III.23 – «A la pesca de la morralla» «… Y el narrador prosiguió de este modo… Esa noche, Baïbars, después de cenar y hacer la oración del ocaso y la del anochecer, llamó a Otmân. – ¡Ahí voy, ahí voy, soldao, soldaete! –dijo este último. – Vete a decir a los portaantorchas que enciendan sus hachones: ¡esta noche voy a hacer una ronda de inspección! – ¡Ah, pues lo tiés ... »
"... Y el narrador prosiguió de esta manera su relato: Y pasada la noche, cuando Baïbars se estaba dirigiendo hacia el cuerpo del edificio exterior, escuchó de pronto un fuerte clamor de llantos y lamentos; empinándose hasta la mirilla de la gran puerta, vio a los religiosos ciegos que lloraban, mientras Otmân les molía a golpes con el garrote, gritando: - ¡Venga, pandilla sinvergüenzas! ¡A llor... »
III.06 - "El misterioso Yauân".- Un día en que el rey Sâleh presidía el Consejo, el portón se abrió y un extraño personaje irrumpió en la sala. Era un hijo de la montaña, un tipo fornido, con una enorme cabeza como la tina de un hamam, de aspecto salvaje y repulsivo, y el rostro marcado por la viruela. Parecía poseído de una viva agitación mientras gritaba: - ¡Justicia, oh rey! - ¡Castig... »
Al día siguiente, no había hecho más que levantarse Baïbars, cuando vio entrar a Otmân cargado de todos sus atributos de palafrenero: rascadera, cepillo, bayeta; arrojó todo ello a sus pies mientras gritaba: - ¡La panza sea contigo , soldao! Recita conmigo la Fâtiha, por el Profeta, amigo mío, y endespués tú sólo vas a’scuchar cosas güenas. Así que el emir Baïbars recitó la Fâtiha y se la dedic... »
II - Flor de Truhanes del Cairo. 22 – Un extraño negocio Hemos dejado a nuestros amigos en el Bulâq, paseando y divirtiéndose entre la muchedumbre de un sábado festivo, y después de la aventura con los compadres de la escudilla de Abû Afîs… "... Baïbars se fijó en un mameluco de mostachos pelirrojos, sentado en una silla, y a su lado, un judío con una tela ancha como una criba. Ante ellos habían... »
II.11. Una mala nocha para Otmân.- En el relato anterior, después de que Baïbars presentara a Otmân al visir Naŷm el-Dîn, y le mostrara cómo había cambiado de conducta, se quedaron a cenar los tres con el visir. Luego se despidieron y se fueron a dormir, y…: "Naŷm El-Dîn y Baïbars cenaron, y cuando terminaron, les retiraron los platos, se lavaron las manos y se pusieron a conversar en compañía d... »
II.8. El arrepentimiento de Otmân "Flor de Truhanes".- En el relato anterior, Baïbars, después de reducir a Otmân y atarle a la entrada de la cueva de los cuarenta ladrones, le ordenó que se levantara y le siguiera para ir al palacio de Naŷm El-Dîn; pero Otmân, a pesar de los golpes recibidos, no quería moverse de allí… Y el râwy continuó su relato de este modo: "Sabed, nobles señores, ... »
