Leila Slimani: El país de los otros. Madrid, 2021, Cabaret Voltaire. NADADORA SIN IGUAL FRENTE A NO NADADOR

Descripción / Resumen:

Leila Slimani-01

Leila Slimani

Guerra clásica imperialista, tropas indígenas coloniales y ocupaciones bélicas en Europa, ilusiones de liberación, matrimonio mixto, mestizaje, patriarcalismo social y cultural, monoteísmos excluyentes, exilios y desarraigos varios, descolonización, “guerra, guerra, guerra”,  puras fronteras de la existencia y pura contemporaneidad… Desde un punto de vista femenino y como relato postcolonial, un modelo literario que puede presentarse como modélico en muchos aspectos y cuyo arranque narrativo mismo se nos aparece – y no tiene por qué ser una realidad literaria querida por la autora – como un guiño hasta irónico al Albert Camus de El primer hombre, su novela póstuma e incompleta pero subyugante, y en la que el autor no tuvo tiempo para construir un relato postcolonial. Leila Slimani, sin embargo, sí. Y ese puede ser uno de los atractivos de su ensayo literario que, si tiene una continuación como sugiere el hecho de ese subtítulo “Primera parte: guerra, guerra, guerra”, puede desarrollar más aún ese ensayo de relato postcolonial apuntado aquí de manera bastante brillante y pleno de una sensibilidad femenina potente.

 

Los diez años de vida en común de Mathilde y Amín que abordan este relato novelesco, concluyen en pleno conflicto colonial que culminó en la primavera de 1956 con la independencia de Marruecos. Es un telón de fondo de la acción con algunos episodios conmovedores y duros y que sirven para entender el profundo drama de algunos de los personajes secundarios pero esenciales, como la bella Selma, a quien cruelmente se le niega la más mínima libertad, o el patriota militante Omar, como arquetipo de acción. Pero más que descripción o narración, el relato discurre como evocación desde una intimidad, desde un punto de vista, desde una sensibilidad, y por ello es tal vez más eficaz como posible verdad o tratamiento de la realidad. Más verosímil y hasta objetivo. Por ello, tanto el médico de origen húngaro, Dragan, colono exiliado entre colonos y a su vez extranjero entre extranjeros, como la misma Mathilde, puede apreciar con justeza aquella realidad de alguna manera desde fuera o desde una íntima frontera, y como la protagonista emocionarse hasta las lágrimas ante “la indiferencia de la naturaleza ante la torpeza de los hombres. Se matarán entre ellos y las mariposas seguirán volando…” Y de ahí la íntima coincidencia de sensibilidades entre esos dos personajes extraños entre extraños en un momento en que la sociedad colonial escindida alcanzaba un vórtice en su ruptura:

 

…En ese instante, ambos pertenecían a un bando que no existía,

un bando donde se mezclaban a partes iguales, y por tanto de un modo extraño,

la compasión hacia la violencia y la misericordia hacia los asesinos y los asesinados.

Los sentimientos que surgían en ellos les parecían una traición,

y preferían, pues, acallarlos. Eran a la vez víctimas y verdugos,

compañeros y adversarios, dos seres híbridos, incapaces de poner nombres

a su lealtad.  Dos excomulgados que ya no podían

rezar en ningún templo y cuyo dios era un dios secreto, íntimo,

del que ignoraban hasta el nombre.

(p.405).

 

Uno de los corazones de la frontera, uno de sus motores también, la posible esperanza en una posible trascendencia, ese menos por menos igual a más tan misterioso, o esa síntesis englobadora de antítesis y tesis…

Leila Slimani-El país de los otros-Nadadores

Ficha Técnica

  • Temática: Los diez años de vida en común de Mathilde y Amín que abordan este relato novelesco, concluyen en pleno conflicto colonial que culminó en la primavera de 1956 con la independencia de Marruecos.
  • Palabras clave: , , , , , ,
  • Zona geográfica: África,Mediterráneo,Eurasia
  • Cita Bibliográfica: Leila Slimani: El país de los otros. Primera parte: Guerra, guerra, guerra. Traducción de Malika Embarek López. Madrid, 2021, Cabaret Voltaire
Imagen de perfil de Emilio Sola
Profesor de Historia Moderna de la Universidad de Alcalá.

Ver perfil de Emilio Sola

Responder