII,70.   El rey de Calicut accederá al fin, también por “la codicia del provecho que espera del contrato lusitano” (VIII,77), y permite una visita comercial a la ciudad:   “Manda en fin que a sus naos vaya derecho, y sin recelo de ninguna mano pueda a tierra enviar cualquier hacienda que por la especiería trueque y venda”. VIII,77.   Los mercaderes musulmanes conspiran contra los portugueses para que no lleven a Europa noticias geográficas:   “Que a Portugal no vuelvan más pretende el consejo infernal mahometano, porque no sepa nunca a do se extiende el Oriente el gran rey lusitano”. VIII,84.   Finalmente, el rey de Calicut les deja desembarcar las mercancías que quisieron, aunque Gama lo presenta más como un pago de rescate de rehenes que como operación comercial:   “Dice que haga venir toda la hacienda vendible y buena que truxese a tierra, porque de espacio bien se trueque y venda, que quien comercio huye busca guerra. Aunque Gama el designo malo entienda que el dañado y perverso pecho encierra, consiente, porque sabe y cierto estaba que, con la hacienda, libertad cobraba”. VIII,92.   Retirado en las naves Gama a la espera de los acontecimientos, y sin fiarse para nada ya del gobernador intermediario del rey sobornado por los mercaderes musulmanes, el poeta cierra el canto octavo con una arremetida contra la sed de oro que todo lo corrompe…   “Déjase estar en ellas perezoso hasta ver lo que el tiempo le enseñaba, que no se fía ya del codicioso gobernador que sobornado estaba. ¡Vea agora el juicio aquí curioso cuánto en el rico como en pobre obraba, cuánto puede interés y la enemiga sed de oro que a todo nos obliga! VIII,96.   Como en el Trato de Argel de Cervantes, y su discurso de la Edad de Oro en boca de Aurelio el cautivo, también Camoens relaciona oro y cautiverio de alguna manera:   “Éste rinde las grandes fortalezas, y hace traidores, falsos, los amigos; a los más nobles fuerza a hacer vilezas y entrega capitanes a enemigos; corrompe virginales mil purezas sin temer la deshonra los testigos; éste deprava a veces a las sciencias los juicios cegando y las consciencias. Éste interpreta más que sutilmente los textos, y hace leyes y deshace; éste causa perjurios a la gente, y de reyes tiranos muchos hace. Hasta a aquellos que a Dios omnipotente se dedican, mil veces tanto aplace que los corrompe este ladrón del todo, no sin color ya de virtud con codo.” VIII,98-99.   “Mal puede haber en tierra quien se guarde si tu fuego inmortal en el mar arde” (IX, 42). El fuego del amor Con una estratagema de hacer rehenes a algunos mercaderes notables para intercambiar con sus factores en Calicut, Vasco de Gama logró salir con sus naves de regreso, y en ellas lleva lo que buscaba: información y especias. Viaje de conocimiento, pues, y de nuevos contactos: “con estas nuevas va a la patria cara y con cierta señal de lo que hallara” (IX,13):   “Algunos malabares que prendiera lleva, de los que al samorí enviara cuando los presos suyos le volviera; lleva pimienta ardiente que comprara, la seca flor de Banda allí pusiera, la nuez y el negro clavo que hace clara la nueva isla Maluco, y la canela con que ansí de Ceylan la fama vuela”. IX,14.   Y también el intérprete magrebí Monçayde, por cuya diligencia Gama “esto todo alcanzó”, viaja en las naves hacia Portugal; “por angélica influencia” ha logrado para su nombre “en el libro de Christo que se escriba”:   “¡Oh, dichoso africano, a quien clemencia divina saca de la noche esquiva, y lexos de la patria halla manera con que suba a la patria verdadera”. IX,15.   Patria verdadera, el Cielo o el Empíreo, como cristiano nuevo, pero también como héroe de una empresa moderna. Cuyo premio vendrá de la mano de Venus y sus ninfas que conducen a los viajeros a una isla para que dejen allí “su progenie fuerte y bella”. Nadie se puede guardar de poderosa diosa pues “tu fuego inmortal en el mar arde”. Cuando aparece la Aurora, madre de Memnón, llegan los viajeros portugueses a esa isla que Venus les pone en el camino:   “Cortando van las naos la larga vía de la gran mar para la patria amada, provisión deseando de agua fría para tan grande y tan larga jornada, cuando juntas, con súbita alegría, vista hubieron de la isla enamorada rompiendo por el cielo la hermosa madre alegre de Menón, generosa. De lejos la isla vieron fresca y bella, que Venus por las ondas la llevaba (bien cual la vela el viento heriendo en ella) para donde la armada se miraba; y porque no pasen sin que della tomen puerto, como deseaba, para donde las naos vienen la mueve Venus, que todo a su poder se debe”. IX, 51-52.   En la isla divina, en donde piensan poder hacer aguada,  se encuentran con el jardín de Venus y una gran mesa preparada para un banquete.   “Tres hermosos oteros se mostraban con presunción alzados bien hermosa, que de esmalte de grama se adornaban en la isla alegre, deleitable, hermosa; claras fuentes de su cumbre manaban, que tienen la verdura más viciosa: por entre claras piedras se deriva la sonora linfa fugitiva.   Isla frondosa de árboles aromáticos y frutales, “los limones estaban olor dando, las virginales tetas imitando” (IX,56), laureles, mirtos de Venus, pinares… Nada más desembarcar en la isla, se dan cuenta los portugueses de que está llena de diosas, como ese fantástico paraíso de huríes mítico, y el soldado Veloso, que durante el viaje ha narrado historias de caballerías andantes a los marineros, es el que da el nuevo grito de alarma alegre. Y comienza la orgía campestre o pastoral… Y, por supuesto, también hay nadadoras…   “’¡Sigamos estas diosas y veamos si fantásticas son o verdaderas!’ Esto dicho, veloces más que gamos, comienzan a correr por las riberas. Van las ninfas huyendo entre los ramos pero, más industriosas que ligeras, sonriéndose a trechos y gritando, se dexan de los galgos ir tomando. A una el cabello el viento le llevaba, a la otra las faldas delicadas; enciéndese el deseo que se cebaba en blancas carnes súbito mostradas. Una de industria cae, y ya importaba, con muestras muy más blandas que indignadas, que sobre ella tropiece y también caya quien la siguió por la arenosa playa. Otros por otras partes a encontrarse iban con las desnudas que se lavan; dellas súbito veis el grito alzarse, como que asalto tal no le esperaban; unas fingiendo de vergüenza darse menos que de la fuerza, se arrojaban desnudas por el bosque, al ojo dando lo que a la mano avaras van negando; otra, como que más vergüenza tiene, dentro en el agua el cuerpo escondía; otra por los vestidos presta viene que allí fuera del agua sostenía. Tal dellos hay que si algo se detiene en desnudar pensó que tardaría, y ansí vestido se echa al agua bella por amatar su fuego dentro en ella.” IX,70-73.   Al marino portugués perseguidor de las ninfas por el jardín de Venus lo compara, finalmente, con un perro de cazador que persigue a una presa abatida incluso nadando. En el caso de la presa amorosa, precisa que no son Diana, la hermana de Febo o Apolo.   “Como del cazador perro atrevido hecho a tomar en agua el ave herida, que el arcabuz al rostro vio subido para la garza o ánade sabida, antes que suene el golpe, mal sufrido va al agua y de la presa conocida no duda, y nada y grita: así el mancebo corre a la que no es hermana a Phebo”. IX,74.   Todo, al fin, “en amor puro se deshace”, y sigue la fiesta. “¡Qué hambrientos besos ya por la floresta!”(IX,83), hasta que las ninfas se les rinden: “Danles las blancas manos como esposas” (IX,84)… Es el premio a los que se esfuerzan en el “’camino de virtud’, alto y fragoso, mas al fin dulce, alegre y deleitoso” (IX,90). En las octavas finales va perfilando ese esfuerzo que hará “los reinos grandes y pujantes” y a todos señores de “riquezas merecidas”:   “Y haréis famoso al rey de vos querido, agora con consejos bien pensados, agora con la espada que el subido nombre os dará que dio a vuestros pasados. Nada imposible hagáis que está entendido que, en fin, quien quiso pudo; y numerados entre héroes seréis esclarecidos, y en esta ‘Isla de Venus’ recibidos”. IX,95.   “…de rigurosas leyes aliviadlos” (X,149) El canto décimo y último comienza con el banquete en los jardines, presidido por Venus y Gama:   “Luego allí en ricas sillas cristalinas se sientan dos a dos, amante y dama; Y en la cabecera, en otras de oro finas, con la hermosa diosa el claro Gama…” X,3.   Durante él se evocan los viajes y hechos de los portugueses por toda Asia, con un desfile de nombres citados, protagonistas de aquella expansión imperial: Duarte Pacheco, Francisco Almeida, Vasco de Gama, Enrique de Meneses, Pero Mascareñas, Vaz de Sampayo, Héctor de Silveira, Nuno de Cuña, García de Noroña, Antonio de Silveira, Sousa, Castro, Esteban y Cristóbal de Gama, el jesuita Gonzalo de Silveira, Fernando de Meneses… Algunos de ellos amigos de Gama, como Héctor de Silveira, defensor de Diu, por ejemplo. Finalmente, Tetis  – una de las Nereidas, madre de Aquiles – hace para Gama una descripción del Universo tolemaico que Camoens conoce por el Tratado de Esfera de Pero Nunes, aparecido en 1537.   “Ves aquí la gran máquina del mundo, etérea, elemental, que fabricada ansí fue del saber alto y profundo que es sin principio y meta limitada. Quien cerca en derredor este rotundo globo y su superficie tan limada es Dios, mas lo que es Dios ninguno entiende, que a tanto humano ingenio no se extiende”. X,80.   Y termina con una descripción del mundo conocido:   “Ves a Europa cristiana, que es más clara que las otras en arte y fortaleza. Ves a África, del bien del mundo avara, inculta y toda llena de bruteza; y el cabo que hasta agora se os negara que hacia el Austro asentó Naturaleza. Mira esta tierra toda que se habita desa gente sin ley, casi infinita.” X,92.   La descripción del mundo llega hasta China y Japón, “do nace plata fina”, y hasta las “infinitas islas derramadas” por Oriente, Tidore, Tarnate, Banda o Timor… También cita a Magallanes, “en el hecho portugués, pero no en el leal pecho” (X,140). Al final, Tetis les  invita a volver a su tierra: “podéis os embarcar, que tenéis viento y mar tranquilo, a vuestra patria amada” (X,143). Con la vuelta a Lisboa – “Por la boca del Tajo se metieron…”-, el poeta cierra el poema con una suerte de queja primero, y luego con una advocación al rey. He aquí la queja:   “¡No más, Musa, no más, que destemplada la lira está y la voz enronquecida, y no del canto, mas de ser llegada a cantar a una gente ensordecida! Que no da aquel favor la patria amada que alza el ingenio, porque está metida en gusto de codicia y en rudeza de una extraña, amatada y vil tristeza” X,145.   De la invocación al rey, he aquí algunas pinceladas finales, en las que sólo le pide que sea un buen rey para sus esforzados súbditos, los portugueses:   “¡Mirad que alegres van por varias vías, como indómitos toros y leones, los cuerpos dando a hambres tantos días, a hierro, a fuego, a tiros y aflicciones, a las regiones cálidas y frías, a los golpes de bárbaras naciones, a peligros incógnitos del mundo, a naufragios, a peces, al profundo! Por os servir, a todo aparejados; de vos tan lejos, siempre obedientes; y a los vuestros más ásperos recados, sin dar respuesta, alegres, diligentes… X,147-148.   “Favoreceldos luego y alegraldos con cara alegre y con real consuelo; de rigurosas leyes alivialdos, que así se abre el camino para el Cielo. Los experimentados levantadlos, si con la experiencia halláis buen celo para vuestro consejo, pues que saben el cómo y cuándo, y dó las cosas caben. Dad a todos favor en sus oficios según es de sus vidas el talento… X,149-150.   Que favorezca a los buenos religiosos, “porque el buen religioso y verdadero gloria vana no busca ni dinero” (X,150), así como a los guerreros que hacen “a vuestro imperio preeminente”, pues la experiencia no se aprende “en la fantasía, soñando, imaginando ni estudiando, sino viendo, tratando y peleando” (X,153).   “Haced que nunca allá los admirados alemanes, Italia, Francia, ingleses, puedan decir que son para mandados, más que para mandar, los portugueses. Tomad consejo de experimentados, que vieron largos años, largos meses, que supuesto que mucho cabe en ciencia, más en particular sabe experiencia.” X,152.   En las tres últimas octavas del canto último, el propio Camoens se presenta y ofrece al rey, bien que no le conoce, como cantor épico que le puede poner a la altura de Alejandro y Aquiles. Y se presenta a sí mismo como hombre de ingenio y de experiencia.   “¿Mas yo qué hablo, baxo, rudo y presto, de vos no conocido ni soñado? Bien sé que de pequeños, con todo esto, el loor sale a veces levantado. No me falta en la vida estudio honesto que con larga experiencia está mezclado, ni ingenio como aquí, señor, apunto, lo cual se halla pocas veces junto.   “Brazo para serviros diestramente; para cantaros, mente a musas dada; falta a vos ser acepto solamente de quien ser debe la virtud preciada. Si el Cielo esto me diere, y con ardiente pecho tomáis empresa que cantada ser pueda –como el ánimo adivina, mirando vuestra inclinación divina -,   o haciendo que más que no a Medusa la vista vuestra tema el monte Atlante, o rompiendo en los campos de Ampelusa los muros de Marruecos y Trudante, la mía ya estimada, alegre musa, prometo que en el mundo de vos cante, de suerte que Alexandro en vos se vea, sin que envidiado el gran Achiles sea.” X,154-156.   Así termina el gran poema de un hombre que conoce las nuevas fronteras coloniales de la modernidad, hombre de ingenio y experiencia como a él le gusta verse, “una mano la pluma, otra la espada”.   La mesura en el tratamiento de los grandes conceptos políticos o religiosos, para lo que la mitología clásica le sirve de contrapunto saludable, es similar a la cervantina; de ahí esa elegancia en los razonamientos de ambos, a la vez que esa melancolía que se advierte en las reflexiones personales también de ambos, viejos soldados no bien recompensados en vida por sus reyes. Cervantes sale de España veinteañero para Italia en el momento en el que Camoens vuelve de sus viajes cuarentón, y Cervantes vuelve a España en el momento en que Camoens muere, y en el momento en el que en Alcalá aparece la versión española de Benito Caldera del poema de Camoens. En la novela que Cervantes publica nada más volver, en Alcalá, también, La Galatea, saluda la edición de Benito Caldera así:   Tú que del luso el singular tesoro erigiste en nueva forma a la ribera del fértil río, a quien el lecho de oro tan famoso, le hace adonde quiera; con el debido aplauso y el decoro debido a ti, Benito de Caldera, y a tu ingenio sin par prometo honrarte y de lauro y de yedra coronarte.     *   Una lectura de Os Lusiadas de Luis de Camoens podría tener ésta, entre otras, como posible formulación global:   Europa es la gran síntesis dialéctica, entre leyes enfrentadas, entre cristiandad e islam. Frente a ella, gentes de leyes más diversas, muchas veces leyes que son sólo fábulas, o gentes sin ley o bárbaras, esa “gente sin ley, casi infinita”… Bajo un Dios del Cielo común, que cerca la tierra y está en todas partes, pero que “ninguno entiende” pues nuestro ingenio no puede llegar a comprender tanto (X,80). Lo que es una alusión, al mismo tiempo, a la misteriosa Naturaleza. En la isla de Venus, la sombra luminosa de Lucrecio, que por entonces comenzaba a planear sobre Europa: la alta providencia gobierna el mundo y lo sustenta a través de mil espíritus prudentes. Y, finalmente, un canto al ingenio y a la experiencia, a la ciencia, en fin: al hombre que a base de experiencias consigue un entendimiento reposado (VI,99).   No cabe mayor belleza ética, mayor justeza.   El cielo de la gloria para los hombres es el Empíreo, y en dos octavas lo describe, por boca de Tetis:   “Aquí solo están santos gloriosos, verdaderos, que yo, Saturno y Jano, Júpiter, Juno, fuimos fabulosos, fingidos del mortal engaño insano. Sólo para hacer versos deleitosos servimos, y si más el trato humano nos pudo dar, sólo es que el nombre nuestro a estas estrellas dio el ingenio vuestro. Y también porque la alta providencia – que en Júpiter aquí se representa – por espíritus mil de gran prudencia gobierna el mundo todo que sustenta; de profetas lo enseña bien la sciencia en mil de los ejemplos que presenta: los que son buenos guían, favorecen; los malos cuanto pueden nos empecen.” (X,82-83).   *   Una apreciación final transversal pero importante para una nueva sensibilidad: salvo Venus y algunas diosas más, ninfas y nereidas, y musas, no aparecen personajes femeninos en estas aventuras del mar por las nuevas fronteras de la modernidad… Todas habitantes ya de ese Empíreo que los hombres deben ganar con sus nuevas empresas…    

