Daniel Defoe: Robinson Crusoe. Con ilustraciones de Thomas Henry Nicholson. Notas de lectura para Nadadores

Descripción / Resumen:

ROBINSON DEFOE-NADADOR-01

ROBINSON DEFOE-NADADOR-01

Como es lógico, con tantas historias de navegaciones y naufragios, hay muchos Nadadores en esta novela clásica inglesa de Defoe, comenzando por el propio protagonista, Robinson, y su siervo Viernes. Toda la novela es un canto a la lucha por la supervivencia y la libertad, y desde el primer episodio de cautiverio del joven Robinson en el Magreb aparece la figura del Nadador; apresado por corsarios de Salé, muy joven aún, Robinson decidió huir de su cautiverio en un bote de pesca que había pertrechado previamente de armas y pólvora con la disculpa de salir a pescar y aprovechar la ocasión para cazar algún ave; le acompañaban en el bote de pesca un moro adulto y un niño, Xury, que se convertiría en su primer siervo o criado. Su deseo de huir del cautiverio hizo que, a pesar de que no soplara viento del sur que podría llevarle a las costas de España, sino del nordeste, que le alejaría hacia el sur, decidiera la huida en aquella ocasión favorable, y así se lo planteó.

Después de estar un rato pescando y no haber cogido nada,

porque cuando tenía algún pez en el anzuelo,

no lo sacaba para que el moro no lo viera, le dije:

Aquí no vamos a pescar nada y no vamos a poder complacer

a nuestro amo. Será mejor que nos alejemos un poco.

Él, sin sospechar nada, accedió y, como estaba en la proa del barco,

desplegó las velas. Yo, que estaba al timón, hice al bote avanzar

una legua más y enseguida me puse a fingir que me disponía a pescar.

Entonces, entregándole el timón al chico, me acerqué a donde estaba el moro

y agachándome como si fuese a recoger algo detrás de él, lo agarré

por sorpresa por la entrepierna y lo arrojé al mar por la borda.

Inmediatamente subió a la superficie, porque flotaba como un corcho.

Me llamó, me suplicó que lo dejara subir, me dijo que iría conmigo

al fin del mundo y comenzó a nadar hacia el bote con tanta velocidad,

que me habría alcanzado enseguida, puesto que soplaba muy poco viento.

En ese momento, entré en la cabina y cogiendo una de las armas de caza,

le apunté con ella y le dije que no le había hecho daño ni se lo haría

si se quedaba tranquilo.

Pero – le dije –, puedes nadar lo suficientemente bien

como para llegar a la orilla. El mar está en calma, así que, intenta

llegar a ella y no te haré daño, pero, si te acercas al bote, te meteré

un tiro en la cabeza, pues estoy decidido a recuperar mi libertad.

De ese modo, se dio la vuelta y nadó hacia la orilla, y no dudo

que haya llegado bien, porque era un excelente nadador.

Tal vez me hubiese convenido llevarme al moro y arrojar al niño al agua,

pero la verdad es que no tenía ninguna razón para confiar en él.

Cuando se alejó, me volví al chico, a quien llamaban Xury, y le dije:

Xury, si quieres serme fiel, te haré un gran hombre,

pero si no te pasas la mano por la cara – lo cual quiere decir

jurar por Mahoma y la barba de su padre –,

tendré que arrojarte también al mar.

El niño me sonrió y me habló con tanta inocencia, que no pude menos

que confiar en él. Me juró que me sería fiel y que iría conmigo

al fin del mundo.

(pp. 23-24).

***

 

ROBINSON DEFOE-NADADOR-05

ROBINSON DEFOE-NADADOR

La experiencia robinsoniana tiene una cronología muy concreta: dejó su isla el 19 de diciembre de 1686, “después de haber vivido en ella veintiocho años, dos meses y diecinueve días” (p.245). En su regreso a la isla ocho años después, ya deja asentada su propiedad con sus pobladores ingleses y españoles, acosados por los salvajes antropófagos en ocasiones, y les hará llegar materias primas, técnicos y herramientas para su desarrollo. Pero de Viernes, como crueldad literaria de alguna manera inconcebible, nunca nada más se supo… O al menos Defoe, un pecado imperdonable en tiempos de necesidad de una historia poscolonial creíble y honorable, nada dice. O porque no se lo planteara, o porque no supiera qué decir para no pillarse los dedos, o porque no lo valorara tanto como sus lectores posteriores pudiéramos valorarlo. Un misterio literario. Extremadamente cruel.

Defoe-Robinson Crusoe para Nadadores

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Ficha Técnica

  • Temática: Robinson y Viernes, el civilizador y el neófito educado para siervo, y su estado de felicidad. La naturalidad de un orden colonial en el que el civilizado, cristiano, europeo, occidental, somete con naturalidad al pagano salvaje y antropófago que paga su deuda por el bien recibido con su propio sometimiento, con su libertad. Es el tiempo de Hobbes también, de su Leviatán inevitable para que los hombres no se comiesen unos a otros, pues nada de buen salvaje, el hombre en la naturaleza es una fiera para el otro. Espíritu de los tiempos, su alma.
  • Palabras clave: , , , , , ,
  • Zona geográfica: África,América,Eurasia
  • Cita Bibliográfica: Daniel Defoe: Robinson Crusoe. Con ilustraciones de Thomas Henry Nicholson. Salvat/Verbum, 2020
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Profesor de Historia Moderna de la Universidad de Alcalá.

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