Francisco Balbi de Correggio: La verdadera relación de todo lo que este año de M.D.LXV. ha sucedido en la isla de Malta … Edición actualizada sobre la de Fernando Fernández Lanza, a partir de la de Alcalá de Henares de 1567

Descripción / Resumen:

Edición de Alcalá Portada

Edición de Alcalá Portada

En 1567 vio la luz en prensas de los talleres complutenses, en casa de Juan de Villanueva, La verdadera relación de todo lo que este año de M.D.LXV. ha sucedido en la isla de Malta, dende antes que la armada del gran Turco Solimán llegasse sobre ella, hasta la llegada del socorro postrero del poderosíssimo y cathólico Rey de España don Phelipe nuestro señor, segundo de este nombre, escrita por Francisco Balbi de Correggio, soldado de origen italiano dependiente del contingente español en la isla y partícipe en su defensa durante todo el asedio. La crónica, dirigida a don Juan de Austria, narra en primera persona y en forma de diario, según recoge el epígrafe que presenta el inicio de la relación, “la historia verdadera del suceso y guerra en la isla de Malta entre el gran turco Süleyman y entre los católicos cristianos”.

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Sobre la edición de Fernando Fernández Lanza publicada en el Archivo de la frontera el 13 de abril de 2022, presentamos ahora una versión actualizada y versiculada al estilo del Archivo de la frontera, para usuarios de la plataforma. La edición original de Fernández Lanza puede verse aquí:

https://www.archivodelafrontera.com/archivos/francisco-balbi-de-correggio-la-verdadera-relacion-de-todo-lo-que-este-ano-de-m-d-lxv-ha-sucedido-en-la-isla-de-malta-edicion-y-presentacion-de-fernando-fernandez-lanza-a-partir-de-la-de/

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Breve nota preliminar sobre la actualización de la versión normalizada realizada por Fernando Fernández Lanza, hecha al estilo del Archivo de la frontera y para facilitar la lectura y disfrute de este texto tan bello y mayor asequibilidad para lectores no especialistas o académicos.

Ponemos en mayúscula Religión, cuando se refiere a la orden de Malta, Archipiélago, cuando se refiere a las islas del mar Jónico, Señoría, cuando se refiere al régimen político de Venecia, gran Turco, cuando se refiere al sultán de Turquía, en este caso Solimán, y no Gran Turco, como es muy usual también; ponemos en minúscula gran maestre, en lugar del también habitual Gran Maestre.

 

Conservamos Soltanesa, por su sonoridad como variante, muy literaria así como Soldán; dejamos también Cadí Lexquer, Capa Aga y  Janiçar Aga, así como santjacbey o santjaques beyes, así como alibeys, por su singularidad, aunque en otros textos podrían aparecer de diferente grafía, como Capi Aga o Aga de los Jenízaros, por ejemplo. También Cayabey. Lo mismo Escandervia, al referirse a Alejandría. Las complejas grafías de los diferentes arráeces y capitanes las dejamos como están, por su caprichosa forma literaria. Conservamos espahíes por sipahis o soldados a caballo, por ser una forma españolizada más habitual, así como azapes, lo equivalente a zapadores. Asimismo, conservamos, por frecuente en la época, los géneros masculino para armada y otras  – el armada, el artillería, el arcabucería–  y el femenino para puentes – una puente o, en alguna ocasión, la fin. También dejamos magacenes por almacenes por su frecuencia en textos de ese momento, o instructo por instruido. También “buyuelos”, en el sentido de recipientes de vino o agua, que no pudimos identificar. Del mismo modo, conservamos la palabra plático y pláticos, muy frecuente en el sentido de experto o práctico.

 

Dejamos  Marçamujet (y no Marçamuget, como también escribe), puerto de Malta, así como Marça o Albernia, por Auvernia, como una de las  ”naciones” francesas en Malta. También dejamos Cortucoli, en vez de Curtogoli, una manera más usual de denominar en español a este notable arráez turco en otras fuentes.

 

Ponemos Mustafá por Mostafa, que es como normalmente aparece, o Hasán por Hazan; Virrey, en lugar de visorrey; desde en vez de dende y además en lugar de demás; bajá y bajás por bajan y bajanes, aunque esta denominación es muy literaria también por su normalidad en el texto, en donde aparece una treintena de veces así. Alemania por Alemaña y Hungría por Ugría; trincheras por trincheas; prisa por priesa; revellín por revellino y mallorquín por mallorquino, italianismos; ponemos Zanoguera por Sanoguera; tambores por atambores.

 

El resultado espero que, a pesar de alguna extrañeza, no perjudique demasiado la lectura del original actualizado, con la conciencia clara de que otras convenciones ortográficas tal vez pudieran ser más adecuadas.

E. Sola

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