Juan Gallego: Información desde Sicilia en la primavera de 1541
Autor del Documento: Equipo CEDCS
Descripción / Resumen:
Después de las acciones del verano de 1540 en la costa tunecina, en la que la armada de Andrea Doria, en la que iba también el virrey Gonzaga de Sicilia, ocupó para el rey de Túnez las localidades costeras de Susa y Monasterio principalmente, y dejó una guarnición provisional con Álvaro de Sande en Monasterio, el Rey de Túnez quiere continuar aquella ofensiva con una expedición sobre Qairuán para la que pide al virrey de Sicilia que le permita utilizar a los hombres de Sande que aún están en la región. Para ello envía a un embajador a Palermo, Abdelemelec Buxine, que no obtendrá sino buenas palabras, tal vez pensándose ya en la expedición sobre Argel que meses después emprenderá el emperador Carlos, y que en estos momentos se está fraguando discretamente. Aunque el alcaide de la Goleta, Antonio de Tovar, es partidario de esa ayuda militar al rey tunecino, incluso con su participación directa, el virrey de Sicilia es reticente a ella, y sólo le concede alguna artillería, con sus artilleros, y sólo para entretenerle pues en verdad no desea esa concesión de ayuda militar a un rey del que no se fía para nada; y más aún, conociendo la opinión de Álvaro de Sande, aún en Monesterio y con problemas de abastecimiento, esperando su vuelta a Italia, que advierte de la difusión en la región de la próxima venida de la armada turca con Barbarroja al frente, según todos los rumores para ir sobre Mesina. Pronto, de la corte imperial en Ratisbona en ese momento, llegará a Palermo la orden de que se traigan a Italia los hombres de Sande y de que se ceda al Rey de Túnez la plaza y castillo de Bona, ante las noticias de que se prepara armada en Estambul que posiblemente traerá a Barbarroja al Mediterráneo central de nuevo, tal vez a Mesina. A posteriori, podemos pensar que ese repliegue de hombres de Bona y Monesterio debió estar relacionado con la operación militar contra Argel de meses después, que también se intentó relacionar, tras su fracaso, con un intento imperial de facilitar el tránsito de Barbarroja a su bando; no hay que perder la perspectiva de que, en esos momentos, todavía se siguen las negociaciones secretas con Barbarroja, de las que el propio Gallego fue protagonista privilegiado, y que vagamente se espera que la próxima salida del almirante otomano sea más para pasarse al bando imperial que para agredirle, con toda la ambigüedad e incerteza que esa misma esperanza encierra en sí.
Nadie mejor que Juan Gallego, y con esa letra tan hermosa que utiliza en estas cartas, en la que también hay una parte amplia autógrafa, para narrar aquella compleja realidad; y es más vivaz aún por ir dirigida la carta a Francisco de los Cobos con el que muestra tener una relación fiel patrono-clientelar que se manifiesta también en la retórica formal de la carta, absolutamente ejemplar: considera una merced particular de Cobos que se sirva de él y le mande, “pues ninguna cosa deseo más”, o esa despedida final, añadida al deseo retórico común de que Dios “guarde y prospere” la “persona y estado” del patrón, del “muy cierto servidor que sus pies besa”. Gallego se muestra fiel servidor también del virrey de Sicilia, Ferrante Gonzaga, a la vez que esta relación epistolar con Cobos indica que es uno de los contrapesos informativos de confianza en Palermo del poderoso Comendador Mayor de León, a su vez patrón o protector – para algunos también bróker o intermediario – del propio Gonzaga en el entorno imperial; y de ahí esas muestras de condescendencia especial que se muestra en el envío anunciado de esa alfombra para la esposa de Cobos, doña María, y de esos “esclavillos berberiscos”, que puede interpretarse entre obsequio personal o encargo particular de confianza. O, mejor aún, en esa crítica personal a la lentitud de las obras de fortificación de Mesina, tras la que Gallego le sugiere a Cobos que le escriba al Virrey para que se interese en ello de manera más particular.
En fin, es en estas cartas a Cobos como gran patrón clientelar cortesano en donde se pueden apreciar más confidencias informativas que en las cartas al propio emperador, más formales a pesar de que la información misma sea muy cuidada. Y eso se nota más en momentos de conflicto, como puede verse en las cartas de Tovar o las de Alvar Gómez el Zagal, en sus momentos bajos de favor cortesano.
1541-4-JUAN GALLEGO INFORMA A COBOS DESDE PALERMO
Este documento complementa bien la serie que hemos publicado ya en esta plataforma sobre las negociaciones secretas con Barbarroja en este tiempo:
Archivos Adjuntos
Ficha Técnica y Cronológica
- Personajes: Juan Gallego, Francisco de los Cobos, Felipe de Hasburgo, Carlos V, Hernando Girón, Luis Pérez de Vargas, Rey de Túnez, Hijo del rey de Túnez, Jeque de los Gelves, Abdelmelech Buxine, Francisco de Tovar, Ferrante Gonzaga, Hernando de Encinas, Hernando de Rosales, Carlos Alaua, Alvar Gómez de Castro, capitán Aguilera, Xarife de Túnez, Sidi Arfa,
- Palabras clave: administración, antropología, avisos, Diplomacia, espionaje, frontera, negocios de estado, Relaciones diplomáticas
- Autor de la fuente: Juan Gallego
- Título de la fuente:
- Impresor:
- Ediciones / Ediciones Críticas:
- Archivo de procedencia: Archivo General de Simancas / Volumen: - Sección: Estado - Legajo: 1115 - Documentos: 59, 54
- Tipo de documento: Aviso, Carta / Estado: Transcripción, Actualización, Completo
- Época: Moderna / Siglo: XVI DC / Año: 1541
- Zona geográfica: África, Mediterráneo, Eurasia / Localización: Palermo, 13 de febrero y 4 de abril de 1541