I.11.05 – EL VIAJE DE PIETRO DELLA VALLE A ORIENTE EN EL S XVII – Las pirámides. Reflexiones y fabulaciones.
Autor del Documento: Esmeralda de Luis y Martínez
I.11.05 – EL VIAJE DE PIETRO DELLA VALLE A ORIENTE EN EL S XVII – Las pirámides. Reflexiones y fabulaciones.
En la entrega anterior (I.11.04) el Señor della Valle, describe el moderno pluviómetro de El Cairo, y el canal navegable que, durante las inundaciones de El Nilo, divide a la ciudad en dos partes. Finalmente describe los preparativos de la gran Caravana a la Meca, con el tapiz del Gran Señor para la tumba del profeta Mahoma.- “… En fin, creedme si os digo que es cosa digna de verse, y de la que he disfrutado y mucho; de tal modo que habían pasado ya ocho días desde entonces, pero me había gustado tanto este desfile, que salí de la ciudad para ver esa misma Caravana que aún no había partido y estaba acampada en medio de una hermosa planicie, bajo una infinidad de tiendas. Debo reconocer que era un placer ver a tantos hombres y bestias juntos, en tal confusión que apenas se diferenciaban unos de otros…»
I.11.05.- «… Pero me parece que ya va siendo tiempo de escribiros acerca de las pirámides que fui a visitar el ocho de diciembre. Tal y como os comenté, fueron construidas en la orilla occidental del Nilo; pero a unas doce millas del río, en medio de una árida explanada, seca y arenosa. Diodoro Sículo las sitúa a quince millas de Menfis, y a unas cinco y media del Nilo; puede que junto a alguno de los canales que fluyen en la actualidad, porque antiguamente las rodeaba un lago, mandado construir por el rey Myri. Aunque hoy en ese lugar no hay vestigios de agua alguna.
Para llegar a las pirámides desde El Cairo hay que atravesar el Nilo por las ruinas del viejo Cairo, siempre del lado occidental. Lo cruzamos dos veces en una barca; la primera, el brazo más pequeño que forma una isla, y luego, desde allí, siguiendo por la misma, lo volvimos a cruzar, así como a otros arroyuelos que encontramos en la orilla oeste; pero estas travesías no nos resultaron muy difíciles, ya que esos ramales del río apenas llevan agua hasta la época de la crecida. Hay un brazo mayor que los demás que, creo yo, siempre lleva un buen caudal, y bien podría tratarse del que Diodoro Sículo describe como «un brazo del río no lejos de las pirámides»; aunque yo estoy más de acuerdo con Belonio, en que todos estos pequeños arroyuelos simplemente fueron una buena excusa para que los antiguos egipcios inventaran todo tipo de fabulaciones sobre los ríos del infierno; no solo el del Leteo, como él afirma, sino el del Coito, y esa laguna que atravesaba Caronte con las almas, una vez separadas de sus cuerpos, para depositarlas en el lugar que les correspondía, tal y como afirma Diodoro Sículo, al que en tantas ocasiones he citado, y que ha descrito minuciosamente las curiosidades de este país, asegurando que a ese famoso Caronte, los egipcios le llamaban «El barquero», pues su cometido era pasar los cuerpos al otro lado del lago, para sepultarlos en las pirámides…»
La entrega I.11.05 completa se puede leer en el siguiente enlace:
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Ficha Técnica
- Temática: Viajes a Oriente
- Palabras clave: antropología, Arabia, Babilonia, Constantinopla, correspondencia de Pietro della Valle, Egipto, India, Persia, siglo XVII primera mitad, Tierra Santa, Turquía, Viajes a Oriente
- Zona geográfica: África, Mediterráneo, Eurasia
- Cita Bibliográfica: DELLA VALLE, Pietro. Viaje a Oriente de Pietro della Valle "el peregrino"