Un artículo de Elsa Fernández-Santos en El País sobre la contracultura y la llamada Transición…
El carácter lúdico y desordenado del movimiento contracultural, su incorregible peterpanismo, no se presta a narraciones compactas ni a simplificaciones. Es un relato fragmentado que ha sido víctima también de perennes clichés y prejuicios. En palabras de Labrador, “prejuicios pacatos: si eran cuatro gatos, si eran unos pijos, si no dejaron obras duraderas, si no estaban a la altura de lo que se h... »