Emilio Sola 22 febrero, 2013 26 agosto, 2016 Camoens, especias, Isla de Venus, nadadores, portugueses, Viajes
Loco Fundanio. (Horacio gastrónomo)

LOCO FUNDANIO En la Sátira VIII del Libro Segundo de las Sátiras de Horacio, el poeta mantiene una conversación de alto interés gastronómico (y, evidentemente, literario) con su amigo Fundanio, exitoso comediógrafo romano; texto del que me serví para un capítulo de mi libro El vino en los clásicos de Grecia y Roma (Ediciones El Almendro de Córdoba, 2013). Utilicé la traducción de la espléndida edición de la Editorial Porrúa (México 1980). Reproduzco aquí seguido mi texto fundido con el fragmento (en cursiva) de la Sátira horaciana: Apenas pasada la hora abrasadora de la siesta, aún con el sopor en las sienes y el regüeldo de los pepinos en el esófago, echa Horacio la llave del portón, y toma cuesta abajo a través del revuelto de calles que conducen al Foro. Allí espera encontrar a su amigo Fundanio, e invitarle a cenar. En verdad, piensa mientras camina, ninguna compañía más placentera en las cálidas noches de agosto que la del loco Fundanio, sin duda el más ingenioso de los comediógrafos de Roma. Horacio arde en deseos de arrancar los precintos del ánfora de vino añejo, volcar su contenido en grandes copas, y beber a la salud del amigo. El poeta no desea la presencia de Fundanio como podría desear la de un grácil muchacho tumbado sobre un lecho de rosas; la pulsión que le mueve no es erótica, y aun así, es grande su ansiedad por hallarse recostado junto al querido confidente, las copas de vino desbordando, el ánimo dispuesto para la risa. Pero, triste suerte, Horacio no encuentra a Fundanio en el Foro. No se halla entre los que se sientan en las gradas del templo, ni en los agitados corrillos de parleros, que se protegen del sol bajo los porches del atrio. Lo busca luego en los baños y en el gimnasio. Todo inútil: nadie ha visto en todo el día al comediógrafo. Contrariado, el poeta se encamina hacia el Campo de Marte, fuera ya de los muros de la ciudad, donde Fundanio tiene su morada. Aunque va escogiendo las aceras sombreadas, el calor agudiza el cansancio de sus piernas; pero el poeta se consuela: “nunca es largo el camino que conduce a la casa del amigo”. Tampoco encuentra Horacio a Fundanio en su casa. La esclava que le atiende, y le prepara los guisos, no sabe dar razón de su paradero. Lo más que la vieja Clea puede decir a Horacio es que, poco antes del mediodía, a la hora del primer vino, se presentó en busca de su amo el repulido Nasidieno, y que juntos salieron los dos de casa sin dejar recado. Es suficiente. Ahora todo está claro: sin duda Fundanio cena hoy en casa del nuevo rico, el vulgar y pretencioso Nasidieno, empeñado en impresionar a todo el mundo con sus banquetes costosos y estrafalarios. Cae la noche y, con paso cansino, el poeta recorre de vuelta el largo y empinado camino a su casa. Allí le esperan las humildes legumbres y el añejo Cécubo. Triste el ánimo, Horacio cena en soledad. Sin la agradable compañía del amigo, el vino le sabe peor que de costumbre, aunque al menos sus vapores acaban por conducirlo al sopor del sueño. Al día siguiente, en el fulgor de la hora tercia, Horacio encuentra por fin a su amigo haciendo corro en el Foro con un grupo de diletantes: Horacio -¿Querido Fundanio; te agradó la cena del bendito Nasidieno? Porque ayer, al buscarte para que fueras mi convidado, me dijeron que estabas bebiendo en su casa desde el mediodía. Fundanio – Ya lo creo que me agradó, diría que jamás en la vida comí mejor. Horacio. – Y dime, si no te es molesto: ¿cuál fue el primer plato que aplacó tu rabioso apetito? Fundanio. – En primer lugar nos regalamos con un jabalí de la Lucania, cazado con un suave viento del sur, según dijo el anfitrión; y acompañado de rábanos picantes, lechugas, raíces, y esas cosas que excitan el estómago inapetente, como anchoas, apio, y salsa de arrope hecha con vino de Cos. Cuando se retiraron de la mesa estas viandas, y un esclavo con la túnica levantada limpió la mesa de pino con un paño de púrpura, mientras otro recogía del suelo los restos, se adelantó el negro Hisdapes, llevando los vinos de Cécubo y Alcón, junto con los de Quíos no mezclados con agua del mar. A continuación nos sirvieron aves, mariscos, y pescados de un sabor muy diferente del habitual, como pude comprobar cuando Nomentano me ofreció intestinos de platija y de rodaballo, jamás por mí saboreados. Por cierto que el mismo Nomentano me enseñó después que las peras dulces se ponen rojas si se las coge con luna menguante, y otras curiosidades culinarias. Entonces dijo Vibidio a Baladrón: “Si no bebemos hasta arruinar a Nasiadeno, moriremos de vergüenza”. Y pidió copas más grandes. La palidez cambiaba el rostro del que daba el banquete, que nada temía tanto como a los buenos bebedores. Nos sirvieron después una murena en medio de cangrejos que nadaban en un plato ancho. Lo que dio pie a Nasidieno para lucirse con un discurso: “Esta murena ha sido pescada en hueva; su carne no hubiera sido tan buena después de la freza. La salsa está compuesta de aceite de Venafro de primera prensa, garo hecho con extracto de pescados de España, vino italiano de cinco años, mezclado mientras se está cociendo (después de cocido le viene el vino de Quíos mejor que ningún otro), pimienta blanca, y un chorro de vinagre hecho con la fermentación del vino de Metimna. Por cierto que yo, y no otro, fui el primero que enseñó a cocer las verdes orugas de mar y las amargas ínulas conyzas, y Curtilo los erizos sin lavar, puesto que lo que da el caparazón de este animal marino es mejor que cualquier salmuera”. Después de la murena, los esclavos trajeron en una gran fuente, partidos en trozos, los miembros de una grulla muy espolvoreada de sal y con algo de harina, y el hígado de un ánsar blanco cebado con higos carnosos, y los puros cuartos traseros de una liebre, que son mucho más sabrosos que si se la come con sus lomos. Luego vimos que se nos servían mirlos con la pechuga asada y pichones sin vientre, bocados exquisitos, si el dueño no nos hubiese contado sus orígenes y propiedades. Pero nosotros, en venganza, huimos de él sin probar absolutamente nada, como si sobre aquellas viandas hubiese soplado la hechicera Canidia, que es más venenosa que las serpientes africanas. Acabado por fin el tedioso recuento de los manjares ofrecidos por Nasidieno a sus invitados, Horacio toma a Fundanio por el brazo, y llevándoselo despaciosamente, le susurra al oído: “Olvídate ya, querido, del fatuo Nasidieno y de sus historiados platos. Ahora vamos a mi casa. Comeremos la olla casera de verduras, que desde primera hora del día quedó orillada al rescoldo, despidiendo perfumado humo. Empezaremos un sudoroso pernil, y beberemos hasta emborracharnos un vino corriente, que yo mismo sellé en tinajas. Pues dulce cosa es perder la razón cuando uno reencuentra a su amigo”.

