DE LA VIDA Y COSTUMBRES DE LOS TURCOS. Capítulo 31: Del segundo palacio real que el Gran Señor tiene en Constantinopla
Autor del Documento: Equipo CEDCS
Descripción / Resumen:
Capítulo 31
Del segundo palacio real que el Gran Señor tiene en Constantinopla
Dicho habemos que en la insigne y gran ciudad de Constantinopla
tiene el Gran Turco tres palacios muy suntuosos. En el primero,
que es de quien habemos tratado, está junto a San Demetrio, donde reside.
En el segundo, que se llama Eschizarai, que significa Alcázar Viejo, está
en medio de Constantinopla, donde vivieron los antiguos emperadores; este alcázar
tiene poco menos de una legua de distrito en su figura cuadrado, cercado de una muralla
que tiene de alto veinte varas y cuatro de ancho; no hay en esta muralla torre alguna;
tiene dos puertas, la una está siempre cerrada, la otra abierta de noche y día,
la guardan treinta soldados; dentro de este gran palacio hay muy insignes edificios
que por su grandeza y real aparato son notables entre ellos.
Serrallo, donde están doscientas concubinas del Gran Turco y sus hijos.
Son suntuosísimos dos cuartos a donde en tiempo de calor suele acudir
frecuentemente para su recreación y entretenimiento el Gran Señor.
Concubinas, todas son esclavas hijas de cristianos
En otros cuatro cuartos residen las hijas del Gran Turco y sus madres,
que son concubinas suyas. Todas son esclavas hijas de cristianos que, por muy hermosas,
se las han presentado corsarios o las ha comprado por sus dineros;
casi siempre llegan a número de doscientas.
Eunucos, que sirven en el serrallo
Tienen por guarda un Eunuco, a quien en su lengua llaman Chapian Gasi;
a éste obedecen otros cuarenta eunucos, que todos sirven el serrallo;
el eunuco que es guarda mayor tiene cada día de salario cien aspros y cada año
un vestido de tela de oro muy rico; los demás cada día ganan diez aspros
y dos vestidos de seda.
Las concubinas en quien el Gran Turco tiene hijos, les dan muy cumplidamente
todo lo necesario, y para extraordinario les dan a cada una trescientos aspros al día;
a las hijas dan cien aspros cada día, y madres e hijas andan soberbiamente
y con real majestad vestidas. Cuando tienen edad, las casa el Gran Señor
con los más principales bajás. Las doncellas que sirven a las concubinas y a sus hijas
dan quince aspros cada día; a otras mozas que sirven a las doncellas dan
diez aspros de ración; a todas dan tres muy ricos vestidos cada año.
Nota: todas las turcas llevan el rostro cubierto con un velo de seda
de modo que pueden ver sin ser vistas
Cada mañana vienen al serrallo diez matronas turcas, a las cuales llaman Terdizler,
para enseñar a las doncellas a labrar y bordar. Antes que entren por la puerta del serrallo
los eunucos que están de guarda hacen que descubran la cabeza
para que no pueda entrar algún hombre encubierto, porque, como está dicho,
ninguna mujer anda en Turquía descubierto el rostro sino tapado con un velo de seda,
de modo que ella pueda ver sin ser vista.
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Ficha Técnica y Cronológica
- Personajes:
- Palabras clave: antropología, concubinas, corte otomana, eunucos, palacio, serrallo, turcos, Turquía
- Autor de la fuente: Anónimo
- Título de la fuente:
- Impresor:
- Ediciones / Ediciones Críticas:
- Archivo de procedencia: Biblioteca Nacional de Madrid / Volumen: - Sección: - - Legajo: Manuscritos, 2794 - Documentos:
- Tipo de documento: Crónica, Discurso / Estado: Transcripción, Actualización, Fragmento
- Época: Moderna / Siglo: XVI DC / Año:
- Zona geográfica: Mediterráneo, Eurasia / Localización: