I.11.04 – EL VIAJE DE PIETRO DELLA VALLE A ORIENTE EN EL S XVII – El Cairo. La gran caravana de La Meca

I.11.04 – EL VIAJE DE PIETRO DELLA VALLE A ORIENTE EN EL S XVII – El Cairo. La gran caravana de La Meca
I.11.04-El Cairo-Caravana a la Meca-Xilografía de 1878

I.11.04-El Cairo-Caravana a la Meca-Xilografía de 1878

En la entrega anterior (I.11.03) el Señor della Valle, después de visitar El Cairo y admirar su grandiosidad, y la del río Nilo a su paso por la ciudad, termina con una serie de disquisiciones sobre dónde pudo estar el primer asentamiento y la ciudad fundacional de El Cairo, además de otros sitios históricos, como la posible ubicación de la llamada “segunda” Babilonia.

“… Yo no he asistido a una de sus fiestas más importantes, en la que se dan cita los más altos dignatarios de la ciudad: el momento en que se corta la calzada para hacer que pase al acueducto el agua del Nilo; en cambio, lo que sí he visto ha sido abrir un dique de tierra para que corriera el agua por un canal, que atraviesa por en medio de la ciudad, y con suficiente agua como para que se pueda navegar por él y pasearse en unas pequeñas barcas. Sin embargo, este canal, al igual que todos los demás que se abren en diferentes lugares del campo para irrigar los terrenos de siembra, discurre poco a poco hasta estancarse.

La calzada se corta en el mes de agosto, y el agua del Nilo inunda el terreno durante dos meses, convirtiéndolo en una tierra muy fértil. Pero he de deciros que no todo el país goza de estas benéficas inundaciones; tan solo se beneficia una parte, mientras que la otra permanece reseca, ya que aquí las lluvias son muy raras, además de la pobreza de este terreno en donde no crece ni una brizna de hierba; por lo que deduzco que este famoso Egipto, no es un país tan bello como muchos se imaginan.

Tampoco he podido ir a esa hermosa fiesta a la que va el Bajá, y que la gente celebra con mucho júbilo, debido a que su subsistencia depende enteramente de esas inundaciones, y precisamente por eso, siguen pronosticando, como hacían sus antepasados, por medio de la altura a la que llegan las aguas del Nilo, la abundancia o escasez de las cosechas de ese año. Antiguamente, según Estrabón, se observaba la altura del agua, que crecía o disminuía en algunos pozos, con respecto a la del Nilo; pero ahora, se consulta mediante una pequeña pirámide, y digo pequeña si la comparo con las otras, que la han construido a este propósito en un lugar de fácil acceso, y cuyas dimensiones son más o menos como las que hoy en día se pueden apreciar en la pirámide del Sepulcro de Cestio , cerca de la puerta de San Pablo en Roma.

La fiesta a la que sí pude asistir es muy rara: se trata de la partida de la caravana [que sale de El Cairo] a La Meca, formada por una infinidad de peregrinos, que acuden allí para cumplir con sus deberes y oraciones mahometanas. Esta caravana emprende viaje una vez al año, bajo el mando de un Sanjaco Beigbi, jefe-representante del Bajá de El Cairo, encargado del tapiz ornamental para el Sepulcro y Capilla de su Profeta…”

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Ficha Técnica

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