Comunicado Final
Muros físicos y fronteras invisibles envilecen la condición humana de migrantes y desplazados
Finalizó Congreso Internacional “Las Cicatrices en la Historia: Fronteras, physician Migraciones y Desplazamientos”, mind organizado por el IDEP y la Alcaldía Mayor de Bogotá.
Durante tres días, investigadores y estudiosos del tema se dieron cita en Bogotá para evaluar el estado de los estudios y prácticas de las migraciones y desplazamientos y fortalecer, en Red, las actividades académicas y científicas y estimular nuevas actitudes, institucionales y sociales, en el manejo y trato otorgado a los emigrantes y desplazados.
Todas las temáticas, a nivel nacional e internacional, sobre emigración-inmigración y desplazamientos forzados y/o voluntarios, fueron abordadas desde la perspectiva actual e histórica, relacionándolas con áreas transversales como la educación y las instituciones.
Este Congreso, liderado por el IDEP y la Alcaldía Mayor de Bogotá con el apoyo de la Universidad de Alcalá de Henares y la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, se convierte en un valioso aporte para un problema global, que afecta de manera muy marcada y particular a Colombia, y cuyos protagonistas, según lo expuesto en el evento, encuentran cada vez más restricciones a la movilidad, al empleo, a la vivienda y al acceso a servicios asistenciales básicos.
Precisamente, uno de los temas centrales del encuentro fue el perfil migratorio de Colombia, en donde el desplazamiento, la trata de personas y el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes, se han convertido en bombas de tiempo para la crisis de la sociedad colombiana.
Además, según afirmación de Olmeda Vargas, director del IDEP, en países como el nuestro donde la situación es preocupante, estos fenómenos están afectando de manera positiva y negativa la construcción de la escuela y los modelos pedagógicos que se quieren implementar en ciudades como Bogotá.
Sin embargo, con “El Congreso Internacional “Las Cicatrices en la Historia: Fronteras, Migraciones y Desplazamientos”, queda claro que la frontera comienza a hacer una simple cicatriz que puede disiparse que quedarse como un testimonio histórico, en el sentido en que han comenzado a aparecer hechos y fenómenos jurídicos y políticos que llevan a que las fronteras físicas, que conocemos tradicionalmente en la soberanía del Estado empiezan a perderse y emergen formas de cooperación e integración eficaces que ayudan a dignificar la condición de los desplazados y exiliados.