Pedro Plasencia Fernández 13 enero, 2017 13 enero, 2017
Literatura de avisos, revolución científica e “Imago Mundi” en la Compañía de Jesús.

Rodrigo Escribano Roca   Enlace de lectura: https://www.dropbox.com/s/l5njirsrb7e27if/Acosta%20Kircher.xps.pdf

Rodrigo Escribano 15 diciembre, 2013 15 diciembre, 2013
Las tórtolas de Pedro Margarite

LAS TÓRTOLAS DE MOSÉN PEDRO MARGARITE Pocos espíritus tan nobles entre los varones que partieron del Puerto de Palos con Colón el 2 de agosto de 1492, como el de mosén Pedro Margarite, primer alcaide que fue de la fortaleza de Santo Tomás, la cual mandó construir el Almirante en las minas de oro de Cibao, a orillas del río Janico al Noroeste de la isla Española. Fue fundada la ciudadela en el año 1494, siendo la segunda que los españoles edificaron en la Indias, y le dio Colón el nombre del santo apóstol, porque existiendo dudas acerca de la existencia de oro en el roquedal de aquel valle, como aseguraban los nativos, al igual que Santo Tomás en Emaús, díjose el Almirante: ‘si no lo veo no lo creo’, y metió el dedo en la llaga, que fue excavar las minas que finalmente allí se descubrieron. Fundado que hubo la fortaleza, partió Colón a Tierra Firme para seguir con sus descubrimientos, y, como queda dicho, dejó de alcaide al mosén al mando de un retén de hasta treinta hombres. Margarite, pulido clérigo de noble estirpe catalana, era hombre de mundo, sensible y valeroso, de buen comer y gustos exquisitos; de modo que no sin fatigas sobrellevó los ayunos forzosos y la dieta a base de pan de raíces y vianda de animales repugnantes que tocó aquel año, en el que ni tan siquiera se dispuso de maíz, porque al poco de partir Colón, los indios taínos, hartos de los abusos que sufrían, abandonaran los sembrados y huyeron la tierra adentro, dejando a los españoles sin más comida que los escasos bastimentos que aún tenían almacenados, los cuales pronto se agotaron. Cuenta la crónica de Pedro Mártir de Anghiera, que lo último que aquellos treinta cristianos consumieron de la despensa real fueron unos bizcochos revenidos y unos restos rancios de tocino, que por causa de la humedad y del paso del tiempo se había podrido por completo, de modo que los escrupulosos soldados comían de noche para no tener que contemplar los gusanos que engullían, los cuales eran tantos que en cuanto ponían un trozo de tocino en la mesa, se desplazaba por la madera como un semoviente, de modo que se diría que el difunto puerco aún estuviese vivo. Pero también estas míseras provisiones fueron presto despachadas, y en ese punto, para no morir de hambre los hambrientos soldados tuvieron que alimentarse con las raíces de la tierra y la carne de los perros que había en la fortaleza; y luego, cuando el último mastín fue sacrificado, hubieron de comer sapos, roedores, lagartijas, culebras y cualesquiera otras sabandijas que por el campo encontraban. Fue entonces cuando apareció la enfermedad que pone la piel del color del azafrán y deja a los hombres delirantes, pero aún con hambre, porque, para desgracia del género humano la gusa maldita es lo último que se pierde. Con la mucha hambre y la enfermedad fueron llegando las muertes, y como quiera que por causa de la debilidad de los vivos, y por no disponer de cal viva, los fiambres eran enterrados de cualquier manera, el olor comenzó a hacerse nauseabundo por todas las esquinas de la fortaleza. Ya había muerto la mitad de la población de Santo Tomás, cuando un día de buena mañana se presentó a las puertas del castillo un indio de bondadoso corazón, el cual guardaba lealtad al comendador porque, al contrario de lo que hicieron otros mal llamados cristianos, nunca mosén Pedro había mostrado violencia, ni causado daño alguno a él o a sus hermanos. Iba el indito alegre y gesticulante, agitando en el aire un par de lustrosas tórtolas que llevaba vivas en la mano. El alcaide, que lo vio llegar, mandó que le dejaran subir al aposento de la torre en la que se hallaba, desde cuyo ventanuco contemplaba con ojos melancólicos el vuelo de las avecillas en espera de su última hora. Subió el indio y ofreció a Margarite las tórtolas a la mano. Al sentir mosén Pedro sobre la fría piel el calor animal, el pálpito de vida bajo la suavidad de las plumas, y percibir el olor de la presa que sirve de vianda, dejó volar su pensamiento muy lejos, años atrás, hasta aquellas perfumadas mañanas de caza en las navas de Andalucía cuando las guerras de Granada. Las lágrimas brotaron entonces de sus ojos, y los jugos gástricos comenzaron a desmandársele. Sin dejar de acariciar las tórtolas, pensó primero Margarite en un escabeche con su aceite frito, su vinagre de vino, los granos de pimienta negra, el laurel y la cebolla; mas al rato le asaltó la imagen olfativa de un estofado caliente con mucho ajo y bien especiado, preparado a fuego lento al amor de la lumbre. ¡Qué demonios! Ni en escabeche ni estofadas, se las comería asadas tan solo con un poco de unto. Era lo más rápido, y al fin y al cabo como mejor están las tórtolas es sencillamente bien asadas en la parrilla. Devorados solo en su imaginación el escabeche, el asado y el estofado, y por ende aún con hambre, le vino a mosén Pedro el recuerdo y como el aroma de las tórtolas guisadas al modo de Alcántara, aquel sublime preparado en salsa de trufas y almendras, y apretó los animalitos contra la nariz, aspirando con fuerza su penetrante acidez, hechos los ojos cántaros, el corazón alcanzado por la flecha de la nostalgia, la cabeza repleta de dulces recuerdos. Al cabo de un rato volvió el comendador de sus ensoñaciones, y se percató de que en la estancia media docena de sus hombres le contemplaban babeando. Rápido como un águila, el indito advirtió con buen juicio y clara voz que, para todos los presentes, y aún más contando con los que quedaban abajo en la explanada, aquellas dos tristes tórtolas eran plato de poco provecho, pero que sólo para el alcaide harían buena mesa; y apoyó su discurso con el razonamiento de que, siendo Margarite el que más enfermo se encontraba, la comida le ayudaría a pasar aquel día, y a confortar un tanto su maltrecho estómago. Todos asintieron con resignación, el indio recibió sus cuentas de colores, y contento como unas pascuas se fue por donde había venido. Uno de los soldados acudió entonces con el perol y los utensilios con los que aderezar las tórtolas para el comendador, pero en esto mosén Pedro se acercó a la ventana de la torre, y soltando las avecillas, que raudas se alejaron volando, dijo con voz tonante: Nunca plegue a Dios que ello se haga como lo decís: que pues me habéis acompañado en la hambre y los trabajos hasta aquí, en ella y en ellos quiero vuestra compañía, y pareceros, viviendo o muriendo, hasta que Dios sea servido que todos muramos de hambre o que todos seamos de su misericordia socorridos. Y cuenta Pedro Mártir de Anghiera que todos los hombres del fuerte de Santo Tomás que estaban aquel día con el alcaide, quedaron tan hartos y tan contentos con aquel gesto y aquellas palabras del comendador, como si cada uno de ellos se hubiera comido él solo la pareja de tórtolas guisadas a la manera de su pueblo. Unos pocos de aquellos españoles salieron con vida de la gran hambruna y de otros muchos trabajos que hubieron de padecer, entre ellos el comendador Margarite, que, de vuelta a España en el año de 1496, fue llamado a besar las manos de Sus Majestades Católicas, quienes mucho le acariciaron, y agradecieron sus grandes servicios con parecidos favores. Y retirado para su sosiego a las tierras que le fueron concedidas en Andalucía, el bueno de mosén Pedro se dedicó hasta el término de sus días, que fueron muchos y felices, a beber vino y hartarse de tórtolas y de perdices guisadas de mil formas diferentes, en recuerdo de los tiempos pasados. No haciendo nunca caso de la sentencia latina que dice: Omnia saturatio mala, perdicis autem pésima. Esto es, que si todo hartazgo de comida es malo, el de perdiz es el peor.

