Vladimir Nabokov: Ada o el ardor. Traducción de David Molinet. Notas de lectura para Nadadores

Descripción / Resumen:

Nabokov-Ada o el ardor 01

Nabokov-Ada o el ardor 01

Plena de cinismo y sentido del humor, la última novela de Nabokov (1899-1977) puede ser vista como una culminación de la gran novela burguesa internacional; global y mestizada, rabiosamente occidental y americana. Refinado y guasón, desbordante de culturalismo irónico con multitud de guiños más o menos encubiertos que darían para prolijas ediciones críticas de tipo académico, todo lo desborda el autor con un erotismo omnipresente y nunca procaz que diluye toda posible lectura intelectual o trascendente. Porque es la historia de una pasión tempranísima incestuosa que no decae, sino todo lo contrario, a lo largo del tiempo hasta serenarse al fin en una vejez compartida desde donde se filtra a través de una memoria remansada. La genealogía de los dos personajes amantes, Van y Ada (Iván y Adelaida), puede ser una plantilla básica inicial para comprender mejor el mundo evocado, ese culmen de una historia familiar cosmopolita y burguesa, que atraviesa el cristal de la historia sin romperse ni mancharse.

Si la inquietante transgresión en la linde de lo admisible enmarca a Lolita, la novela y personaje más famosos del autor, se puede decir que llega a su límite más extremo con Ada – Adelaida – y sus amores desde la infancia con su primo Van – Iván – que en realidad – sus padres lo saben y ellos lo sospecharán a posteriori – son hermanos de padre ambos. El tabú de la pederastia se diluye cuando ambos son niños y el del incesto se diluye por el desconocimiento inicial de ambos protagonistas, pero está latente en el extenso relato río gozoso y trágico a la vez, siempre en la frontera de lo admisible por una sociedad civilizada o culta, aunque hondamente amoral. Y no deja de ser por todo ello una extraordinaria historia de amor total.

 

Nadar y amar aparecen de la mano desde el principio, desde el verano de su amor infantil.

 

Fueron a Ladore a nadar, a pasear en barca.

Siguieron los meandros del río adorado, le buscaron nuevas rimas,

treparon por la colina en la que se elevaban las ruinas ennegrecidas

de Chateau-Bryant, cuya torre sobrevolaban siempre los vencejos.

Llegaron hasta Kaluga, fueron a beber a las Aguas y a visitar al dentista.

Van, ocupado en hojear una revista, oyó cómo Ada gritaba en la pieza vecina

y exclamaba “chort!” (¡diablo!), lo que nunca le había oído antes.

Tomaron el té en casa de una amiga, la condesa de Prey – que trató

de venderles, sin éxito, un caballo cojo –. Fueron a la feria de Ardisville,

donde admiraron especialmente a los volatineros chinos, un payaso alemán,

y una robusta princesa circasiana, tragadora de sables, que comenzó

por un cuchillo de postre, continuó por un puñal ornado de pedrería,

y terminó engulléndose una enorme salchicha, con cuerda y todo.

 

Hicieron el amor… principalmente en vallecillos y hondonadas.

 

A los ojos de un fisiólogo corriente, la energía de aquellos jovencitos

habría podido parecer anormal. El deseo desenfrenado que sentían

el uno por el otro les resultaba insoportable si, en el espacio

de algunas horas, no lo satisfacían varias veces, al sol o a la sombra,

en el tejado o en el sótano, dondequiera que fuese. A pesar

de sus recursos poco comunes, Van no podía apenas sostener el paso

que le marcaba su pálida y pequeña “amorette” (por valernos

de la jerga francesa del lugar). Explotaban el placer con una prodigalidad

que rayaba en locura y que indudablemente habría acortado

sus jóvenes existencias si el verano, que en principio

se les había aparecido como la promesa de un río sin límites, inagotable

de libertad y esplendores verdes, no les hubiese proporcionado

ciertas alusiones veladas a posibles desfallecimientos: la fatiga

producida por las variaciones sobre el mismo tema (cuando flores

y mariposas nocturnas se imitan entre sí); la aparición

de una pequeña pausa a fines de agosto y un primer silencio

a principios de septiembre… (pp. 152-153).

 

Nabokov-Ada o el ardor para Nadadores

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Ficha Técnica

  • Temática: Plena de cinismo y sentido del humor, la última novela de Nabokov (1899-1977) puede ser vista como una culminación de la gran novela burguesa internacional; global y mestizada, rabiosamente occidental y americana.
  • Palabras clave: , , , , , ,
  • Zona geográfica: América, Mediterráneo, Eurasia
  • Cita Bibliográfica: Vladimir Nabokov: Ada o el ardor. Traducción de David Molinet. Barcelona, 1992, Anagrama. Primera edic. Nueva York, 1969.<br />
Profesor de Historia Moderna de la Universidad de Alcalá.

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