Sobre Antonio Piera: con Las madres del cordero en el corazón

Descripción / Resumen:

Antonio Piera joven

Antonio Piera joven

A finales de 2015 moría Antonio Piera (1950-2015), hace ahora cinco años. Algunos de sus amigos lo recordaron con cariño. Mercedes Arancibia lo hacía así:

“Se ha muerto Antonio Piera, un chico guapísimo y muy seductor, un hombre atractivo que conservaba el aura, buen periodista, músico, letrista, escritor, militante antifranquista en la dictadura, militante anticapitalista en la democracia, y se ha muerto a consecuencia de una mierda de cáncer  traidor: Me llamo Antonio Piera, tengo sesenta y tres (63) años de vida y lucha, me acaban de diagnosticar un tumor pulmonar en grado 4, escribía en su blog malablancayenbotella el 13 del nueve de 2013, demasiados treces para cosa buena.

“Se ha muerto en el frío invierno de un Sur que le había adoptado como propio; hasta le había contagiado un ligero acento para epatar a los amigos las pocas veces que se dejaba caer por este Madrid en que nos conocimos allá por…los hermosos  primeros ’70, cuando las cosas estaban meridianamente claras, cuando el enemigo era el mismo para todos, cuando no nos podíamos permitir el lujo de dividirnos más porque entonces si que estábamos vencidos.

“Sin duda, ha habido muchos Antonio Piera, y yo solo he conocido alguno. El mío ha sido siempre el compositor y músico de Las Madres del Cordero (junto a Antonio, Moncho, Luis, Jerónimo, Arturo…), el participante, responsable en lo que le corresponde también, de  aquel exitazo de taquilla, público, “grises” y distintos gobiernos civiles que fue Castañuela ’70, el mejor espectáculo del casticismo rebelde en la Villa y Corte (y la mejor de todas “A beneficio de los huérfanos”). Entonces y después periodista, escritor, prohibido, detenido  y, al igual que  sus desvergonzados colegas en eso del arte escénico, “genial, divertido, alternativo y, a la vez, eficazmente revolucionario” (Fernando González Lucini, blog).

“Para la historia, al festejo de su boda con Lola (a la que habían detenido en una manifestación con una bandera republicana enrollada debajo de las bragas) en aquellos mismos ’70, asistieron unos cuantos componentes del Teatro Negro de Praga, también clandestinos, prohibidos y varias veces detenidos en la Checoslovaquia anterior a la Primavera, entre los que encontré a una antigua amiga del Preuniversitario en un Ceu cuajado de príncipes sin trono y retoños de diplomáticos departidos por el mundo.

“Se ha muero Antonio Piera, como siempre adelantado. Mucho antes de lo que le correspondía, abriéndonos esa puerta sobre la que hasta ahora hacíamos  fuerza en grupo. Nada será lo mismo. Nosotros, y nuestra memoria, tampoco.”

Por su parte, Emilio Souto, en una evocación que hace de su amigo, concreta:

“Antonio Piera y Moncho Alpuente  habían sido compañeros de estudios en el colegio de los Padres Escolapios de San Antón, en Madrid y, desde entonces, les unió una estrecha amistad hasta el fin de sus días. Juntos cursaron periodismo y, juntos, compusieron temas clásicos en el repertorio de Madres del Cordero para el espectáculo “Castañuela 70”, con el grupo de teatro Tábano, continuando, más tarde, su labor en La Santurce: “A beneficio de los huérfanos”, “Al cantante social”, “Yo quiero ser pequeño burgués”, “A pesar de todo”, “Muchachito no pienses tanto”, “El ídolo”, “La niña tonta de papá rico”, etc., son una muestra del talento musical de Piera para la canción satírica. Su paso a la clandestinidad le privó, además, de continuar su colaboración en la revista humorística, Hermano lobo, donde firmaba sus columnas como “El Soppas”.

En el Archivo de la frontera queremos recordar su figura, tan próxima a la de Moncho Alpuente, como uno de aquellos jóvenes antifranquistas entusiastas y esforzados, protagonistas de aquella llamada cultura setentera o transicional que nos ha marcado a tantos, maestros prematuros de tantas cosas y como tantos de su generación, muertos prematuramente, aún jóvenes al fin. Para ese recuerdo particular, hemos recogido algunas entrevistas de Antonio Piera a políticos que admiró o amó, una memoria personal de Emilio Souto y algunas otra evocaciones de colegas y amigos suyos, en una suerte de dossier abierto que en cualquier momento podemos, y estamos dispuestos a ello, completar con nuevas aportaciones y perspectivas. Sirva como un particuar in memoriam en el quinto aniversairo de su desaparición de entre nosotros.

2020-Antonio Piera-In memoriam-01

2020-Antonio Piera-In memoriam-02

Ficha Técnica

Imagen de perfil de Emilio Sola
Profesor de Historia Moderna de la Universidad de Alcalá.

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