Pedro Plasencia Fernández 17 noviembre, 2016 17 noviembre, 2016
LA SOCIEDAD ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVI: los moriscos, la Inquisición, los judeo-conversos.

NOTAS DE DOMINGUEZ ORTIZ SOBRE EXTRANJEROS, ESCLAVOS, GITANOS. Extranjeros… con RR.CC. pocos… mercaderes genoveses en Andalucía… franceses, flamencos, alemanes… artistas, industriales y mercaderes… Ruta Jacobea… vagabundos y mendigos. Con Carlos V… aumento. -Protestas Cortes 1548-1551… Carlos: dejar las cosas como están. -Técnicos de todo tipo, alemanes, flamencos e italianos. -Mercaderes y financieros. -Nacionalizaciones… genoveses: Espínolas, Centuriones… -XVII… fuerte inmigración francesa a Cataluña y Aragón sin moriscos. Esclavos… Baja Edad Media, bastantes, tras peste negra. -Valencia… gran mercado (Vicenta Cortés…) -Castilla… RRCC… Andalucia, muchos. -Guerra Cristianismo/Islam… infieles… guerra de Granada… 1500 y 1568-1569. -Mundo colonial. -2ª mitad XVI… +/- 50.000, blancos (berberiscos y turcos) y negros. -1565… Sevilla… 6.327… 6% de su población… En todo el obispado, 14.670… Máxima densidad, Ayamonte / Sevilla / Cádiz. Gitanos… documentado desde Enrique IV… “Egipcianos”… probable de Oriente, + marginales. -Literatura, Lope de Rueda, Gil Vicente, Cervantes… -Sin control… ni matrimonios ni bautismos, marginales… mendicidad femenina y buenaventura… Herradores, esquiladores, tratantes… -Hasta el XVIII… igual, sin control LA CUESTION MORISCA. “Mudéjares”… “Moriscos”… tras 1492. -Tras 1525… “cesa oficialmente de existir la religión mahometana en España” (D.O., La E. de los A., p. 182.) -1526… Carlos V en Granada… mitigó su situación… suspende por 40 años la prohibición de usar lengua, trajes, baños, bailes y costumbres. -Seguían “a su aire”… Testimonios: bautismo… luego lavar al niño… Misa: poca atención… Confesión, mentiras, etc. -En 1566… se deniega la renovación del edicto de gracia de Carlos V… guerra de las Alpujarras, 1568-1570. -Dispersión… Vincent… unos 80.000… Castilla y Baja Andalucia… imposible asimilación, marginación… cohesión… agrupamiento. -Braudel… “varios problemas moriscos”… diferencias regionales. -Fundamentalmente rurales… comunidades urbanas: Toledo, Ciudad Real, Córdoba, Murcia… -En el norte, apenas hay. -Aragón… Cataluña, sólo unos 5.000 en Tortosa… Aragón: 64.000… labradores de regadío, Ebro, Jalón y Jiloca… Valencia… 135.000… 1/3 del total… en tierras de señoría, protección y explotación… labradores… huertas de Gandía y secano. Expulsión… 1609… unos 300.000 “En el contexto histórico de la época, el problema morisco tenía muy difícil solución, y si la de expulsarlos fue cruel, también puso fin a una larga cadena de injusticias y humillaciones” (D.O., p. 187). LOS MORISCOS. DEMOGRAFIA MORISCA… Lapeyre, Geografía de la España morisca, 1959… partida +/-. Principios XVII: +/- 300.000 -Valencia… 135.000 -Aragón… 61.000 -Cataluña… 5.000 (Carnek Biarnés y Biarnés, 1981… 8.000.) -Castilla… 45.000 (Domínguez Ortiz… 115.000). -Murcia… 16.000 -Andalucía… 30.000 -Granada… 3.000 -Canarias… 1.000. (Domínguez Ortiz… 2.000) -Total…………. 275.000 máxima. (Domínguez Ortiz lo eleva a 320.000 hs.) Fundamental la regionalización: Valencia… 1572… +/- 85.000, 29% del total. 1602… 111.000 hs. 1609… 140.000 máximo, 30,3 % . -Del medio rural fundamentalmente y -En tierras de soñorío sobre todo. -Ciudades… Castellón, Alcira, Játiva, Valencia. Aragón… 1495… unos 50.000 mudéjares. 1575… +/- 48.000 hs. 1609… +/- 63.500 hs… 21 %. -Pocos en zonas montañosas. -A lo largo del Ebro y afluentes derecha, Jalón, Huerva -Barrios moriscos en Zaragoza, Teruel, Albarracín, Calatayud. Cataluña… +/- 8.000, sobre todo en Tarragona (Tortosa). Granada… (1968, F. Ruíz Martín, “Movimientos demográficos y económicos en el Reino de Granada, 2ª 1/2 XVI, en Anuario de Historia Económica y social) -Población total… 1561… 274.000 hs. 1587… 200.000 hs. 1597… 213.000 hs. -En 1568… cristianos… 155.000… moriscos… 120.000 … 43 %. La más densa minoría en España. -Domínguez Ortiz/Vincent… en vísperas de la expulsión: De 275.000 has totales, 125.000 cristianos y 150.000 moriscos… mayoritarios. -Desigualdad regional… sobre todo en el campo, salvo en Baza, Guadix, Almería y Motril… 30-40% … y Granada, +/- la mitad. -Campesino libre… de señorío, sólo el 11/12 %. Castilla… (1969… Ladero, Los mudéjares de Castilla en tiempo de Isabel I)… 1497-1502… ´mudéjares (tras 1501 moriscos)… unos 20.000 en Castilla, Extremadura, Murcia y Andalucía Occidental más Valle de Ricote. -sobre todo en ciudades… Morería. -En vías de asimilación en 1568-1570. -Tras expulsión de Granada… fin XVI… 100.000 1609… 120.000… importante. Canarias… +/- 2.000 seudo moriscos… esclavos sobre todo. COMO MINIMOS… (Domínguez Ortiz/ Vincent) -Valencia… 1568/70… 85.000 (1572) 1609… 135.000. -Aragón… … 48.713 (1575) … 61.000 -Cataluña… … 7.000 (estimado) … 8.000 -Castilla… … 30.000 (estimado) … 115.000 -Granada… … 150.000 (1569). LEYENDA DE FECUNDIDAD … (Bleda, Fonseca)… -ni clérigos -ni armas -ni América. -1565-1572.. a 1609 (Lapeyre) cristianos, +44,7 % moriscos, +69,7 %…. Valencia: crecimiento fuerte: natalidad. Estancamiento +/- resto de España. Nupcialidad de las moriscas… James Casey… parece normal… 18 años moriscas, 20 años cristianas. Benasar… Valladolid… 20 años cristians. Europa, 25-26 años. General España (Chaunu, en la Esp. de C.V) más en moriscas que en cristianas. Movilidad -Grandes huidas … 1502-1512 Granada 1526-1535 Valencia, luego recuperación y 1560-1570 Valencia otra vez. -Tras 1570… Granadinos… fuera del Mediterráneo… movilidad y desarraigo… -A Berberia… flujo constante… confiscación de bienes. POSIBILIDAD… Vincent… posible asimilación mayor de la pensada y cifra de 350.000 +/-. SITUACION SOCIOECONOMICA… -Predominio del sector primario… agricultura, no pescador (¿a pesar de Caxetta?) ni pastor. -Sector secundario artesano… importante, mal estructurado. -Sector terciario…pequeño comercio y transporte (arriero novio de Maritornes, pariente de Cide Amete Benengeli). Agricultura… leyenda de laboriosidad, en Bleda… En Aznar: holgazanes… oficios de poco trabajo. -Hortelano… regadío… Aragón: apenas fuera de las vegas. Valencia… huertas de Oliva y Gandí resto, cristianos. Halpering-donghi… Valencia: -guardas y vigilantes, braceros más baratos que los cristianos… (odio cristianos… Germanías: Gª Cárcel) -Arroz…paludismo… decadencia tras los moriscos. -caña de azúcar -cría gusano de seda, como en Granada… decae tras moriscos. Castilla…poco regadío… (Ponsot, 1971, “Les morisques, la culture du blé et le problème de la decadence