UNA DE ESPÍAS. Ian McEwan: Operación Dulce. Barcelona, 2013: Anagrama

Descripción / Resumen:

portada de Operación Dulce

Ian McEwan: Operación Dulce.
Traducción de Jaime Zulaika
Barcelona, 2013: Anagrama

Una doble justificación para la inclusión de esta novedad editorial en la colección del ADF: en primer lugar, porque va de espionaje; en segundo lugar, porque aparecen vagamente Nadadores.

Una novela sobre la ambigüedad y sutilezas de los servicios de información y su buena relación con los departamentos universitarios, también de letras, por no decir sobre todo de letras. Esas politologías varias en que pueden convertirse algunas ciencias sociales y humanísticas aplicadas a concepciones geopolíticas también varias. Esa desazón ante una racionalidad a veces claramente errática y hasta aberrante.

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PERFIL SETENTERO O TRANSICIONAL

Y tiene un aire setentero o transicional – 1972 y 1974 son las dos fechas que aparecen explícitamente de situación temporal – con alusiones a huelgas y cortes de luz en la Inglaterra pre-thatcheriana, al terrorismo del IRA o a la guerra de los seis días, aún en plena guerra fría. A la protagonista, Serena Frome, que termina sus estudios de matemáticas en Cambridge y gran lectora de novela, la prepara y recluta para el MI5 un profesor al que admira y que terminará siendo su amante, poco antes de desaparecer de su vida por una enfermedad que le oculta y que le llevará a una muerte prematura y rápida. Comienza su trabajo, en principio burocrático y monótono, hasta que comienzan a pensar en nuevos proyectos adaptados a las nuevas turbulencias internacionales que podían afectar a Inglaterra.

Ian McEwan OPERACIÓN DULCE

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Ficha Técnica

  • Temática: Espionaje, literatura, servicios de información, novela,
  • Palabras clave: , , ,
  • Zona geográfica: Eurasia
  • Cita Bibliográfica: Ian McEwan: Operación Dulce. Traducción de Jaime Zulaika. Barcelona, 2013: Anagrama
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Profesor de Historia Moderna de la Universidad de Alcalá.

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2 comentarios

  1. Imagen de perfil de Esmeralda de Luis y Martínez

    Esmeralda de Luis y Martínez - 6 noviembre, 2013, 19:31

    “Operación Dulce” es una novela dentro de la tradición anglosajona en el tratamiento de “historias de espías”. Ilustra bien el momento setentero y la guerra fría en el R.U. con sus rivalidades entre las distintas organizaciones que se dedican, no sólo a espiar, sino a “crear opinión” y/o “mover ideologías” lo que considero más peligroso.
    Tu estupenda nota de lectura de este libro ha hecho que lo leyera desde una perspectiva mucho más enriquecedora. Gracias Emilio.

    Y aquí dejo otro divertimento sobre historia de espías y cifrados, para el que desee curiosear. Son unas simples notas sobre la historia del espionaje y los mensajes cifrados:

    “La referencia más antigua conocida sobre espionaje se atribuye a Sun Tzu en su libro “el arte de la guerra”. Para Sun, el arte de la guerra consistía no en exterminar al rival en la lucha sino en vencerlo sin necesidad de recurrir a la lucha, ese era el verdadero arte de la guerra. En el capítulo “Sobre la concordia y la discordia” Sun escribe. “La información previa no puede obtenerse de fantasmas ni espíritus, ni se puede tener por analogía, ni descubrir mediante cálculos. Debe obtenerse de personas; personas que conozcan la situación del adversario. Existen cinco clases de espías: el espía nativo, el espía interno, el doble agente, el espía liquidable, y el espía flotante. Cuando están activos todos ellos, nadie conoce sus rutas: a esto se le llama genio organizativo, y se aplica al gobernante.” Los escritos de los antiguos chinos también contienen una amplia colección de recomendaciones y formas de obtención de información importante. Existen también pruebas de que los babilonios utilizaron métodos criptográficos en su escritura cuneiforme.
    Los antiguos egipcios tenían un sistema muy desarrollado para la adquisición de información de inteligencia. El pueblo egipcio utilizaba para comunicar la lengua demótica mientras que los sacerdotes utilizaban la escritura hierática (jeroglífica) que resultaba incomprensible para el resto.
    Los hebreos disponían de una gran habilidad a la hora de hacer uso de espías. Un escriba hebreo que trabajaba en el libro de Jeremías entre el año 600 y 500 a.C, desarrolló una forma de cifrado de sustitución, método consistente en invertir el alfabeto.
    Los griegos para enviar sus mensajes empleaban un método más elaborado y seguro. Hay evidencias de que a partir del año 500 a.C. los griegos utilizaron un cilindro conocido como “scytale” alrededor del que se enrollaba una tira de cuero. Al escribir un mensaje sobre el cuero y desenrollarlo posteriormente, se obtenía un grupo de caracteres sin sentido. Para poder descifrar ese grupo de letras era necesario enrollar el cuero donde residía el mensaje en otro cilindro del mismo diámetro. Este fue el primero de los casos de utilización de métodos criptográficos y fue ampliamente explotado durante la guerra entre Atenas y Esparta.
    Los romanos serían conocidos por su forma de cifrar los mensajes enviados a largas distancias. Julio César utilizó el conocido método que trasladaba tres letras del alfabeto hacia la izquierda para reemplazarlas. Así por ejemplo la A se representaba con la D y sucesivamente. Los mensajes de Julio Cesar jamás fueron desencriptados…” (http://www.taringa.net/posts/info/4852146/Breve-historia-del-espionaje.html)

  2. Imagen de perfil de Carlos Miragaya

    Carlos Miragaya - 28 octubre, 2013, 11:22 Report user

    Nada nuevo bajo el sol, en realidad, para quien haya gustado otear el panorama y discurso de los siglos sidos, con tan recientes en la actualidad los estallidos de claridad de Wikileaks y de Snowen. Confirmación siempre una vez más, todavía, de lo eternamente sabido. Allá incluso en la infancia mía, dábase ya el milagro de que todo cuanto me fuere dicho, quedaba en suspenso, en suerte de cuarentena perenne, en un ámbito sin fe ninguna ni principio de autoridad, O así. Límpida siempre y música, Emilio, tu escritura, que gusto. Abrazo

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