I.11.08 – EL VIAJE DE PIETRO DELLA VALLE A ORIENTE EN EL S XVII -Travesía del desierto hacia el Monte Sinaí

I.11.08 – EL VIAJE DE PIETRO DELLA VALLE A ORIENTE EN EL S XVII -Travesía del desierto hacia el Monte Sinaí

I.11.08-Convento de Santa Catalina-Monte Sinaí

I.11.08-Convento de Santa Catalina-Monte Sinaí

En la entrega anterior (I.11.07) el Señor della Valle descubre la lengua de los cristianos egipcios, los coptos, con caracteres griegos, aunque con notables peculiaridades, que Della Valle describe, buscando además la etimología de la palabra copto. Cierra esta entrega con un jocoso comentario sobre sí mismo y algunos héroes que cruzaron la Estigia.- “…En fin, que tengo la impresión de que no han sido nada desdeñables las adquisiciones que he hecho en Egipto, y si se me permite servirme del estilo de los poetas en la fabulosa descripción que hacen del Infierno, yo bien podría decir que he pasado en la barca de Caronte, he descendido a los infiernos, he salido de ellos, como V.S. bien conoce, a pesar de Plutón y su contrariedad, por así decirlo, al sacar conmigo a tres personas de linaje para ofrecerles el derecho de gozar de la luz del mundo; personajes que serán objeto de mil interesantes estudios que arrojarán luz sobre la verdad de la historia, y las costumbres de los antiguos egipcios. Así pues, yo habré hecho más de lo que jamás hicieron ni Eneas, ni Orfeo, ni Teseo. Pero dejemos estas bromas para centrarnos ahora en las circunstancias de mi viaje al Monte Sinaí, un viaje que espero sea merecedor de vuestra curiosidad…”

[I.11.08] Estuve descansando durante tres días, tras mi viaje al lugar en el que nos hicimos con las momias, asunto éste cuya curiosidad atrajo a un buen número de cristianos y de turcos a la casa del Cónsul, en donde yo residía. Todos me aseguraban que, incluso los más avezados y doctos en estas materias, jamás habían visto cosa igual, y eso a pesar de que con frecuencia caen en sus manos algunas momias. Durante esos tres días las empaqueté, y envié a Alejandría, para que desde allí las trasladasen a Messina. Hecho esto, me dispuse también a preparar mi viaje al Monte Sinaí.
Arregladas todas mis cosas me despedí, llevando conmigo cartas de recomendación del mismo arzobispo que reside en El Cairo, y que me cedió a uno de sus religiosos para que me acompañara, con algunos de sus sirvientes a los que había mandado que estuvieran preparados para el catorce de diciembre.

El 14 de diciembre pues, ajustadas mis cuentas, y cargados los camellos, me puse en marcha algo antes del anochecer, avanzando bastante, o así me lo pareció, antes de salir de la ciudad, y ello a pesar de que los camelleros tardaron todo un día en prepararse, entre un escándalo ensordecedor y extraños ruidos que no acababan nunca. El camino lo hicimos montados en camellos, porque en esta ruta no se encuentra agua, y otros animales no podrían hacerla sin beber, con lo que habría que acarrearla, algo un poco incómodo. Pero estos camellos de Arabia, pequeños y diferentes a los de El Cairo, que llegan a Siria y otros lugares, pueden caminar hasta tres o cuatro días sin beber…”

El texto completo de esta entrega en el siguiente enlace: 

I.11.08 – EL VIAJE DE PIETRO DELLA VALLE A ORIENTE EN EL S XVII -Travesía del desierto hacia el Monte Sinaí
I.11.08-Cerca del Monte Sinaí-Horeb

I.11.08-Cerca del Monte Sinaí-Horeb

 

Ficha Técnica

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