E. Sola: CUENTOS DEL PARAÍSO DE LAS ISLAS, 14-2-4c: Carla Canon visita al sabio Mirallá. Capítulo IVc, (13 a 15)
Autor del Documento: Emilio Sola
Descripción / Resumen:
13
Cálculos para la Vitrina del Tesoro
Para la fórmula de acople de la Vitrina del Tesoro al Aisipiai, el sabio Mirallá
recurrió a un viejo texto conservado en la biblioteca del Naranjal, del tiempo
de la estructuración del consejo mundial de rectores, atribuido al rector JB
o a alguien de su equipo o de su entorno. Era un “contrato de regalo”
y había servido, en aquellos tiempos tan antiguos ya, para financiar
los primeros viajes estudiantiles de conocimiento y de contactos,
cuya manifestación más vistosa habían sido
el proyecto Erasmus de la Comunidad Europea que decían,
y luego la Operación Ulises, de la Gran Confederación Centro-Sur.
Pura prehistoria del paraíso de las islas, pues, en el que ahora se encontraban,
mal que bien, inmersos.
La idea fuerza del “contrato de regalo” era simple:
la conversión de un objeto en tiempo, como previo a su conversión en dinero.
Por ello, lo titularon, a ese “contrato de regalo”, de una manera
también muy simple: “cómo calcular el precio de un cuadro”.
El cuadro en cuestión era un dibujo realizado a partir de un cuadro
del pintor madrileño Carlos Bloch que el dibujante y donante, E.S.,
calculó en treinta horas de trabajo como valor de referencia del dibujo
para el intercambio. En una fiesta estudiantil para sacar dinero
para su viaje de fin de graduación, el profesor y dibujante E.S.
quiso obsequiar a sus estudiantes con el tal dibujo, pero a condición
de que aceptaran un “contrato de regalo” que iba a significar su conversión posible
en dinero contante y sonante para financiar sus actividades, comenzando
con el viaje mismo de graduación. El dibujo en cuestión
pasaba a ser propiedad de la delegación de estudiantes de la facultad universitaria
de Humanidades y Ciencias Sociales, y la manera de obtener dinero con él,
en un primer nivel,
consistía en vender todo tipo de objetos – camisetas, postales, cuadernos, cerámicas
o cualquier otro artilugio que se les ocurriera – decorado con la imagen del dibujo,
bien completa, bien de alguno de sus fragmentos, pues era bastante colorido
y se prestaba a su fragmentación como imagen. Con ello conservaban
la materialidad del dibujo, que decoraba la delegación estudiantil de la facultad
de Humanidades, y disfrutaban del producto económico en moneda corriente
de su derecho de copia, ese copyright que estaba siendo obsesivamente legislado
y por ello perseguido por grandes corporaciones y vendemotos
para todo tipo de imágenes e ideas, hasta niveles tan obscenos que entorpecían
la creatividad más inmediata de esos mismos estudiantes
humanísticos y de ciencias sociales.
En un segundo nivel, y por necesidades mayores, si era menester,
podrían vender también el dibujo mismo, pero ahí era cuando entraba en escena
el “contrato de regalo”, a la hora de calcular su precio,
a partir del valor calculado en función del tiempo empleado por el artista
en su producción, treinta horas. El autor, E.S.,
por el tal contrato con la delegación de estudiantes, exigía que el tal dibujo
sólo pudiera ser vendido en dinero contante y sonante
a una institución financiera potente y calculaba el precio por hora de realización
en relación de igualdad con el precio de hora de trabajo del director mejor pagado
de dicha institución financiera. Y eso era todo.
Aceptado por el delegado estudiantil, éste y el autor E.S. escribieron
por detrás del dibujo el contrato, lo firmaron ambos y enmarcaron
dibujo y contrato para que pasara a decorar el local de la delegación;
más tarde, cuando la institución universitaria desapareció
durante la fase más aguda de la crisis generalizada provocada por la guerra financiera
– que todos denominan hoy la Gran Guerra sin más – pasó al legado JB
conservado en la biblioteca del Naranjal, en donde se conserva hoy.
El sabio Mirallá y JR concluyeron que esa fórmula imaginativa
y absolutamente legal, contractual, que había ideado el equipo del recordado y llorado
rector JB para convertir en dinero contante y sonante para sus alumnos un objeto,
en tiempos de necesidad de recursos y en momentos de crisis amenazante
que precisaban del despliegue máximo de imaginación y valentía,
podían utilizarla perfectamente como fórmula para momentos
igual de críticos y terribles, de necesidad de recursos sin fin y libres
de maniobras especulativas de vendemotos centripetadores y torticeros,
como los que estaban padeciendo.
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14-2-4c Carla Canon visita al sabio Mirallá-IVc.doc
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Archivos Adjuntos
Ficha Técnica y Cronológica
- Personajes: Carla Canon, Fausto Mirallá,
- Palabras clave: El Paraiso de las Islas, EMILIO SOLA, frontera, literatura, novela
- Autor de la fuente:
- Título de la fuente:
- Impresor:
- Ediciones / Ediciones Críticas:
- Archivo de procedencia: - / Volumen: - Sección: - - Legajo: Biblioteca de don Borondón o Biblioteca del Naranjal - Documentos:
- Tipo de documento: Crónica / Estado: Fragmento
- Época: Contemporánea / Siglo: XXI DC / Año: Tiempo literario, a partir del siglo I de la GG y muerte de JB.
- Zona geográfica: Mediterráneo, Eurasia / Localización: