Paula Farias: Fantasmas azules. Madrid, 2021, Alianza Editorial. Afganistán y la Levedad, con Nadadora

Descripción / Resumen:

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Paula Farias-Fantasmas azules

Si hay una esperanza de desbordar y superar la estrechez de miras de la novela tradicional burguesa, cada vez menos interesante en el mundo actual, tal como está, es el punto de vista de los escritores y escritoras con experiencia en el trabajo cooperativo internacional, ya sea el voluntariado o la cooperación en campos de refugiados o instituciones variopintas surgidas de la solidaridad, sobre todo en el marco de las organizaciones no gubernamentales. Y ese es el caso de esta autora, Paula Farias, con una trayectoria ejemplar en ese terreno a través de su trabajo con Greenpeace y con Médicos Sin Fronteras, organización que llegó a dirigir. Justo el perfil para un autor –una autora en este caso, y se redobla su interés por ello – que puede ser capaz de encontrar asuntos y puntos de vista ajenos a ese canon estrecho y psicologista – la pareja y los celos, las rupturas amorosas, la familia y la herencia, el poder político o del capital con su secuela de la guerra convencional o guerra colonial, los crímenes y la policía a todo más… – normalmente impregnado de pura burguesed o burguesez si no burguesidad en planteamientos y resoluciones, y que no deja de ser literatura costumbrista de la peor calidad. Ese aburrimiento literario que no cesa, a veces con una voluntad de estilo pedante e inconsciente de su propia ramplona burguesez – y sigo con o reincido en el palabro monstruoso –, y hasta orgulloso de ese estilo mismo por considerar que fuera de esos planteamientos no hay relato valioso, novela que se valga, literatura… Eurocentrismo burgués, en fin, y es una desgracia no haber podido desterrarlo de una vez por todas de nuestra literatura occidental. Es vital, por lo tanto, cambiar el punto de vista, cambiar la perspectiva, las formas de trabajo mismas, los medios y los fines, la vida toda, tal vez, palabras y argumentos, para cambiar – nominalismo confuciano – el mundo. Esa superación deseada de un eurocentrismo burgués que impregna y desvirtúa, a mi manera de ver, una posible literatura de y con futuro, pudiera venir de la mano tanto de una bien llevada literatura de ciencia ficción o de anticipación científica y social, o bien de la mano de unas sensibilidades otras formadas en esas nuevas fronteras de los viajeros conscientes de las diferentes diversidades o de los trabajadores al servicio de nuevas organizaciones no gubernamentales, e incluso de cooperación internacional en general, aunque no en empresas capitalistas de extracción o de explotación tipo las grandes corporaciones actuales multinacionales más conocidas, que solo son capaces de generar nuevos burócratas sin conciencia o algoritmos envenenados. Aunque es frecuente que de este último grupo – trabajadores en empresas o corporaciones multinacionales y coloniales – surgieran no pocas voces críticas del sistema, alguna tan mítica y valiosa como el joven Joseph Conrad, o tan ambiguas, complejas y también valiosas como el desmesurado Louis Ferdinand Celine. Sin duda el origen de una literatura postcolonial, por llamarlo de alguna manera. Pero a estas alturas de una evolución global bastante desaforada y que invita o incita a despertar las querencias catastrofistas más paranoico poco críticas, no basta con una literatura crítica o hiper-crítica, sino que hace falta algo más, una apuesta literaria por la imaginación más refinada al servicio de una posibilidad al menos de salir del fangal en el que andamos enredados, o la posibilidad de sobrevivir sin más a este mísero sistema que no acaba de autoliquidarse por el bien de todos; o del casi todos, ese 99% que dicen algunos analistas cada vez más antisistema sin apenas proponérselo.

En este marco de urgente necesidad me pareció que este relato de Paula Farias tenía que encerrar por fuerza alguna secreta propuesta literaria al desarrollarse en uno de los focos calientes de este malestar actual del ya pleno siglo XXI ardiente por todos los costados. La Afganistán talibana, nuevo “territorio comanche” (p. 14), como evoca la autora con un guiño en el que resuena uno de sus orígenes como experta en fronteras calientes, pues también anduvo con Médicos Sin Fronteras por la guerra de los Balcanes, que Pérez Reverte resumió con esa expresión y con la que también fue llevada al cine por Gerardo Herrero, puro fin y despedida de siglo XX. Como periodista, la protagonista del relato, María, siente algo que siempre habían sentido los viajeros clásicos, como aquel anónimo del Viaje de Turquía, en pleno siglo XVI, que lo expresó con las mismas palabras pues se consideraba alguien “que tiene qué contar”; un qué que debería ir acentuado en ese caso pues es un qué de contenido, esas “cosas” que despiertan el interés de otros. “María ha empezado a disfrutar de sus crónicas. Siente que tiene cosas que contar” (p. 58). La esencia de la literatura, despertar el interés, las ganas de saber y conocer, como paso inicial, y con la posibilidad de saber, además, por donde puede transcurrir el después, por dónde puede ir la cosa, esas “cosas”… El planteamiento mismo del relato de Farias es la huida de la literatura burguesa, la huida de su vida cotidiana confortable civilizada tras el desengaño de una ruptura amorosa, uno de los corazones literarios clásicos, canónicos, tradicionales. Y el encuentro con la frontera caliente, en este caso Afganistán, y su inmersión en la otredad intentando captar la realidad de un mundo global sin caer en un nuevo costumbrismo y una narración periodística al uso, que lo logra, sin duda, en la línea de una de las propuestas literarias de Ítalo Calvino para el nuevo milenio, la Levedad.

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Ficha Técnica

  • Temática: El planteamiento mismo del relato de Farias es la huida de la literatura burguesa, la huida de su vida cotidiana confortable civilizada tras el desengaño de una ruptura amorosa, uno de los corazones literarios clásicos, canónicos, tradicionales. Y el encuentro con la frontera caliente, en este caso Afganistán, y su inmersión en la otredad intentando captar la realidad de un mundo global sin caer en un nuevo costumbrismo y una narración periodística al uso, que lo logra, sin duda, en la línea de una de las propuestas literarias de Ítalo Calvino para el nuevo milenio, la Levedad.
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  • Zona geográfica: Eurasia
  • Cita Bibliográfica: Paula Farias: Fantasmas azules. Madrid, 2021, Alianza Editorial
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Profesor de Historia Moderna de la Universidad de Alcalá.

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