Kurt Vonnegut: Matadero cinco. La cruzada de los niños. Nota de lectura con Nadador angustiado
Con las distancias necesarias, el humor pasadísimo de Vonnegut es comparable al de Aristófanes y Mark Twain, sí, pero también al cervantino y al de Groucho Marx. Es ese humor que trasciende lo narrado y lo humaniza, en ocasiones tierno, en ocasiones desgarrado o absurdo o de irse por las ramas en el momento más dramático sugerido. »