CARLOS V y Bugía-07: CONFLICTOS INTERNOS EN BUGÍA. Alcaides, Veedores y Pagadores: una triangulación básica para una buena información en la frontera
Autor del Documento: Equipo CEDCS
Descripción / Resumen:
Una de las claves de la eficaz organización de los estados modernos es la organización de la información sobre los diferentes territorios que los componen y ese perfil adquiere su importancia mayor cuando ese estado moderno se convierte en metrópoli colonial: la información sobre sus fronteras coloniales, sus fronteras en general, se convierte en determinante para su mantenimiento y expansión. Hace algunos años que ya nos hicimos eco desde el Archivo de la frontera de un libro muy clarificador en este sentido, el de Arndt Brendecke, Imperio e información,,,:
En Bugía, una de las fronteras clásicas africanas, la instalación “colonial” –en el sentido clásico de instalaciones de europeos fuera de Europa – más próxima a la metrópoli europea, como sus compañeras africanas de Orán, Ceuta, Melilla o la Goleta de Túnez, esa importancia de la información y su control se manifiesta en su abundante documentación, tanto o más que en las fronteras coloniales más lejanas, americanas o asiáticas. Y en esa organización de la información aparece con claridad también la necesidad de diversificar la procedencia y el control de ella, de esos avisos que han de llegar a la corte como centro coordinador, de toma de decisiones y, en fin, centro ejecutivo.
En esa organización y control de la información es donde entra en juego la regla básica de la “triangulación”, como mínimo, de esa red informativa. Y en un primer nivel, alcaides, veedores y contadores o pagadores constituyen el núcleo básico de ese origen de la información sobre esa frontera, en este caso Bugía. Pueden añadírsele luego visitadores de todo tipo, ya visitas ocasionales como patrones de naves o abastecedores, ya visitadores oficiales o jueces especiales a causa de algún conflicto. En el caso de Bugía, tras la visita accidental de Carlos V a la plaza a finales de 1541, serán el veedor Francisco Pérez de Idiáquez, el alcaide y gobernador Luis de Peralta y el pagador Domingo de Alcíbar, quienes protagonicen un conflicto muy interesante y significativo en ese sentido.
El veedor Idiáquez se quejó a la corte imperial de que no podía ejercer su oficio plenamente en Bugía porque, por un lado, los abastecimientos que él debía controlar, como la carne y otros bastimentos, eran manejados por el alcaide y gobernador Peralta a su gusto, aumentando los precios de manera no autorizada y a su propio beneficio; por otra parte, muchos de los oficiales y gastadores de las obras de la fortificación de la plaza trabajaban para el alcaide y para particulares al margen de su control, y los maestros de obras no le rendían cuentas a él como veedor. Eran dos anomalías graves y es posible que frecuentes en la frontera, pues se repiten esos fenómenos en otros sitios y en otros periodos de tiempo, en relación con la búsqueda de los alcaides y gobernadores de beneficios ligados a su cargo o función, para sí y para su núcleo de confianza o para sus clientes y cercanos. Y eso es lo que sucedía, sin duda, en este conflicto que se plantea entre el veedor y el alcaide de Bugía, que hace que la corte de Carlos V tenga que intervenir y recordar las ordenanzas firmadas por la emperatriz Isabel, antes de su prematura muerte, en 1539, sobre cómo debía de llevarse la distribución y venta de los bastimentos en la plaza, controlados por el veedor y asentados en sus libros de cuentas los precios de compra y de venta de los productos traídos de España, normalmente vía Málaga, aunque también de Sicilia o de otros lugares, como en el caso de este año de 1542, también de Barcelona.
Otro asunto, en este sentido, era el de las cabalgadas, también sometidas a un estricto control, con el quinto de la corona y la escala de los repartos del botín obtenido en ella entre el alcaide y los oficiales y participantes en ella. En este caso, según se denuncia por el cortesano Juan Delgado, que lo reclama para él como merced real, hay 180 ducados en Bugía en poder de algunos particulares y del pagador, que pertenecen a la corona por algunas entradas y por derechos de las cabalgadas realizadas, y que en la corte se ordena al pagador Domingo de Alcíbar que las recoja y envíe al beneficiario Juan Delgado por “lo que nos ha servido y sirve”. En la minuta de carta a Alcíbar con esta orden, es interesante tod el párrafo final tachado en la minuta original, pero que recogemos en la actualización, porque parece dejar al margen al propio alcaide Peralta del control de esta operación, tal vez por cierta desconfianza ante su actuación en las otras “corruptelas” denunciadas de las manipulaciones en los precios de los bastimentos o de las obras particulares realizadas con oficiales y gastadores a sueldo de la corona.
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07-1542-BUGIA-CONFLICTOS INTERNOS DE FRONTERA
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Archivos Adjuntos
Ficha Técnica y Cronológica
- Personajes: Carlos V, emperatriz Isabel, Luis de Peralta, Francisco Pérez de Idiáquez, Domingo de Alcíbar, Juan Delgado, Juan de Hita
- Palabras clave: abastecimientos, antropología, Bugía, cabalgadas, Conflicto, conflicto de intereses, frontera, gastadores, oficios, pagador, sueldos, veedor
- Autor de la fuente: Carlos V
- Título de la fuente:
- Impresor:
- Ediciones / Ediciones Críticas:
- Archivo de procedencia: Archivo General de Simancas / Volumen: - Sección: Estado - Legajo: 470 - Documentos: 77, 78, 79, 81
- Tipo de documento: Carta, Manuscrito, Reseña / Estado: Transcripción, Actualización, Completo
- Época: Moderna / Siglo: XVI DC / Año: 1542
- Zona geográfica: África, Mediterráneo, Eurasia / Localización: Bugía, 1542