de l’agriculture espagnole aux XVIIe siècle” (en Melanges Casa Velázquez)… pequeña minoría en la masa de braceros castellanos… Andalucía Occidental… pocos braceros moriscos… -García Arenal para Cuenca… 1597… 22 braceros y jornmaleros, 11 hortelanos, 8 labradores de secano. -Campesino típico… arrendatario o pequeño propietario. Extremadura… labradores de secano, cuando podían… huerta. ARTESANOS … “tantos o más que los cristianos viejos” (Dez. Ortiz)… a pesar de la fama de agricultores.. -Tras 1570… más artesanos… los granadinos no pudieron adquirir tierras… piel, madera, hierro, cerámica… -Peticiones de Cortes y Ordenanzas gremiales… abundantes… prohibiciones a moriscos ser maestros, o incluso aprendices y oficiales. -Limpieza de sangre / limpieza de oficios… mucho en Sevilla y Valencia. PEQUEÑO COMERCIO Y TRANSPORTES. -La arriería… (González de Cellorigo… “Memorial de la política necesaria y útil restauración de la república de España”, 1600)… para sustraerse a la vigilancia de los cristianos y la Inquisición. PROGRESIVA DEGRADACION CULTURAL… -Bajo nivel cultural… (Consuelo López Morillas, USA., copistas y escribanos moriscos… analfabetismo, 72 % en hombres, 100 % en las mujeres. -Médicos, escribanos, boticarios… pequeña burguesía intelectual… cada vez menos: 1 restricciones en Ordenanzas profesionales, 2 Eco de restricciones en las Cortes. -Mediciana… hacia curandería… (Gª Ballester, “Lso moriscos y la medicina, 1984)… medicina mora … galenismo arabizado… tiende hacia prácticass empíricas y creenciales (curanderismo)… degradación por lo tanto. CAPACIDAD ECONÓMICA… -Inventario de bienes moriscos… (Martínez Ruíz para Granada, García Arenal para Cuenca, Cabrillana para Almería…)… -“No eran en conjunto una población miserable” (Domínguez O.) -Aragón y Valencia… los campesinos, los más deprimidos… algunos prestan dinero a cristianos. -Mejor los que siguen: -Granada… minoría rica, clase media rural y artesana. -Córdoba… (Aranda Doncel)… censo de bienes…minoría acomodada granadina. -Mudéjares castellanos, +/- bien. (Cabrillana…)… capacidad económica… envidia del cristiano viejo. RASGOS CULTURALES: -Relativa asimiliación de los mudéjares y morerías. -Tras 1501… problema morisco… 1502: en Castilla, conversión o exilio. -Teóricamente cristianos, islámicos en secreto. -Trajes, usos rituales, costumbres alimenticias (alcuzcuz), gestos: sentarse en el suelo… -Cardaillac: moriscos y cristianos… “Los menores hechos y gestos que no concuerdan con los usos y costumbres de la comunidad cristiana”… islamismo. -Epalza, 1983… el problema morisco visto desde las aljamas mudéjares… son ante todo musulmanes… Aljama: no conocemos bien el asunto… opresión del poder político cristiano… Alcaide / justicia / jurados / síndico… -R.P. Pérez de Tudela… “la morería de Játiva (1519-29)”… Aljama, similar a municipio cristiano… “defensa de la población que significa el arrabal”. -Leila Sabbagh… “La religión des Moriscos entre deux fatwas”… 1848… Ahmed ben Yahia al.Wancharichi… los musulmanes deben emigrar… quedarse es pecado… -1563 (copia de 1563)… teólogo oranés de Almagro, el Mufti Al-maghrawi… la TAKIYA (o disimulación +/-)… el Islam morisco, el de los Al-Ghuraba, similar a extranjeros o musulmanes en minoría… basta el Corán para ir al Cielo. -Bernard Vincent… “Les morisques et les prénoms crétiens… 2 nombres, uno público cristiano y otro secreto moro. ASIMILACION / ACULTURACION… -El rechazo asimilación cristiano / morisco, mutuo. -Aculturación… medidas no asimilatorias -Agustín Redondo…el primer plan de asimilación de los moriscos granadinos, el del Dr. Carvajal en 1526… En “Antonio de Guevara (1480?-1545) et l’Espagne de son temps”, Finebra, 1976… sobre conversión de moriscos grandinos. -Estancia de Carlos V en Granada en 1526. Castigo y benevolencia. -R. Benítez Sánchez-Blanco: -Un plan de aculturación de los moriscos valencianos: las ordinacions de Ramírez de Haro (1540). -“Proyectos de aculturación y resistencia morisca en Valencia de Tomás de Villanueva a Juan de Ribera”… 1554-1555… 1559-1568… no “asimilar”… “aculturación”… ni Felipe II ni los cristianos viejos quieren integración completa. -García Cárcel… Estudio crítico del Catecismo de Ribera-Ayala… 1566… Ayala: bilingüe. 1559: Prólogo de Ribera (1569-1611). EVOLUCIÓN: Antes 1500…. Cisneros, quema de libros… conversiones y 1501… rebelión y pragmática… conversión… (plan Orán, artículo mío Zafra/Belhach +/-. -1500-1568: Valencia… 1520-22… Germanías… conversiones forzosas (Gª Cárcel y Ciscar)… 1525… conversión o exilio. Los conversos… garantía durante 40 años frente a la Inquisición. 1526… Edicto conversión moros de Aragón. 1567… Pragmática prohibiendo a los moriscos sus costumbres y lengua árabe. 1568-70… guerra de Granada. TENSION LETRADO/SEÑOR en Granada… Base, Diego Hurtado de Mendoza… patente en guerra de Granada (Joseph Perez). I Marqués de Mondéjar… muerto en 1512. II M. de Mondéjar Luis Hurtado de Mendoza… 1535 a Túnez… renunca a la Capitanía General… Canciller Deza. III su hijo Iñigo de Mendoza 1566. Carlos V… informe sobre los moriscos… cambia “letrados” de la Chancillería de Granada. Felipe II… tendencia… poder a “letrados”… Granada… a Derecho común… inexperiencia: represión, bandidismo, etc. Caro Baroja… “Los burócratas”: Deza… tridentino / Mendoza… renacentista. Chancillería, 1505… -Clero y moriscos… planes de conversión… fracaso: problema del clero, +/-. -Inquisición… con Chancillería en Granada… despojo morisco. Jaime Contreras… más de 11.000 causas. 1560-1609: 31,6% causas moriscos… En Zaragoza, más… 60%… En Valencia, 73%. Tras guerra Alpujarras… “Conspiración”… “represión brutal”… fracaso intento asimilación. “La minoría morisca es un fracaso para el Santo Oficio, la única minoría religiosa que no pudo desarraigar. Es la frustración de quien vence sin convencer”. -Tormento… 1 vez… con moriscos, más. MORISCOS Y POLITICA MEDITERRANEA… (Braudel, Reglá, Gª Mart.) Ese contexto, sobre todo tras 1570. -A partir de los años 50, los moriscos vistos como “quintacolumnistas” de turcos y berberiscos. -Complejidad de la frontera “líquida” (Gª Martínez). -Tras 1570… agudizado. -Sobre conexión de moriscos con turcos… Cabanelas (1957), J.T.Monroe (1966), Andrews C. Hess (1968), Temimi (1975)… -Conquista de Túnez y la Goleta por turcos en 1574… alegría (Dedieu para Daimiel, muchya documentación en procesos). -Profecías… Alejandro Castellano de Calanda, 1582… de Turquía: busca ´niño líder… desporporcionado, 6 dedos (evocación de “Terra Nostra” de Carlos Fuentes). -Profecías, alguacías o jarores (Cardaillac), Zacarías de Granada, 1569. -Abdelhalim Temimi… le gouvernement Ottoman face au problème morisque… “firman” otomano a la población andaluza de 16/abril/1570… armas paraq 100.000… desde Argel en flota… 20.000 armas ya… -Temimi… Islam unificador… tolerancia Estambul frente a intolerancia en España. -La barca de Pedro Mansilla (años 60?) -Pasados a Berbería y corso… Chantal de la Veronne… canges de cautivos en Orán 1/2 del XVI… moriscos en Argel. -Los hornacheros en Salé hasta 1/2 del XVII. TRAS 1570… radicalización. -Cardaillac… atracción… franceses, protestantes, moriscos… aragoneses y protestantes del Bearne… emisarios moriscos desde 1570… “luego iremos a España y daremos con esa tierra y cobraremos a Navarra”… 1575… ayuda militar a moriscos a cambio de 10/12.000 escudos… 1582: detención en Valencia del morisco Zamarrudillo… red clandestina Aragón/ Castilla/ Bearne/ Africa del Norte. Jaime Contreras… moriscos y protestantes y tráfico de caballos pirenaico. Tras 1580… Reglá… problema morisco y problema francés. Años 80… grave bandolerismo valenciano… endémico. Igual gandolerismo aragonés…(Gregorio Colás Latorre, José Antonio Salas Ausens, Aragón edn el siglo XVI. Alteraciones sociales y conflictos políticos… epílogo: años 80: enfrentamientos montañeses y moriscos. -Moriscos de Codo… asesinato montañeses… Lupercio Latrás… saqueos de Codo, Sástago y Pina… Miguel Juan Barbier… años 90: Antonio Pérez… contar con colaboración morisca. EXPULSION: A FINES DE 1607… AÚN NO SE PIENSA EN EXPULSIÓN -30-enero-1608… Consejo de Estado… expulsión -Consejeros… cambian de voto, como Lerma… -Memorial de Ribera… hombres a Berbería, viejos y mujeres… útiles, a galeras… Niños, con cristianos viejos…A señores de vasallos… compensaciones con bienes muebles y raices… se salva el escollo del interés. -Sólo para Valencia… un año después, expulsión. -Conjura en Valencia… Jacobo I de Inglaterra (Isabel, +1603): documentos sobre moriscos valencianos… obsesión por seguridad, favor. -Junta noviembre 1608-marzo 1609… por encima de parecer teológico… traiciones y perdición de España… expulsión. ESPAÑA SIN PROBLEMA MORISCO. Consecuencias expulsión… Hamilton, por est. de precios… irrelevante… Lapeyre, lo contrario… 300.000 expulsados… 4% de la población española. Regionalización: -Castilla… quejas de falta de gente y pecheros en muchos municipios… disminución de diezmos. -Sevilla… 7.000 personas… 8% población. -Murcia… quejas en Cortes… 1.000 casas perdidas… 8/10.000 valencianos a la seda que ya no van. -Granada… descenso mayor en Almería que en Málaga… a pesar de la repoblación (Vincent)… explotación, piratas en la costa, mnonfíes… muchos abandonan- -Aragón… “40 Km. al sur del Ebro”, ruina (Lapeyre)… Muy afectadas las zonas agrícolas de regadio… Señores: muy afectados… algunos resarcidos con valimientos en la Corte… Lacarra… agudizó el proceso de decadencia. -Valencia… 1/3 de la población. Ribera… repercusiones serán terribles. Inquisición: fue indemnizada Quiebra de la Taula Valenciana en 1613. Mucho a los señores… algunas compensaciones. Ciscar Pallarés… “Si no una catástrofe, sí un contratiempo muy serio”. Resumen Domínguez Ortiz… “Nulas para las regiones septentrionales; apreciables pero limitadas a ciertas comarcas y capitales, en el resto de Castilla; despreciables para Cataluña, severas para Aragón y de notable intensidad para el Reino de Valencia” (233, ¿los moriscos?). LOS QUE SE QUEDAN: No muchos… -esclavos, hasta voluntarios. -Avales o certificados de cristiandad: “ejecutorias”. -Obispo de Tortosa… se quedaron o volvieron. -Ricote… a lo largo del tiempo vuelven. -Almería… asimilación y proteccdfión de cristianos: niños adoptados… -Cabrillana… relación semiservil, similar a encomienda indiana… Antonio Garrido Aranda: “Moriscos e indios”, 1980. -Los que vuelven, “Ricote”… Doc. García Arenal… Minas Almadén… Gacis: berberiscos conversos… pocos -En Europa: Francia, paso a Italia y Berbería. Muerte de Enrique IV en mayo 1610… se relacionó. Doc. Garcia Arenal… Livorno… campo, pero no: artesanos, etc. Luce López Baralt y Awilda Irizarry… “Dos itinerarios de los moriscos en el siglo XVI” (hom. a Galmés)… Francia-Italia: con precios, moneda, etc. Berbería… trabajos de Epalza y tunecinos… Zbiss (agricultura morisca en Túnez)… Chantal de la Verone para Orán y Tánger… Gafsi, Epalza etc. o cit. por Denise Brahimi… Padre Silvestre… Libro de los host¡pitales de Argel, q690… semi-inédito (sin ed. crít.)… sequía 1614… circuncisión colectiva en Argel a moriscos españoles. HISTORIOGRAFIA MORISCA Y MORISCOLOGÍA (último libro de Epalza en Mafre). 1 Historiografía del XVI-XVII… obsesión con condición social y religiosa. 2 XIX… ataques o defensas a la política social y religiosa. -enfrentamiento racial similar a enfrentamiento mediterráneo entre dos culturas. -más realista sobre consecuencias de la expulsión de 1609. 3 XX… Auge historiografía morisca… cristianismo nuevo diseccionado… literatura, religión, formas de vida… civilización islámica en retroceso. Cronistas de la guerra de Alpujarras, no expulsionistas: -Diego Hurtado de Mendoza Luis del Mármol Ginés Pérez de Hita. Martín González de Cellorigo… 1597… primer autor que se plantea la expulsión : “Memorial a Felipe II”, B.Nal. V.E. 50/9. Tratadistas… obras posteriores a 1609… justificaci´çon de la expulsión… panegiristas… moriscos, peligro constante… cuerpo extraño rebelde… contra seguridad e integridad del país… medida justa, de utilidad pública y apoyada por el país… al menos, inevitable. -Joaquín Bleda, 1610 y 1618… dominico, relación con Ribera… odio irracional. -Damián Fonseca… 1611… “Justa expulsión”, Bulas, discursos y cartas… útiles. -Pedro Aznar de Cardona… aragonés… 1610… docum. de Simancas. -Marcos de Guadalajara… “Perdición y destierro de los moriscos”, ms…. popular… prodigios y fenómenos extraordinarios. Borbones… silencio del XVIII XIX… Desde Florencio Janer y Pascual Bonnet Barrachina… culminación de la unidad política y religiosa… cuestión racial: hasta Reglá… no racial, sino cultural. Hasta Henry C. Lea… “The Moriscos of Spanish”, 1901… procesos Inqusición de A.H.N…. próximo al pensamiento de la historiografía actual. —————————- ALGO SOBRE LA INQUISICIÓN PARA IR REMATANDO FAENA… Esto parece un folletón. Puede servir el libro de B. Bennassar y otros, Inquisición Española: poder político y control social, Barcelona, 1981, Crítica. -La Inquisición… “Prodigioso instrumento de control social al servicio del Estado monárquico” (p. 12). (Bennassar, en Los españoles, Barcelona, 1975… usa documentos de Inquisición sobre campesinos y clases bajas urbanas). Bennassar… quienes más saben en en el mundo de Inquisición actualmente: -Ricardo García Cárcel… estudió los papeles del tribunal de Valencia… Orígenes de la Inquisición española. El tribunal de Valencia, 1478-1530, Barcelona, 1976, Península, y Herejía y sociedad en el siglo XVI. Laq Inquisición en Valencia, 1530-1609, Barcelona, 1980, Península. -Jaime Contreras… tribunal de Galicia -Gustav Henningsen (director del museo de folklore danés)… trabaja con Contreras con ordenador… series de “relaciones de cuasas”… resúmenes de procesos… “El banco de datos del Santo Oficio”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, CLXXIV, 1977, pp. 547-570… “Las actas de los procesos, según la naturaleza del delito, más bien nos recuerdan historiales médicos de una clínica psiquiátrica; a las notas de un psicólogo sobre las charlas con sus pacientes; a los detallados análisis de un sexólogo sobre comportamiento sexual anómalo; a las ‘field notes’ de un antropólogo para retratar a un curandero y su clientela; a los ‘case studies’ del sociólogo sobre normas y valores sociales tal como se reflejan en la charla cotidiana del pueblo en distintos niveles sociales; a los análisis fenomenológicos que el historiador de religiones hace de la fe y los ritos de judíos o mahometanos; a la descripción de un historiador de la Iglesia de la vida de las comunidades luteranas, calvinistas o hugonotes; o al esfuerzo de un historiador de la literatura por interpretar la obra de un poeta y relacionarla con la personalidad de éste o con las tendencias espirituales de la época…” (Benn. p. 10). -Jean-Pierre Dedieu… trabaja sobre Inquisición de Toledo. Clásicos… Juan Antonio Llorente, Historia crítica de la Inquisición española (París, 1817), en Hiperión, 4 vols., Madrid, 1980 o la ya citada obra de Henry charles Lea de 1905-1907, en 4 vols. RESUMEN de Bennassar, +/- … la Inquisición, “pecado contra el espíritu”, lo mismo que ella perseguía. -Ocupación total del territorio… la red de informadores y colaboradores… al menos dos siglos: control. -Tribunal de justicia “difícil de engañar” (p.338). Minuciosa “que torturó muy poco” (337), “respetó las normal legales” (337) y que “después de un cuarto de siglo de rigor atroz, no condenó casi a la pena capital y disminuyó con prudencia el castigo terrible de las galeras” (337), “preocupada por educar” (337), “que reprende y aconseja” (338). -“Creada para prohibir una creencia y un culto” (338). -“Exponente de una sociedad” (338), “expresión de la hostilidad del pueblo cristiano viejo contra judaizantes y musulmanes” (339) -(Uno se puede preguntar: ¿los azuza alguien?) – Tras eliminar o asimilar a los conversos y tener bajo vigilancia a los moriscos, -la Inquisición “se apoderó del pueblo cristiano viejo para moldearlo según sus ideales definidos y las reglas establecidas por el Concilio de Trento” (339). – Homogeneización… caza de libros, de clérigos audaces, de estudiantes vagabundos… -“Hizo de España por mucho tiempo… el reino del conformismo… intelectual” (339), -“Sofocó a una burguesía española creadora de ideas y de riquezas” (339). -“Secó las fuentes vivas de la investigación y de la especulación teórica” (340). -“Sustituyó la reflexión, la meditación religiosa, por la afirmación” (340). -Siglo de Oro… belleza formal o plástica… incluso los más profundos, Cervantes y Calderón… “no discuten, al menos explícitamente, el orden del mundo” (340). -“Ausente del movimiento científico y filosófico del siglo XVII”, de las “aplicaciones” del siglo XVIII (340). -Desaparición de la idea misma de libertad religiosa. -Drama de la “relación orgánica entre el Estado y la Iglesia” (341), “el Estado y una ideología única” (341)… “viejo sueño… de Leviatán” (341). CRISTIANOS NUEVOS O JUDEO-CONVERSOS… unas notas de Domínguez Ortiz en La E. de los A. -Moriscos… labradores -Judeoconversos… burguesía urbana. -Moriscos… no aceptan el cristianismo. -Judeoconversos… lo aceptan. -Moriscos… no integración -Judeoconversos… voluntad de integración “No querían seguir siendo ellos, sino hacer olvidar su origen y fundirse con el resto de la nación. Esta fue la actitud de la mayoría, y los que persistieron en el criptojudaismo acabaron en las cárceles de la Inquisición o en el exilio” (Dom. Or. p. 187). –RRCC. … liberales, +/-. –Carlos V… “alumbrados”, “Comunidades”… +/- cristianos nuevos. –Felipe II… hostil. NUMERO… un embajador veneciano … 1/3 de las ciudades… –Con los RRCC… unos 300.000… matrimonios mixtos… hacia cristiano viejo. –1/2 del XVI… arzobispo de Toledo, Silicio… pobre y cristiano viejo… “limpieza de sangre”. -Actitud defensiva del cristiano viejo… frente a minoría agresiva, inteligente, ambiciosa, con espíritu de grupo… reproche de apoyio mutuo frecuente. -“Estatuto de limpieza de sangre”… mal visto en el extranjero y en Roma…Contra moriscos… más tolerancia. -“Una gota de sangre” judía… contamina toda descendencia… matiz racista. -Más que de derecho común, fue normativa de algunas instituciones… (Sólo pocas normas sobre penitenciados de Inquisición y descendientes inmediatos de conversos)… -“Obsesión nacional”… -Ordenes Militares -Colegios Mayores Algún gremio Algún municipio Vizcaya y Guipuzcoa Muchas cofradías y hermandades Algunos cabildos … a veces Cabildo sí y obispo no. Los jerónimos Los jesuítas… al principio, Diego Laínez, general de la orden, cristiano nuevo… Fin XVI, sí. -En Universidad no, pero sí en Colegio Mayor… cristiano viejo… cada vez más altos cargos burocráticos. (evocación de cristiano nuevo del Marcos de Obregón de Espinel) Profesiones características… Pequeño y gran comercio Finanza pública y privada… mayordomos, administradores. Industria textil y confección Imprenta, platería Escribanos, médicos… muchos… (Villalobos, médico de RRCC… Acosta, Laguna…) Farmacia Clero… bien pagado Intelectuales… Vives, Vitoria, Fray Luis, S. Juan, Sta. Teresa… -“Todos oficios de haraganes”… pero más de inteligencia que de trabajo físico. -Migraciones a Amsterdam, Livorno y Hamburgo. -Tendencia al abandono de profesiones típicas… financieras… Burgos… decadencia mercantil… tierras y religión. -Los “marranos” portugueses… tras 1580… muchos… Felipe III, indulto… Olivares, apoyo…. Luego, reacción en contra. (1978… V Centenario de la Inquisición… Hª Moderna de la Autónoma de Madrid… Joaquín Pérez Villanueva y Escandell Bonet…)

Emilio Sola 7 noviembre, 2013 8 octubre, 2014 antropología, cristianos nuevos, inquisición, judeoconversos, marginados, minorías, moriscos, sociedad
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