“Guerra y diplomacia en el Mediterráneo: Correspondencia inédita de Felipe II con Andrea Doria y Juan Andrea Doria”, Rafael Vargas-Hidalgo, Madrid, 2002, Ediciones Polifemo, lxx+1564+CCCLXXXVIpp.

Descripción / Resumen

Una correspondencia principesca y literaria

 

Durante 12 años el autor Vargas-Hidalgo –autor de un repertorio documental muy coherente y valioso– se dedicó a transcribir en Roma la colección documental conservada en siete archivadores del Archivo Doria Pamphili, sin duda motor inicial en la elaboración de este repertorio, básicamente la correspondencia de Andrea y Juan Andrea Doria y la Corte Habsburgo hispana de Felipe II. Completado con la documentación del Archivo de Simancas de Valladolid –verdadero eje vertebral del repertorio por la abundancia de cartas de él procedentes–, así como de otros fondos menores en cuanto a sus aportaciones al conjunto –el Archivo Secreto Vaticano el principal, y diversas Bibliotecas europeas–, el conjunto cubre los años que van de 1552 a 1598. Los años decisivos –y el libro clásico de Ferdinand Braudel sobre el Mediterráneo y el mundo mediterráneo en esa época es definitivo al respecto– de eso que pudiéramos considerar la “frontera mediterránea” o “frontera sur” de Europa.

Andrea Doria –nacido en 1466 y muerto el 20 de noviembre de 1560– es una de las figuras europeas más representativas de esa modernidad que irrumpe precisamente en ese siglo que cubre con su vida. La familia Doria era una de las más notables de la ciudad de Génova desde la Edad Media, emparentada incluso con los emperadores de Bizancio, y junto con los Spinolas de tradición gibelina o pro-imperial frente a los güelfos o pro-pontificios (como las familias Fieschi o Grimaldi) en los enfrentamientos y rivalidades genovesas e italianas de la época. Andrea Doria es el gran marino europeo de la primera mitad del siglo XVI junto con Jeredín Barbarroja. En el verano de 1528 el Andrea Doria señor de 12 galeras –su poder real en el mar entonces– deja el servicio del rey de Francia Francisco I y pasa a servir a Carlos V, un cambio de alianza que se mostró decisivo para la Europa del momento, peculiar “contrato de condotta” que convertía a Génova en ciudad italiana con estatuto jurídico de ciudad imperial, pudiera decirse, y convertía el eje marítimo Génova/Barcelona en uno de los ejes vitales de la política internacional o europea del momento.

Las cartas del octogenario y nonagenario Andrea Doria enviadas a la Corte hispana son una parte importante del inicio del repertorio documental, hasta la última enviada a Felipe II de 19 de octubre de 1560, un mes antes de su muerte, el 20 de noviembre (p.370). Entre ellas destacan sin duda aquellas en las que reclama pagos atrasados de las galeras con una retórica peculiar y brillante, con lamentos que se acentúan en los momentos de especial dificultad. Pero el fondo fundamental y más amplio de esta –hasta p.1564) correspondencia corresponde a las correspondencia con Juan Andrea Doria (nacido en 1540 y muerto el 2 de febrero de 1606). En 1583 Felipe II lo nombró Capitán General del Mar, lo que habían sido antes Juan de Austria (muerto en 1576) y García de Toledo (1514-1568, Capitán General del Mar entre 1564 y 1568). Juan Andrea se había iniciado en la vida activa del mar en 1556, con turcos y franceses en aguas de Córcega, y él será uno de los protagonistas principales de esta correspondencia como destinatario –“Ilustre Principe de Melfi, primo, de mi Consejo de Estado y mi Capitán General de la Mar…”, como suele ser el encabezamiento habitual. Las últimas publicadas –hasta el 9 de septiembre de 1598, cuatro días antes de la muerte de Felipe II– son ya del príncipe futuro Felipe III, con Francisco de Idiáquez como secretario.

Ficha Técnica

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