MARQUÉS DE MONDÉJAR: FORAJIDOS DE CALABRIA EN 1578. Represión de los forajidos de Calabria, veinte años antes de la Conjura de Campanella

Descripción / Resumen:

Città_più_importanti_della_Calabria

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El marqués de Mondéjar se encontró, al llegar al gobierno napolitano como virrey, con una Calabria llena de forajidos; ya sabe que aquellas tierras de Calabria Ultra y Calabria Citra o Calabria Alta es tierra “donde ha habido siempre mayor número de ellos”, y que tanto “por la calidad de la gente como por la disposición de la tierra y constelación de ella, que parece que produce forajidos,” es un problema que se arrastra de antes, y al que no pudo poner coto su antecesor el cardenal Granvela. Pero en 1576 pareció agravarse de tal manera que el virrey hubo de poner en pie un ambicioso plan contra forajidos para el que movilizó todas las provincias del reino de Nápoles.

No comenta explícitamente nada sobre ello el virrey Mondéjar, pero pudiera estar relacionada aquella situación por un sutil hilo rojo con la campaña contra Túnez en ese momento del calabrés más famoso por entonces, almirante de la flota otomana, Uluch Ali o Uchalí, que acababa de conquistar Túnez y la Goleta, una muestra patente de la debilidad del poder hispano-italiano en la region central del Mediterráneo, el entorno natural de Calabria. Y más, teniendo en cuenta que la colonia calabresa en Estambul, del entorno del almirante Uchalí, era muy numerosa y con muchos parientes en Calabria que podrían encontrar refugio allí en caso de extrema necesidad.

En 1576, en principio, el virrey Mondéjar encargó de las acciones contra los forajidos calabreses al gobernador de Rijoles (Reggio Calabria) Alonso de Zanoguera, así como al capitán Corcuera, pero sus acciones no consiguieron los efectos deseados. Por ello nombró a principio de 1577 nuevo gobernador de Calabria al conde de Briatico, que acababa su bienio de gobierno en los Abruzos, y que juzgó hombre de experiencia y buenas condiciones para aquella función. Su actuación, sin embargo, aunque tuvo éxitos parciales, no consiguió los efectos deseados y, más aún, pareció aumentar el número de forajidos y sus acciones destructivas de todo tipo, así como extorsionadoras, exigiendo rescates y “composiciones” en dinero a los calabreses, y atreviéndose a asaltar en pleno día pueblos grandes y castillos. Era tal la gravedad del asunto que el virrey, reunido el Consejo Colateral, decidió nombrar a su propio hijo, Pedro González de Mendoza, con amplias fuerzas y asistencia de uno de los consultores de más experiencia entonces, Pedro Antonio Panza, fiscal de la corte de la Vicaría.

El envío de su hijo Pedro González de Mendoza, que era maestre de campo del ejército de tierra del reino de Nápoles, el virrey Mondéjar dice que se lo pensó mucho por los gastos extraordinarios que iban a suponer las numerosas tropas y los sacrificios que para Calabria y sus gentes iba a suponer el alojamiento y estancia en sus tierras de todo un ejército, pero lo justifica para evitar males mayores: si no se ponía fin a aquella escalada de forajidos, con el tiempo aumentaría el problema y los males que causaban hasta el punto de que habría que enviar un ejército mayor con el aumento de los gastos de la hacienda real que eso iba a suponer, “con total destrucción y ruina de ellas”, tierras y haciendas.

Porque las fuerzas destinadas a aquella misión eran poderosas, y sus preparativos mismos ya supusieron la remisión de las acciones de los forajidos, atemorizados por la noticia misma de esos preparativos, así como el rearme moral de la población calabresa sufridora de aquella situación. Nueve compañías de infantería española, tres compañías de caballería ligera para controlar los territorios protectores de los forajidos, así como quinientos soldados italianos, con diez cabos, para su persecución, apoyados por las provincias vecinas. Ese verdadero ejército iba acompañado por muchos oficiales de la Vicaría (cuatro escribanos, un maestro de actas, diez alguaciles), un capitán de justicia, para abastecimientos un furriel y un oficial de escribanía de ración, otro official del tesorero, etc. Toda una administración burocrática militar en movimiento; también el comisario Marcantonio Fata, muy experimentdo en este tipo de acciones contra forajidos, lo mismo que el doctor Roberto Robertuchio y, sobre todo, el muy notable y experimentado también, el abogado fiscal Pierantonio Panza. Para el transporte de las tropas en caso de necesidad, a su vez, se alquiló una nave que, con las otras dos en servicio en la costa calabresa, estuvieran al servicio de las fuerzas movilizadas para la persecución de los forajidos.

Por entonces estaba de gobernador de Principado Citra y Basilicata un hombre que veinte años después iba a ser clave en el desmantelamiento de la conjura de Campanella, Carlo Spinelo, al que también se movilizó de alguna manera al ordenarle que con cien soldados italianos pagados se apostase en la frontera calabresa de esas provincias. Se escribió a todas las provinicas marítimas de la zona para que controlasen las naves que llegaran a sus costas por si en ellas llevaban a forajidos, de los que se les facilitó descripción y, sobre todo, se les anunció los premios que se darían a quienes capturaran a dichos forajidos: 200 ducados  – “ y que tal vez podrá ser que alargue la mano a 500” – por cada forajido principal, y 30 ducados por cada forajido común, para que muchos se movieran por el interés de la ganancia y los entregaran a las autoridades. En especial se escribió a la nobleza calabresa, tanto a titulares como a sus primogénitos, amenazándoles con castigos rigurosos si tuvieran omisiones o descuidos con los perseguidos, así como a cualquier persona “sin excepción”. El párrafo referido a este aspecto está subrayado en la corte filipina, como muestra de especial preocupación por esta posibilidad.

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1578-FORAJIDOS DE CALABRIA-MONDEJAR 2

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Archivos Adjuntos

Ficha Técnica y Cronológica

  • Personajes: Marqués de Mondéjar, Pedro González de Mendoza, capitán Corcuera, Marco Antonio Colonna, Gran Maestre de Malta, Cardenal Granvela, Hernando de Torres, Embajador en Roma, Alonso Zanoguera, conde de Briatico, cardenal de Aragón, Pedro Antonio Panza, Auditor Spada, Auditor Parra, Juan Pedro de la Rosa, Marco Antonio Fata, Roberto Robertucho, Carlo Spinelo, Gobernador de Tierra de Otranto y Bari, Gobernador de Capitanata, Gobernador de Isola, Gobernador de Capri, Gobernador de Masa, Gobernador de la Cava, Gobernador de Amalfi, Gobernador de Lípari, Stratico de Mesina,
  • Palabras clave: , , , , ,
  • Autor de la fuente: Marqués de Mondéjar
  • Título de la fuente:
  • Impresor:
  • Ediciones / Ediciones Críticas:
  • Archivo de procedencia: Archivo General de Simancas / Volumen: - Sección: Estado - Legajo: 1077 - Documentos: 14, 15,
  • Tipo de documento:Carta,Relaciones / Estado: Transcripción,Actualización,Completo
  • Época: Moderna / Siglo: XVI DC / Año: 1578
  • Zona geográfica: Mediterráneo,Eurasia / Localización: Nápoles, 13 de enero de 1578
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